Entre los desatinos que tuvo Rocío Nahle en el segundo debate, hubo uno que Pepe Yunes agarró al vuelo. Cuando la zacatecana dijo como sin querer que en el gobierno de Cuitláhuac García se avanzó en el cuidado a la mujer y en la impartición de justicia, Pepe contestó: “En Veracruz las mujeres están abandonadas; Morena les cerró las puertas; las dejó solas y a su suerte en medio de la violencia intrafamiliar, en las calles, en su trabajo; esa es la realidad. Eso es lo que más le duele a este estado”.
Y agregó contundente: “Aquí no se puede tolerar el discurso hueco y vacío de solidaridad de Morena con las mujeres, cuando nunca, jamás, habían estado tan aisladas y a merced de la violencia y la delincuencia”.
Molesta por la pedrada, Rocío le reviró con una andanada de epítetos que hicieron sonreír al peroteño: “doble moral, misógino, mentiroso, adúltero”. Pero nunca lo desmintió.
Como candidato y al igual que su jefe López Obrador, Cuitláhuac apapachó a las madres de los desaparecidos, a las mujeres violentadas y dijo que en Veracruz no se permitiría ni un feminicidio más. Pero como gobernador las olvidó y cuando se acordó de ellas fue para descalificarlas.
¿De dónde sacó Rocío Nahle que el gobierno de Cuitláhuac se preocupa por ellas cuando les recortó el presupuesto para que busquen a sus desaparecidos y no metió ni las manos el día que su patrón les quitó las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo para sus hijos?
¿Quién le aconsejaría decir esa barbaridad cuando Veracruz es primer lugar nacional en violencia intrafamiliar y en muertes maternas; segundo lugar en feminicidios y tercer lugar en embarazo infantil?
¿De dónde sacó que la actual administración avanzó en la impartición de justicia, cuando Veracruz es el estado que tiene más presos políticos y el Poder Judicial que está literalmente a las órdenes del gobernador, le ha servido para satisfacer sus venganzas personales?
¿Había necesidad de darle calor en un debate y con tamañas falacias a quien es considerado el peor gobernador en la historia de Veracruz?
Quién sabe, pero lo hizo la señora y así le fue.
Mientras Pepe trae bajo el brazo un programa integral de apoyo, protección, cuidados y asistencia para las veracruzanas y sus hijos, Rocío está entrampada en un laberinto de promesas huecas y propuestas vanas.
Con qué cara se va a plantar frente a cientos de mujeres víctimas del desdén y las burlas del gobernador a decirles: “Voten por mi que yo sí les voy a cumplir”.
Pero el karma es el karma.
Hace unos meses dije que como consecuencia del abandono que sufren, muy pocas o ninguna votarán por los por los candidatos de Morena. Como tampoco lo harán los padres de los niños con cáncer, ni los familiares de los encarcelados injustamente.
Estamos hablando lector de un universo de entre 30 mil y 35 mil sufragios que no son cualquier cosa y pueden ser la diferencia entre el triunfo y la derrota.
Si en el porcentaje de 30 puntos que dice Rocío que le lleva de ventaja al candidato opositor, están esas mujeres olvidadas y burladas, bien por ella.
Pero en caso contrario, a ver quién es el guapo que aguanta sus rabietas cuando se entere que esas madres, esposas, hijas, hermanas y amigas, así como las mujeres violentadas, le dieron el triunfo a Pepe Yunes porque fueron ellas las que establecieron la diferencia.
