En este país todas las ratas políticas, enriquecidas a través de puestos públicos resulta que son herederos de grandes fortunas. Elba Esther Gordillo, de orígenes muy modestos resultó heredada por una abuela rica. Y si revisamos, de estas hay cientos de historias. Otros más cínicos y marrulleros como Fidel Herrera, se sacaba la lotería muy seguido.Ahora es la rectora de la Universidad Veracruzana, quien con sus ahorros se hace una residencia con un costo de 12 millones de pesos. Cuanta desvergüenza, ya que sabemos cómo se las han gastado rectores como Víctor Arredondo, que hizo una gran fortuna. No ofendan la inteligencia. Mientras los universitarios, carecen de lo más elemental en todos sentidos. En la rectoría de Sara- en el apellido lleva la condena- hasta su encargado de prensa , antes hipioso-,es tan prosperó que come diariamente, en los lugares más exclusivos de la capital.
ENMOLADAS
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