La clase política nacional en su mayoría es mezquina. Agazapados restaban valor, dudaban, eran sarcásticos con Xóchilt Gálvez. Los partidos cedieron porque carecían – PRI-PAN- de un personaje que pudiera enfrentar la maquinaria opositora lidereada por el presidente que viola las leyes constitucionales y electorales. Xóchilt necesitaba de sus estructuras porque no tiene partido. La impulsó la ciudadanía necesitada de quien pudiera representarla ante un gobierno autócrata. Se ensució la dinámica desde los forcejeos de los perredistas y la tardía aceptación de Beatriz en reconocer públicamente el triunfo de su contrincante. Necesariamente tuvieron que tomar acuerdos, negociaciones para concluir. Se les dificulta asimilar que una mujer en dos meses haya logrado emprender el vuelo que para ellos estaba negado por la antipatía que lograron. La historia apenas empieza. *** Nadie tiene derecho a lo superfluo mientras alguien carezca de lo estricto, sentenció el poeta Diaz Mirón. El despilfarro del erario que se ha realizado en las campañas- eso son- del gobierno en el poder los pintan tal cual. Ruines y sórdidos. 50 millones de mexicanos no tienen acceso a la salud porque hay desabasto no solo de medicinas sino de toda una estructura en ruinas con faltantes básicos. Millones de mexicanos en pobreza extrema y los políticos gastando mucho dinero en acarreados, publicidad, propaganda, cuotas sindicales. *** El clamor de 100 mil familias mexicanas -el mismo número de desaparecidos- no llega a los oídos del jefe de campaña. Las 160 mil de los asesinados que piden justicia se les responde con impunidad misma que cubre a varios secretarios de estado, familiares, amigos, cómplices del Peje lagarto que resultó más lo segundo. *** Y para las agruras…
MEZQUINDAD
121