Dos mujeres un camino: México. Beatriz y Xóchilt el anhelo. Un país destruido en todos sentidos económico, político, social. Un hartazgo, una necesidad. Las dos brillantes. La primerea con un currículo político destacable. Inteligente, culta, sagaz. Perteneciente al partido que estableció las instituciones y así misma institucional. Comprometida con el quehacer político y conocedora de las estructuras electorales. Dirigente de su partido en algún momento- tal vez el más aciago- en donde logró volver a colocarlo en la primera línea. Xóchitl la alegría, vivacidad, motivación. Una empresaria exitosa con una historia de crecimiento formidable y también política destacable. Muy inteligente y contestataria. Ingeniosa y sutil. Líder por naturaleza. Atrae, conmueve, sacude. Los principales partidos nacionales confiando en que cualquiera de ellas podría ser la primera mujer en la presidencia de la república. Nos la deben. Tanto el PRI como el PAN han sido beneficiarios de la Nación. Hoy pueden redimirse arropándolas, defendiéndolas y llevándolas por el “LARGO Y SINUOSO” camino en el que alguna tendrá que caminar. *** Para las mujeres mexicanas- grandes guerreras de cruentas batallas- servirán para hacerse escuchar y ser realmente entendidas. Son un ejemplo a seguir y continuar con sus reclamos. *** Recuerdo la lectura de “La Madre” del escritor ruso Máximo Gorki que “es el despertar de la clase obrera, luchando por aquellos derechos que son inherentes al ser humano y que, en aquel momento, se encontraban pisoteados por el Zarismo” como hoy lo estamos los mexicanos con el obradorismo. La vitalidad de la protagonista, Pelagia, y su lucha, entrega contra el régimen es de admiración pues fue abusada por su marido y aún así se llenó de fortaleza. *** Y para las agruras del mole…
“yo escribo, por eso soy libre, no soy culpable”
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