El estigma de las corcholatas punteras es la similitud con el Peje. Sheinbaum y el adusto Augusto se mimetizan con su tlatoani al grado de tratar de imitarlo sin resultados más que el ridículo. Defienden las causas perdidas de violación a los derechos humanos, la prostitución, estafa, corrupción, plagios violando de manera flagrante las leyes. Son ignaros e incultos. Mentirosos, burlones, cínicos. Defensores de actos vandálicos como tratar de proteger a la ministra Esquivel en su plagio. Dejan mucho que desear pues han abandonado sus deberes para irse de campaña pisoteando las leyes electorales. La puntera gastando el dinero del erario en costosas campañas electoreras en la televisión de paga como Imagen. Dónde un locutor como Pascal Beltrán del Río presenta en su anuario un país maravilloso puntero en salud, economía, seguridad y educación. Lo que se hace por hambre de poder y dinero.*** Estamos de regreso. Feliz Año 2023. Ya falta poco.
ENMOLADAS
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