El tema relevante en 2018 serán las elecciones. El 1 de julio elegiremos al nuevo presidente del país, al nuevo gobernador, a los senadores que nos representarán en la Cámara alta del Congreso de la Unión, y a 30 diputados locales de mayoría relativa, de cuyo número de votos que obtengan sus partidos saldrán otros 20 diputados más de representación proporcional conocidos más bien como plurinominales.
A partir del domingo 7 de enero –en menos de 20 días– se iniciarán los procesos internos de selección de candidatos y concluirán el 25 de marzo. Aun cuando las campañas no se podrán iniciar hasta después de esta fecha, pienso que entre más pronto definan quiénes contenderán ganarán tiempo para buscar votos, que todos los partidos saben cómo hacerlo fuera de la ley pero sin violarla.
Seis meses que faltan para las votaciones es mucho tiempo pero también es muy poco según las circunstancias de partidos y candidatos. En ese lapso y sobre todo con el desarrollo de las campañas unos pueden subir y otros bajar en las preferencias ciudadanas, por lo que es bastante aventurado adelantar posibles resultados.
Pero lo que sí es posible es ir comentando y dando cuenta de cómo se mueve esa preferencia ciudadana, de acuerdo a cómo vayan midiendo las casas encuestadoras, lo que irá dando el pulso del avance o del retroceso de los contendientes o de sus partidos.
Este año lo cierro con una primera medición que hizo el viernes pasado 15 Marketing del Golfo, una empresa especializada en estudios de mercado y marketing político con sede en Minatitlán con más de 25 años de experiencia y con registro oficial ante los órganos electorales federal y estatal.
Puntual se hace presente en cada proceso electoral y se ocupa en especial del sur de Veracruz por lo que hace al Estado, porque también realiza mediciones en el sureste del país. A su fundador Héctor M. Gómez Larios lo conocí cuando como Gobernador electo el licenciado Miguel Alemán me envió a representarlo a una ceremonia de graduación en la Universidad del Golfo de México de la que era director; también ha sido catedrático en el Instituto Tecnológico de Minatitlán (el viernes nos encontraremos en Coatzacoalcos para cruzar más información).
El 6 de mayo de 2016 publiqué en “Prosa aprisa” el resultado de una de sus encuestas (“Los jóvenes se inclinan por Morena”), que en los hechos se vieron confirmadas con el impresionante avance que tuvo el partido de Andrés Manuel López Obrador en todo el sur de Veracruz, y el 18 de abril de 2013 también había dado a conocer otra medición que hizo (“Coatzacoalcos, un laboratorio electoral”) cuyas cifras igualmente estuvieron muy apegadas a los resultados que se tuvieron en las urnas.
De acuerdo, pues, a esta encuestadora, si las elecciones hubieran sido el domingo pasado, ¡váyase para atrás!, Morena, Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez hubieran barrido en las urnas en los municipios de Acayucan, Jáltipan, Cosoleacaque, Minatitlán, Coatzacoalcos y Las Choapas, en lo que hubiera sido una verdadera catástrofe, una hecatombe política para el PAN, hoy en el poder, su aliado el PRD y el PRI cuyos votos, juntos, ni siquiera hubieran llegado a la mitad de los que hubieran obtenido los candidatos de izquierda.
Desgloso.
Por partidos, para la Presidencia, Morena-PT hubieran alcanzado un porcentaje de 60.87 contra sólo el 14.49 de Por México al Frente (antes Frente Ciudadano por México) y 13.77 del PRI-PVEM.
Por candidatos, Andrés Manuel se hubiera alzado en punta con 71.26 contra sólo 10.78 de Ricardo Anaya y 8.38 de José Antonio Meade.
Para la gubernatura, por candidatos Cuitláhuac García Jiménez hubiera alcanzado un promedio de 63.82 contra sólo 21.05 de Miguel Ángel Yunes Márquez y 8.55 de José Francisco Yunes Zorrilla.
Los dos últimos porcentajes mueven a comentario.
No obstante todo el poder político de su padre el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, de su experiencia electoral y del respaldo económico que habría atrás (tener la gubernatura se supone que da una considerable ventaja), así como de su recorrido que realizó por los distritos del sur en plan proselitista aunque disfrazado de reunión informativa con alcaldes como él, ya se ve que el joven Miguel Ángel Yunes Márquez está muy bajo en la preferencia ciudadana como para competirle a Morena. Sus porcentajes permiten decir que ni cosquillas le haría a Cuitláhuac.
Este hecho tendría una explicación: que todavía no tiene los méritos personales suficientes como para aspirar a la gubernatura, que no es muy conocido, que carga con los negativos del gobierno de su padre y que el gobernador, tal vez como ningún otro en la historia de Veracruz, tiene bajísimos niveles de aprobación por parte de los veracruzanos del sur del Estado.
Marketing del Golfo midió también el desempeño del gobernador y sólo el 0.92 por ciento considera que su desempeño es excelente, esto es, no alcanza ni siquiera el 1.00 por ciento, mientras que sólo el 7.83 considera que lo está haciendo muy bien. En cambio, la inmensa mayoría califica su trabajo de regular a muy malo: 47.47 regular, 26.73 malo y 17.05 muy malo. Verdaderamente impresionante, revelador.
Habrá que esperar para ver si esta calificación negativa la puede revertir con el cambio “radical” de la estrategia de su gobierno a partir de enero, que anunció el viernes pasado, aunque ante el rezago que tiene se piensa que seis meses es poco tiempo para lograrlo.
Por cuanto hace al senador José Francisco Yunes Zorrilla, tiene que tomarse en cuenta que aunque por las circunstancias políticas que lo rodean y que le son favorables, lo que hace que casi todos tengan la certeza de que será el candidato del PRI, hasta ahora no ha pasado de ser sólo un aspirante y aunque no ha dicho que no le gustaría ser gobernador, sólo se ha limitado a comentar que todavía “no son los tiempos” para hablar del tema.
Recorre el Estado pero siempre en función de su tarea como senador, para nada alude a su aspiración a futuro, a diferencia de su competidor interno Héctor Yunes Landa quien abiertamente anda por todo Veracruz en abierto plan proselitista incluso afirmando que él será el gobernador porque además el nació para ser gobernador.
Habría, por lo tanto, que esperar a que se emita la convocatoria de su partido, que ocurrirá en unos días más, para que se registre, como ha dicho que lo hará, esperar su pronunciamiento oficial, ver si logra la unidad de todas las corrientes tricolores en torno a su persona y que haga campaña en abierto para ver qué tanto avanza.
A diferencia del joven Yunes Márquez, es conocido en todo el Estado, tiene experiencia electoral hasta el grado de haber perdido una elección, posee una larga trayectoria partidista, como senador ha “bajado” millones de pesos para proyectos productivos de los más diversos productores, está considerado un hombre serio y de palabra y tiene buena imagen, además de que nunca se le ha ligado a un acto de corrupción. Tiene muchos positivos, pues.
Pero es indudable que, de confirmarse su candidatura, arrancará con una gran desventaja, al menos en el sur del Estado, si nos atenemos a las cifras que revela la encuesta de Marketing del Golfo.
Todavía –eso pienso– no se puede siquiera aventurar un posible resultado definitivo de la elección de gobernador, pero es muy cierto el avance y el posicionamiento real que ha alcanzado Morena en muy corto tiempo si se toma en cuenta que el PRI fue fundado en 1929, al grado que todo indica que Cuitláhuac García Jiménez se ha convertido ya en el candidato a vencer y que esta vez la gubernatura no se decidirá por una elección a tercios.
La encuesta del sur del Estado bien podría ser un reflejo de la tendencia de todo el electorado, y entonces cabría pensar que sólo el senador Yunes Zorrilla, hasta este momento, podría competirle al de Morena si recibe el apoyo tanto del Gobierno Federal como del Palacio de Gobierno, a cuyo principal inquilino es al que menos le conviene que gane el partido de López Obrador porque los morenos llegarían con el ánimo de hacer un ajuste de cuentas con el yunismo azul que incluso les escamoteó el control de la Junta de Coordinación Política del Congreso local.
Digo que hasta este momento en el caso de Yunes Zorrilla, porque podría surgir otra opción como la de Dante Delgado Rannauro y también habría que ver que respuesta tiene entre el electorado.
Y avanzan en el norte
Pero Morena, sus virtuales candidatos a gobernador y al Senado, Cuitláhuac García Jiménez y Rocío Nahle García, trabajan también para posicionarse en el norte.
El viernes pasado abrieron una casa de gestión calificada de “enorme” en la llamada “Perla de la Huasteca”, Tantoyuca, donde el propio Cuitláhuac anunció que el 2 de enero registrará su precandidatura.
El edificio es de cuatro pisos y ahí darán atención a morenos de Ixhuatlán de Madero, Chicontepec, Platón Sánchez, todos los municipios de la Sierra de Otontepec y Tantoyuca.
En aquel lugar del norte del Estado no faltaron los comentarios tal vez insidiosos de que el edificio lo lograron gracias al apoyo de Miguel Ángel Osorio Chong, vecino de la región (hidalguense) para dañar a José Antonio Meade porque le ganó la candidatura presidencial.
Lo cierto es que Morena avanza con logros concretos.
Lector esta es la última columna que escribo este año. Te dejo descansar. Sólo que ocurra algo verdaderamente extraordinario más allá de lo que he considerado de interés y que he venido comentando volvería al teclado. Nos encontraremos en los primeros días de enero, en realidad sólo dentro de unos cuantos días.