Pensé que el viernes 1 de diciembre, al iniciar su segundo y último año de gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares dirigiría un mensaje a los veracruzanos.
Creo que la fecha le daba otra gran oportunidad para tratar de congraciarse con sus representados, muchos muy inquietos, o molestos, o decepcionados o que de plano ya no creen en él luego de que le depositaron toda su esperanza de que las cosas cambiarían verdaderamente, y que además viven atemorizados por los altos índices de violencia e inseguridad que bañan de sangre a Veracruz.
Él es su propio y gran estratega y desde su perspectiva sabe muy bien lo que hace, pero no hubiera estado mal que dijera a sus paisanos qué les ofrece en concreto para sus últimos doce meses de gestión, porque su informe no tuvo el eco que respondiera a la urgencia de información de los ciudadanos, para que con base en ella supieran a qué le van a tirar en 2018, eco que quedó muy débil porque ese día, horas después, una breve declaración de Javier Duarte a una televisora, desde la prisión, le robó los reflectores y la atención, y su comparecencia el día 30 de noviembre ante el pleno del Congreso local tampoco tuvo la resonancia esperada porque, de nuevo, su pleito con dos diputados, uno de Morena y otro de Juntos por Veracruz, jaló la atención mediática.
Es cierto, por ejemplo, que no se pudo cumplir su ofrecimiento de acabar con el problema de la violencia y la inseguridad en seis meses, ¿pero le afectaba que renovara su ofrecimiento, aunque ahora dijera que no podía fijar plazo pero que haría todo su esfuerzo para tratar de devolverle la paz y la tranquilidad a sus gobernados?
Sería muy mezquino negar que su administración tiene algunos logros, e injusto, por no equitativo, pretender que en un año tenía que haber resuelto todos los problemas de Veracruz, muchos ancestrales, pero la realidad también es que se ha quedado corto ante tanta expectativa que despertó su llegada al gobierno, bien por la falta de recursos suficientes, pero también porque por su manera de conducir el gobierno, orientada en buena parte por su pretensión de que sea uno de sus hijos quien lo suceda, lo ha llevado a caer en graves incongruencias y a propiciar y a solapar prácticas que antes criticó severa y ruidosamente a sus antecesores.
Pero los problemas urgentes de solución gravitan sobre los veracruzanos, como el desempleo, y estoy seguro que a los miles que están cesantes les hubiera gustado escuchar de su gobernador palabras de aliento, hasta de consuelo, esperanzadoras de que en el último tramo de su gestión tiene ya planes, proyectos, programas para crear fuentes de trabajo, pero no hubo ningún mensaje que los haga llegar a la Navidad y al fin de año con el ánimo renovado de que en 2018 cambiará positivamente su situación.
Lo que dijo el 30 de noviembre es que presentó un paquete de reformas en materia de derechos humanos, control y vigilancia en el manejo de los recursos y en materia política-electoral.
Ofreció que en diciembre se pagarán a la UV los 50 mdp que se deben por la realización del Plan Veracruzano de Desarrollo y se hará lo posible por pagar 531 mdp que se adeudan a 145 empresarios.
Tal vez lo más atractivo que mencionó fueron la conclusión de la autopista Laguna Verde-Nautla; la de Nautla a Papantla; la Tuxpan-Ozuluama y la Xalapa-Coatepec, así como la carretera Banderilla-Misantla, aunque no aclaró que buena parte de esa infraestructura la construye el Gobierno Federal. También expresó que se concluirán el Hospital de la Mujer en Coatzacoalcos y el Hospital Infantil del puerto de Veracruz. O sea, en realidad poco como parte de su gobierno, pero no por ello insignificativo cuando se dice que no hay recursos.
Hizo bien en mostrarse y declararse optimista; como líder –se supone– que es de los veracruzanos no puede adoptar una actitud derrotista aunque se lo esté llevando Pifas. Dijo: “Yo veo un Veracruz con mucho optimismo, les pido que lo vean con el mismo optimismo y les pido que trabajemos juntos por el nuevo Veracruz que todos queremos y al que todos aspiramos y salgamos de esta vorágine de noticias negativas de Veracruz, que dejemos de hablar mal de Veracruz, que hablemos mal del gobierno pero no hablemos mal de Veracruz, hay que prestigiar a Veracruz y sacar a Veracruz de la nota roja de los periódicos, hay que sacar a Veracruz de la nota negra de la corrupción”.
Todo esto suena bien. Su problema es ser pieza interesada en la sucesión gubernamental y por lo tanto todo lo que haga y diga a partir de este momento se tomará como parte de la campaña a favor de su hijo y no todos querran –quieren– trabajar por eso a su lado, además de que veo imposible, no veo cómo se puede sacar a Veracruz de la nota roja porque no se puede ocultar la terrible realidad que vivimos, y pretender que lo haga la prensa sería tanto como que ésta perdiera su esencia, su razón de ser que es informar.
Merecido galardón
Yo soy de los que cree que fue justo que la LXIV Legislatura le haya otorgado este año, a propuesta del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, la medalla Adolfo Ruiz Cortines tanto al Ejército como a la Marina-Armada de México.
Pienso qué sería de nosotros, de todo Veracruz, si sus elementos no participaran en la tarea de contención y combate a la delincuencia organizada.
Si de por sí ya vemos cómo le está yendo al Estado, a miles de veracruzanos que han sido víctimas, seguramente sin su apoyo los malosos ya se hubieran hecho del control del gobierno estatal.
Ahora se distinguen más por esa acción como antes han brillado por sus tareas de rescate en casos de contingencias en especial por fenómenos meteorológicos.
Alguien o algunos podrían decir que no se merecían la distinción porque no han podido con los delincuentes, pero no se debe perder de vista que ellos colaboran en una estrategia que tiene a un solo responsable: el Gobernador.
Una buena noticia que dieron ayer luego del galardón es que sus elementos continuarán en las tareas de seguridad en el Estado, lo que es bien recibido.
Pero algo que puntualizaron tanto el General Salvador Cienfuegos Zepeda como el Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz fue que lo hacen por órdenes del presidente Enrique Peña Nieto, y que esas instrucciones reflejan “la legítima preocupación del Gobierno de la República por recuperar la tranquilidad de los ciudadanos”.
Duarte se adelantó a Yunes
Ya en el terreno político y para las pulgas del gobernador Yunes, tanto que odia a Javier Duarte a quien cada vez que quiere justificar alguna falla u omisión de su gobierno lo voltea a ver para señalarlo, resulta que el hoy célebre preso le ganó honrando a las fuerzas armadas en dos ocasiones, y en grande.
Cosa de recordar que el 31 de mayo de 2012, acompañado por el presidente de la Mesa Directiva de la LXII Legislatura, Eduardo Andrade Sánchez, y el entonces presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto Sosa Hernández, acompañados del Vicealmirante Carlos Enrique Bernal Carrasco, develó la inscripción con letras de oro el nombre “Heroica Armada de México” en el muro de honor del recinto oficial de sesiones.
Meses más tarde, el 19 de septiembre de ese mismo año, igual, Duarte, acompañado de Eduardo Andrade Sánchez, entregó en una sesión solemne celebrada en el interior de la Heroica Escuela Naval Militar la Medalla Veracruz al Mérito Ciudadano al entonces Secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza, como “un veracruzano de excepción, a quien el pueblo y Gobierno del Estado otorgan su respeto”.
¡Chin! Duarte está convertido en la sombra de Yunes Linares. Hace diecinueve días el gordito le robó los reflectores pues el gober no acababa de disfrutar las mieles por su informe de gobierno cuando Ciro Gómez Leyva presentó una minientrevista con Javier que se convirtió en la nota del día.
Si Amado Cruz Malpica y Fernando Kuri Kuri extrañan a Duarte, según los acusó Miguel Ángel el jueves pasado, éste lo debe soñar.
Asociación de Periodistas de Cardel
La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) me dio la encomienda de representarla en la presentación y toma de posesión de la directiva de la nueva Asociación de Periodistas y Comunicadores de Cardel y la Región, A. C.
A su vez, mis compañeros de ese lugar me pidieron que les tomará la protesta a la directiva integrada por Carlos Morales Perdomo como presidente, Elizabeth Velázquez Melchor como secretaria, Erika Ileana Palacios Lara como tesorera, y Rafael García Luna como vocal, lo que con gusto hice.
El acto tuvo lugar el viernes pasado por la tarde y me llamó la atención que además de que asistieron los presidentes municipales saliente y entrante de La Antigua, Felipe de Jesús Fabián Medina y José Cruz Lagunes, respectivamente, éstos mantienen una relación cordial, creo que alentadora para los cardelenses ahora que hay muchas diferencias y conflictos entre los que se van y los que llegan. Otros de los presentes fueron los exalcaldes Valentín Casas y Octavio Calderón.
El nuevo presidente de la Asociación, Morales Perdomo, ofreció que serán “respetuosos y tolerantes con el derecho de todos, sin renunciar a nuestra obligacion, convicción y firme compromiso de informar con transparencia y objetividad, porque así lo anhela y exige la comunidad a la que nos debemos”.
Le deseamos todo el éxito a nuestros compañeros.