Inicio ColumnasEntre lo Utópico y lo Verdadero Pecados, omisiones y actos de corrupción de la Contralora General de Veracruz, Mercedes Santoyo Domínguez

Pecados, omisiones y actos de corrupción de la Contralora General de Veracruz, Mercedes Santoyo Domínguez

by Claudia Guerrero Martinez

La situación en la Contraloría General del Estado  va de peor a grave, gracias a la pésima gestión  de la  impuesta por el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el primo hermano de éste, el subsecretario de Finanzas Eleazar Guerrero Pérez, quienes protegen a  la incompetente titular Mercedes Santoyo Domínguez y actualmente lleva una relación sentimental con el excandidato a la alcaldía por Emiliano Zapata, Daniel Baizabal, así como sus acciones ilegales dentro de la Contraloría, sobre actos de corrupción, abuso de autoridad e incrustar a empleados sin perfil para el puesto.

Y nos comentan: “Mercedes Santoyo designó desde el 2019 como su particular a la arrogante, engreída, soberbia, vulgar y déspota pseudo Licenciada en Administración de Empresas Beatriz Mulato Ostos, quien desde esa fecha ya firmaba oficios como “Licenciada”, cuando no lo era y en el año 2020, Beatriz Mulato no aparecía como titulada en el Registro Nacional de Profesiones. De la noche a la mañana, en el 2021 aparece ya con Cédula Profesional, realizando usurpación de títulos profesionales, en años anteriores”.

Tanto Mercedes Santoyo y Beatriz Mulato  han impuesto una mafia en la Contraloría del Estado y hacen uso de su influyentismo para hacer negocios y el control de dependencias a su cargo, como son las Contralorías Internas, contratando a inexpertos y sin perfil para el cargo, cuando hay miles de profesionistas desempleados que quisieran una oportunidad para laboral, pero pocos quienes son admitidos para prestarse a la realización de actos de corrupción.

La Contraloría General del Estado de Veracruz se está  cayendo a pedazos, cuando la jefa está preocupada por el qué dirán de su persona y el de sus cómplices. Y compartimos el sentir de los trabajadores: “No vemos el momento en que este par de corruptas se larguen, sean investigadas y juzgadas por sus actos de corrupción”, al referirse a Mercedes Santoyo y Beatriz Mulato.

Debemos recordar que muchos puestos son ocupados por  personal de confianza, quienes no tienen Cédula Profesional, ni carrera universitaria, mucho menos carrera trunca, sólo cuentan con la preparatoria y nula experiencia laboral. Qué se puede esperar de una persona, quien no conoce ningún tipo de procesos administrativos, al ser Ingeniera en Alimentos y recordemos que su particular es maestra de yoga.

Mercedes Santoyo está ahí por Eleazar Guerrero Pérez, ya que el primo del gobernador fue gente muy cercana al exdirector de Transporte Público, Roberto Santoyo. De igual forma, el jefe de la Unidad Administrativa Alfonso Sánchez García, de ser un simple analista, pasó a ser jefe de la Unidad Administrativa, sólo por tener amistad con Eleazar Guerrero y sentirse intocable, violando  los derechos laborales de todo trabajador, ya sea de base, de confianza y además, hasta tenían a Guadalupe Noé Hernández Martínez como jefe de Recursos Materiales, después de los señalamientos por actos de corrupción. De igual manera, Alejandro Montero Álvarez, quien era particular de Héctor Ruz Santamaría, el mismo  que fue destituido e inhabilitado y lo tenían como jefe de Asuntos Jurídicos.

Por cierto, Alejandro Montero Álvarez tenía acceso al expediente de Ruz Santamaría y qué podemos decir del área de Responsabilidades Administrativas, esa área cada vez va peor y pensábamos que el problema era Miguel Ángel Vega García y ahora nombraron a José David Hernández Ortiz, un desconocido y sin experiencia. El premio a la peor dependencia es la subdirección de Responsabilidades Administrativas que lleva 5 subdirectores y ninguno da el ancho, desconociendo qué pasa ahí.

Se esperaba un cambio  con la nueva subdirectora Jazmín Santana Anaya, la cual, estaba en el jurídico y actual cercana a la titular jurídica y no es así. Se la pasa violando todos los derechos laborales de esa subdirección, es tanto el acoso laboral, que los hace salir a altas horas de la madrugada.

Santana Anaya no permite a los trabajadores contestar una llamada, si se levantan al baño, ella va atrás de ellos para cerciorarse que de verdad entran al baño, no los deja hablar con nadie y  a eso súmenle que es muy poco personal y muchos  tienen carrera trunca. Ya se podrán imaginar el tipo de procedimientos que se dedican a abrir y las resoluciones que sacan, claro, todo a conveniencia de la contralora y de la directora jurídica, quienes son las que mandan ahí.

Se han detectado anomalías, como la nula sanción en contra del actual senador panista Julen Rementería del Puerto, ya que tenía un procedimiento abierto y no se sancionó por que le dieron la instrucción al exfuncionario Miguel Ángel Vega de que no lo hiciera, ya que Mercedes Santoyo Domínguez llegó a un buen “acuerdo” pecuniario con él.

Los procedimientos que sacan están de risa, dicho por los mismos abogados litigantes quienes abren procedimientos hasta por sacar la lengua. Los verdaderos  no los hacen valer, ahí está el del exfuncionario de la Secretaría de Gobierno, Fernando Quirarte Vargas, quien no alcanzó ni una amonestación, después del acoso en contra de la víctima de nombre “Paloma” y la instrucción de Mercedes Santoyo fue que se empolvara el expediente hasta olvidarlo y  si la afectada iba a hablar con cualquier autoridad de la Contraloría, decir que era imposible recibirla pues estaban en juntas y  regresara después.

El jefazo de la Unidad Administrativa Alfonso Sánchez García, protegido por Eleazar Guerrero, intocable, se sabe que piensan comprarle una camioneta a la directora jurídica con recurso del 5 millar.

Por otro lado, cuando fue la reunión de contralores en Mérida, Alfonso Sánchez García  se puso a inflar facturas de supuestos servicios de talleres mecánicos para el parque vehicular de la Contraloría, para darle ese recurso a Mercedes Santoyo y el parque vehicular sigue en pésimas condiciones.

Y si esto les indigna inteligentes lectores, la directora jurídica Nilo Lucia Mena Aguilar y su pareja Jazmín Santana Anaya se llevaban a su casa el vehículo de Contraloría, un Tsuru oficial  estacionado frente a unos departamentos de lujo, detrás de la SEV, por la  Torre Ánimas, cuando ya se había emitido una circular por parte de la Unidad Administrativa, misma, decía que todos los vehículos, en horario no laboral, hasta las 6 de la tarde, tenían que estar resguardados. Obvio de eso no abrieron procedimiento.

Por último, recordemos que en el Órgano Interno del Instituto de Pensiones, tiene a David Eli Alonso Gutiérrez, quien es su titular y este funcionario antes estaba en la subdirección de Responsabilidades Administrativas, señalado de  cobrar las resoluciones para que salieran a favor del imputado y todo esto lo sabe la contralora “honesta” Mercedes Santoyo Domínguez.

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