Inicio ColumnasProsa aprisa El ridículo del martes; se imponía el cese de la Fiscal

El ridículo del martes; se imponía el cese de la Fiscal

by Arturo Reyes Isidoro

Todo quehacer de gobierno es susceptible de errores porque es obra de humanos y no hay hombres perfectos. En efecto solo no se equivoca quien no hace nada. Pero entonces, lo más honesto es aceptar el error y tratar de corregirlo, cuando se puede, o de ofrecer disculpas, mínimo, cuando no queda otro recurso.

El gobierno de Veracruz y su brazo ejecutor, que no procurador de justicia, la Fiscalía General del Estado, en complicidad con la Comisión Nacional Antisecuestro (CONASE), detuvieron y encarcelaron a un inocente al que han tenido que liberar porque lo confundieron con un presunto criminal.

El grave yerro, que le dio la vuelta al mundo, exhibió de cuerpo entero la ligereza con la que actúan las supuestas policías investigadores en Veracruz y cómo fabrican culpables, lo mismo para justificar su ineficacia que para acallar las voces de reclamo por el incontenible clima de inseguridad y violencia.

Al joven detenido, quien resultó un estudiante del Tecnológico de Xalapa y repartidor de alimentos, lo tuvieron que dejar en libertad porque eran abundantes y abrumadoras las pruebas y los testimonios que comprobaban que es un muchacho de bien y que el día y la hora de un crimen del que se le acusaba estaba trabajando.

La misma tarde del martes en que lo detuvieron compañeros suyos de trabajo, familiares y amistades se manifestaron en el centro de Xalapa, avalaron su inocencia y exigieron su inmediata libertad, al tiempo que reprocharon al gobernador Cuitláhuac García Jiménez que se hubiera apresurado a felicitar a la fiscalía por la aprehensión.

Con toda razón reclamaron que hubieran hecho circular en los medios su foto y denunciaron que “está siendo torturado en su traslado rumbo a Coatzacoalcos” (Billie Parker Noticias).

Presumieron “labores de investigación e inteligencia”

El martes, en reporte oficial, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) informó que tras aplicar “diversas labores de investigación e inteligencia” (mmjú), obtuvo información sobre Antonio “N” alias “El Mara” de 20 años de edad, quien contaba con una orden de aprehensión por los hechos.

El ridículo quedó expuesto cuando el mismo martes por la noche la Fiscalía anunció que quedaría en libertad porque lo habían confundido y no lo liberaron sino hasta ayer y entonces ya no hallaban la forma de hacer creer que lo habían tratado con todo respeto a sus derechos humanos y hasta lo recibieron en el palacio de gobierno en Xalapa.

Sin embargo, todo indica que lo amenazaron para que no hablara porque se negó a responder las preguntas de los reporteros, no obstante que en gran parte fueron los medios los que influyeron para su libertad cuando replicaron las protestas por su detención.

Pero en cambio, el que sí habló –¡oh!, qué pena otra vez– fue el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien dijo que el joven “accedió” a que se lo llevaran a Coatzacoalcos, que solicitó a “su” órgano jurídico que le dieran asistencia jurídica para que se respetaran sus derechos en su traslado, que “no existe ningún daño” y nada más le faltó declarar que lo trataron con algodones, con la fineza y delicadeza con la que trata la policía a los detenidos.

Esta vez ya no felicitó a la fiscalía, toda la culpa se la echó a la CONASE, para nada mencionó a la fiscal Verónica Hernández Giadáns, cuyos terribles y graves y preocupantes errores y abusos han sido exhibidos lo mismo por la Comisión Nacional de Derechos Humanos que por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ni tampoco habló de castigar a los responsables del grave atropello que se cometió. No aceptó que la regaron, porque ellos nunca se equivocan, son perfectos. Les falta humildad para reconocer sus errores.

Mientras que los familiares de la víctima dijeron que podrían proceder legalmente y exigir la reparación del daño, el gobernador afirmó que no existe daño alguno.

Confesiones se arrancan a base de torturas

Quienes hemos sido y quienes son reporteros policíacos o de nota roja sabemos el abuso y el maltrato físico hasta la tortura con la que la policía arranca confesiones y hace firmar testimonios falsos, con la que fabrica delitos y culpables, aparte las torturas psicológicas. Tengo la firme creencia que mis compañeros reporteros, como en mi caso, están seguros que el joven no estuvo exento de esa terrible e inolvidable experiencia.

Lamentable la declaración del gobernador. Claro que se causó daño traumático no solo al detenido sino a sus familiares por las horas de angustia que vivieron pero, peor, por la secuela que les ha quedado. Con la gracia de Dios la van a poder superar con el tiempo y con una buena asistencia médica especializada, que el gobierno debe pagar todo el tiempo que se requiera; o tal vez nunca se repongan. Una cosa es segura: para toda esa familia ya nunca volverá a ser lo mismo. Otra también: mientras vivan nunca los van a olvidar.

Declaró que al menos se disculparon con el joven, pero no es suficiente. Se imponía que hubiera cesado en forma fulminante a la fiscal Hernández Giadáns porque es un peligro para la sociedad veracruzana y que hubieran abierto una carpeta de investigación contra los arbitrarios y abusivos policías. Preocupantemente para los veracruzanos, todo seguirá igual. La fiscal permanece impune. Nosotros, todos, expuestos, indefensos, a ser las próximas víctimas.

Cisneros y Marlon, brothers

Quién dice que en Veracruz no hay acercamiento, diálogo, negociación, entendimiento, acuerdo…

Los chaneques xalapeños cuentan que la noche del lunes pasado el dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, recibió una llamada de la exdiputada local de su partido, Erika Ayala Ríos, y tan pronto terminaron el diálogo montó (como dicen los españoles) en su camioneta y fue al encuentro de su compañera en un sitio convenido.

Lo que les sorprendió fue que atrás de él  llegó el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, quien de inmediato se unió al dúo.

Se trató, según esos seres que aparecen sobre todo de noche y juegan bromas pesadas, de un convivio salpicado de cena y botanas, de brindis, de anécdotas, de plática de vivencias, de todo lo que platican los cuates.

Pero uno habría sido el tema central y que dominó: la penetración, el crecimiento, la presencia y la fuerza que ha logrado el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna como aspirante a la candidatura de Morena a la gubernatura del estado.

Y así, entre chascarrillos y choque de copas y de vasos, las paredes habrían oído que Cisneros logró el compromiso del priista de sumársele para combatir al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados a fin de “bajarlo”.

Además, también para sumársele en su aventura de ser él el candidato a suceder a Cuitláhuac García, o bien a Rocío Nahle. Se habrían despedido en las primeras horas de la madrugada del martes con un nos va a ir bien, ya lo verás.

Cómo ha crecido Sergio, caray, cuánto les preocupa que no pueden con él que hasta vejigas andan buscando para poder flotar y navegar.

Pepín Ruíz y las benditas redes sociales

El que le está apostando todo a las redes sociales es Pepín Ruíz, político ampliamente conocido de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río (últimamente me he dejado caer por allá).

A Pepín se le puede ver en una nueva faceta, hasta innovando si se quiere, aprovechando la importancia y trascendencia que tienen las redes sociales, para apoyar a la gente trabajadora y emprendedora.

Un seguimiento en las redes muestra que disfruta ayudando a la gente; se ve “natural”, como que aprendió algo en su carrera dentro de la función pública.

Hay un dato que llama la atención: en solo cuatro meses ha impactado más de millón y medio de cuentas a través de su página de Facebook y en Tik Tok tiene ya más de tres millones de likes, solo en el municipio de Veracruz.

Parece que Pepín se reposiciona en la sociedad porteña. Y varios políticos lo tratan de imitar en su apuesta en las redes. Lo importante, eso creo, por encima del crecimiento que tiene, es que ayude a quienes quieren salir adelante.

 

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