Los veracruzanos hemos tenido muchas afrentas, en el ayer y el hoy. En el uno la corrupción galopante y en el segundo la ignorancia supina. No exento también de voracidad. A tres años de la administración actual, no hay beneficios palpables para la ciudadanía. En la ignorancia de cómo gobernar, nos arrastran al caos. Gobierno, Salud, Seguridad y otras más que reciben cientos de millones de pesos, que al parecer no aplican. Es un desorden total y continuamos-aunque ellos tengan otros datos-con primeros lugares nacionales en feminicidios, secuestros, desaparecidos y violencia extrema. No pueden engañarnos, porque las redes sociales y la prensa documentada lo registra diariamente. La corrupción permea en los altos mandos del gobierno y se extiende hasta los cargos de menor importancia. Están en el año de Hidalgo. La falta de paridad legislativa, llega al congreso. Es un caos que escandaliza y sin embargo las máximas autoridades federales, son ciegas y sordas al reclamo. Tenemos que regresar al civismo, que honra a la Patria. Inconformarnos con estos abusivos de retórica con el pasado, que inculpan y no asumen su responsabilidad. Veracruz no merece gobiernos, que sólo se dedican a saquear y no muestran los beneficios para los que se les paga. Hasta cuando?
ENMOLADAS
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