El presidente de México, es el gran protector de todo tipo de delincuencia organizada. El líder de MORENA, tiende su manto protector a narcos, violadores, pederastas, manoseadores, viciosos, corruptos, ineptos e ignaros. Al igual que un Dios, extiende el perdón a todos los pecadores que son saneados por su gracia. No importan aquellos que por sus omisiones son culpables, en el ayer y el hoy, de la perdida de cientos de miles de connacionales. Responsables, con nombre y apellido, de la tragedia del Metro con cobertura internacional. El manejo irresponsable del Covid 19 y la vacunación, que suscribe el libro “Un Daño irreparable”, que nos coloca en 4º lugar a nivel mundial de muertos y contagios. Algo que se pudo haber evitado, pero la necedad, ignorancia y poder absoluto no lo permitió. Con registro, de que se pudieron evitar casi 200 mil muertos. La incapacidad de soldados y marines convertidos en albañiles, cuando la violencia extrema crece sin que nada ni nadie les frene. Una policía corrompida hasta los tuétanos, que no sirve sino se sirve. Un candidato a gobernador de Sonora, premiado por su ausencia en la Seguridad, en el clásico presidencial “abrazos no balazos”. *** Salgado Macedonio, la Torita, Gatell, Ebrard, Sheinbaun, Clara Luz Flores, Epigmenio Ibarra, Huerta. Los Delgado, los Monreal, los López Obrador, los Ackerman, los Padierna, los Bartlett. El nepotismo, que es también corrupción, de los más ilustres morenazos. Esa pasión con que MORENA defiende a los infractores, a costa de su propio prestigio y dignidad. Solo en la clase política nacional, se puede observar que los lideres camarales- cual porristas- den abiertamente la cara por sujetos acusados de violación y pederastia. Que encabecen a los acarreados para el tema y se confronten abiertamente, con sectores sociales importantes. Que avalen con su presencia aquello de que “me los voy a chingar, desde el senado”- refiriéndose al INE- y otras sandeces más que rayan en la ignorancia, vulgaridad y violencia. Mientras el 35 por ciento del país, está controlado por la delincuencia organizada, nuestras autoridades en vez de aplicar la ley y el orden, son los más visibles agresores. Lo más preocupante es que mantienen el fuero y cultivan la impunidad dentro de la misma casta presidencial. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
EL GRAN PROTECTOR
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