No se puede llamar a la concordia, cuando diariamente se insiste en ofender a diferentes sectores de la población. Fastidia el trillado asunto de la culpabilidad al pasado y la creación de distractores, para desviar la atención del fracaso de gobierno. Un Estado fallido a toda vista, con faltas de garantía para la Salud y Seguridad. Nadie pidió el rescate, fue propuesto y ante el cansancio, fastidio – como ahora- se volvió a apostar por el cambio, que al igual que antaño no llega. Presente la visualización de Luis Donaldo Colosio, en su sentir de un México con hambre y sed de justicia. Aumentó diez millones la pobreza y el 70 por ciento de los mexicanos, difícilmente tiene acceso a la canasta básica. Inseguridad, enfermedad, desempleo, incertidumbre, caos, ausencia de gobierno el sello de la administración de MORENA. Presidente, gobernadores, alcaldes, presidentes municipales, secretarios de estado, funcionarios públicos ineptos, omisos y corruptos. Establecía la gran Sor Juana Inés de la Cruz “quién peca más, el que peca por la paga o el que paga por pecar”. Se insiste en ofender la inteligencia de los mexicanos y eso no pueden los contribuyentes permitirlo, porque pagan para que sirvan con eficiencia. *** PRI, PAN y sanguijuelas de partidos bonsái, le deben todo su bienestar a los mexicanos. Sus vidas de monarcas, que mantiene el erario y les encumbra a niveles nunca soñados. La narco política déspota, soberbia, ignara que viven en la opulencia, mientras la mayoría carece de lo estricto. El vil engaño y la mentira contumaz, que arrastra al vulgo al fanatismo. El Peje Lagarto resultó más lo segundo que lo primero. Escurridizo, ladino, pragmático ni la muerte de su hermano y la paraplejia de uno de sus amigos, ha tocado su corazón. En la balanza de sus logros, los faltantes son más. Su ego es más fuerte que el de López Portillo y Enrique Peña Nieto. Nos han dado gato por liebre y una gran mayoría aun así no logra distinguirlo. Al igual de cuando un ser querido va a fallecer y uno se aferra, que un milagro vendrá. Pobre México. Ya éramos muchos y parió la abuela, establece el verdadero pueblo sabio. Dicen que al poder se llega como las Águilas o como las serpientes. En nuestra desprestigiada clase política nacional, los rastreros son los dueños con sus intrigas de palacio- como Ackerman- donde el servilismo y la pérdida de dignidad perfilan. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
LA CONCORDIA
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