Fue lo mejor. Para qué desgastarse, en un gobierno tan cuestionado y fracturado. Con un presidente de solo 30 millones-a estas alturas pueden ser menos de la mitad-que gobierna para un solo sector. Que no se le entiende. Descontrolado y no aceptando, que no sabe gobernar para todos. Ricardo Ahued gana. Regresa al Senado, donde será voz discordante. Como tiene congruencia, es aliado de la Nación. Ante la desaparición de la oposición, se empieza a crear una en el mismo seno de MORENA. Tiene que ser, si quieren subsistir. Ese partido se parece más a lo que el Peje, todos los días, invoca: a los neoliberales. Hay personajes innombrables e impresentables, como en el ayer. El regreso de Ahued, será un soplo de aire fresco. Su honestidad y bondad-reconoció Amlo- son virtudes que poco existen en la política. Es un aliento para los veracruzanos, que padecen la imposición de un gobernador mediocre, omiso, inepto, corrupto e ignaro. Muy lejano de la población, que lo rechaza abiertamente. Que sabe es un capricho del mandatario el sostenerle, solo porque lo quiere como un hijo. De eso se aprovecha e incumple con sus deberes fundamentales. Tiene su estado más muertos por la delincuencia, que por el Covid. Ni mencionar las condiciones deplorables, en la salud y la educación. Hoy tendremos quien seguramente escuchará y desde su trinchera – en donde hay ausencia de la representación veracruzana-trabajará, para que las autoridades correspondientes escuchen sus reclamos. Bienvenido Senador, Ricardo Ahued Bardahuil.
ENMOLADAS
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