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Gobernadores quieren su país propio

by Ángel Álvaro Peña

La oposición acepta tregua y ataca. Convoca a la unidad y divide. Todo por hacerse notar, por tener un lugar en los medios y reflectores para brindar imagen renovada ante su cada día más reducido público.

Las presiones que cada grupo por su lado hace contra el gobierno federal no sólo difunde noticias falsas y de poca duración, sino que no logra hilvanar sus propuestas con otros grupos disidentes y cada uno de ellos no sólo parece ridículo sino aislado. Los gobernadores de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas pidieron que el gobierno federal revise el pacto fiscal, porque aseguran que producen más de lo que reciben.

Un rumor que impera en Nuevo León asegura que ellos mantienen al resto del país, pero sobre todo al sureste, por lo que desde hace años lo adoptan como verdad y quieren, en compañía de Chihuahua, incluso separarse de la federación y hacer un país independiente, que, desde luego, dependería más de Estados Unidos.

Pero a esta propuesta, ahora se une el gobernador sin rumbo Enrique Alfaro, de Jalisco. Un hombre que, de desmoronarse su partido no es de dudar que una vez que pierda su registro pida afiliarse a Morena.

Pero, a diferencia de Miguel Riquelme, priista de Coahuila; Francisco García Cabeza de Vaca, del PAN, de Tamaulipas; y Jaime Rodríguez, el “Bronco”, de Nuevo León, “independiente”, no quiere separar al país, se monta en un proyecto cuyos objetivos e historia desconoce. Ahora, junto con los separatistas pidió una revisión de ese recurso.

Producto de ese desconocimiento elemental del proyecto en el que oportunistamente se suma, Alfaro advirtió que de no analizarlo se separaría de la federación, es decir podría crear la hermana república de Jalisco, simplemente porque el ingenuo militante de lo que queda de Movimiento Ciudadano considera que puede ser autosuficiente.

La verdad es que los personajes de su partido han dejado mucho que desear, empezando por su líder nacional, el expresidiario Dante Delgado, quien todavía no sabe dónde colocar a su grupo de militantes que ya no puede llamarse partido, si a la izquierda, a la derecha, o todo lo contrario.

Dante tiene tan extraviada la brújula que nunca se dio cuenta de que su único gobernador Enrique Alfaro, en su tarea por negarse a recortar su financiamiento para donarlo al combate del Covid-19, lanzó una publicidad con señales nazis para convencer a sus seguidores, acompañado de una imagen identificada con el nazismo, cuya ideología fue impuesta por el régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945 con la llegada al poder de Adolf Hitler. El periodista de Proceso Álvaro Delgado pidió, sin obtenerla, una explicación a Enrique Alfaro Ramírez.

Pero cuando todo mundo pensaba que Movimiento Ciudadano era el club de Toby, donde sólo habitaban hombres, surge un personaje pintoresco desde la tenebrosa militancia de esa organización, quien exaltada y fuera de sí, recomienda con palabras propias de otros niveles de la burocracia jalisciense, no salir de casa. Lorena Gómez Haro, directora de Relaciones Públicas del municipio de Zapopan, y militante de ese grupo, emerge del anonimato con una estridente postura en busca de reflectores. La funcionaria regaña exaltada y violenta a los jaliscienses que se fueron de vacaciones como si fuera su madrastra y sólo da a conocer sus propias deficiencias.

No cabe duda de que hay formas de hacer oposición, de mostrar inconformidad, de expresar descontento, pero estas de algunos gobernadores cuyos partidos salieron muy mal en las más recientes elecciones son en realidad de pena ajena, pero la de los militantes de Movimiento Ciudadano, dan lástima.

La nueva organización fiscal que pretenden algunos gobernadores de oposición es un trabajo que ellos mismos no saben realizar, su visión reducida de la realidad del país les impide hacer un trabajo eficiente al respecto. Sólo usan el proyecto como una amenaza para que se les otorgue más dinero a sus entidades y se convierta de nuevo cada gubernatura en un virreinato como sucedió desde la época de la Colonia hasta hace poco menos de dos años.

Los gobernadores que, si bien están en la oposición, saben lo que este proyecto significaría, señalan que no se politice la crisis sanitaria. Los gobernadores de Hidalgo y Oaxaca, Omar Fayad y Alejandro Murat, pidieron unirse para enfrentar la emergencia sanitaria por Covid-19.

El gobernador de Oaxaca dijo que en este momento México necesita la unión de políticos, empresarios y sociedad civil por la situación que se vive por el coronavirus.

Esto de repensar el país, de crear un nuevo esquema fiscal por simples recortes ante la emergencia, no tiene otro fin que desestabilizar, estos gobernadores, desconocen mucho de lo que es ver el país en su totalidad, porque es evidente que apenas y pueden controlar lo que sucede en sus estados. PEGA Y CORRE. – Hay quienes critican por criticar sin conocer el contexto en el que se desarrollan los hechos. Cuando el Presidente anunció un informe en el patio de Palacio Nacional, el domingo 5 de abril, no convocó a nadie por la epidemia de coronavirus. La imagen del jefe del Ejecutivo con unos cuantos funcionarios públicos alrededor sirvió para que algunos dijeran que ya no contaba con las simpatías de la población. La misa del Papa Francisco se realizó sin gente por la misma razón, pero ahí sí advirtieron esos mismos medios, que se debía a que se canceló el acto masivo por causas de sanidad. No es cuestión de enfoques, es consigna permanente… Esta columna se publica los lunes miércoles y viernes.

 

angelalvarop@hotmail.com

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