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Los ataques perpetrados al empresario Nicanor Moreira, solo indican que el PAN, PRI y PRD están nerviosos con su crecimiento. La violencia y diatriba más sus actos de corrupción, tienen en crisis a la partídocracia y clase política. No cambian, no saben jugar limpio, son lacras. Nicanor trae un diálogo, que no discurso, ciudadano que la población empieza a entender. Lo aceptan con agrado porque no les ofrece, más que atender los problemas con acciones viables.Tal vez no un Disneylandia , como el candidato del PRI, pero si acciones coherentes.
