Vaya fichita resultó el hijo del Secretario de SEDESOL en Veracruz, Guillermo Fernández Sánchez, quien incrustó a su hijo Luis Guillermo Fernández Córdoba como Subdirector de Ingeniería y Compras de la Dirección General de Aeronáutica Civil, perteneciente a la Oficina del Gobernador, con sede en el Aeropuerto de El Lencero, muy cerca de Xalapa. Relatamos la falta de perfil de este júnior, pero además, nulo compromiso para el cargo, ante sus múltiples ausencias en el lugar donde labora y también, estar involucrado en escándalos, al haber sido protegido en un accidente, en el cual, en estado etílico, Luis Guillermo Fernández chocó y pudo haber provocado una desgracia. Les cuento, inteligentes lectoras y lectores…
El “hijito” y su papá, el titular de la Secretaría de SEDESOL, Guillermo Fernández Sánchez, los dos no son “honestos”, como presume el Gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, pues ya habíamos advertido que este Júnior no tiene perfil para el puesto, como lo publicamos el 1º de mayo de este año, con la liga: https://plumaslibres.com.mx/2019/05/01/sin-perfil-hijo-del-secretario-de-sedesol-incrustado-en-aeronautica-civil/… Bueno pues ahora, Luis Guillermo Fernández Córdoba no se presenta a su lugar de trabajo, argumentando realizar operatividad en Palacio de Gobierno. Pasan semanas sin acudir al Aeropuerto El Lencero y cuando se aparece, llega en estado etílico y de manera prepotente. Además, lo tildan de flojo, infinidad de ausencias, no le gusta trabajar y con un grave problema de alcoholismo, aun cuando tiene la importante encomienda de ser Subdirector de Ingeniería y Compras de la Dirección General de Aeronáutica Civil. Pasan hasta tres semanas sin acudir a su centro de trabajo.
Y esto no es todo… Nos enteramos que hace un mes y medio, aproximadamente, Luis Guillermo Fernández estuvo involucrado en un accidente, chocando la camioneta de su papá e impactándose en la parte trasera de un camión de limpia pública. El informe de la Secretaría de Seguridad Pública confirmó que Luis Guillermo venía totalmente alcoholizado, pero tuvo apoyo desde Palacio de Gobierno para no remitirlo a Tránsito, ni tampoco dar parte a las autoridades correspondientes. Tampoco lo supo la fuente policiaca y si tuvieron conocimiento, callaron dicho suceso. El Secretario de SEDESOL mandó a un asistente, quien se hizo cargo de los gastos e intervino la Aseguradora, manipulando todo el parte informativo, omitiendo que el Júnior estaba alcoholizado.
Luis Guillermo Fernández dejó de laborar tres semanas, pues presentaba golpes en la cara y cuerpo y éste siempre ha sido el dolor de cabeza de su padre Guillermo Fernández Sánchez, desde que era secretario particular de Cuitláhuac García, cuando este último era diputado federal. Y esto no se hubiese sabido, si no fuese porque al Director del Aeropuerto El Lencero, Héctor Cortés, le notificaron del accidente y justificar la ausencia del hijo del Secretario de SEDESOL en Veracruz…
Y ha sido tanta la incapacidad de Luis Guillermo Fernández Córdoba, que su papi, el Secretario de SEDESOL, le puso a dos asesores para que le hicieran el trabajo en la Subdirección de Ingeniería y Compras de la Dirección General de Aeronáutica Civil, pues es la fecha en que Luis Guillermo no sabe ni el estatus de las aeronaves, ni las compras y mucho menos, la operatividad como subdirector de Aeronáutica Civil.
Sería interesante conocer las asistencias de Luis Guillermo Fernández a su centro de trabajo y los justificantes en infinidad de faltas en la dependencia de Aeronáutica Civil, en el Aeropuerto El Lencero… Y es tan descarado Luis Guillermo Fernández, que tiene a su exmujer en nómina de SEDESOL, para no pagar la pensión alimenticia a sus hijos… Prefiere meterla como trabajadora, en lugar de dar un porcentaje de su sueldo…
Y el tema de la renuncia de Esteban Ramírez Zepeta, será para próxima entrega, pero no debemos olvidar los negocios poco claros de Ramírez Zepeta, con la administradora y Contadora Pública Nayeli Cruz León y el propio Luis Guillermo Fernández Córdoba, quienes realizaron presuntas “reparaciones” a los tanques de combustibles del Aeropuerto El Lencero, teniendo anomalías y evidenciando actos de corrupción, al facturar millones de pesos por un tanque que no requería mantenimiento, ni existen aeronaves que vuelen lo suficiente, como para llenar un tanque de esa capacidad. Y debemos incluir en esta transacción fraudulenta, al Director de Aeronáutica Civil, el Capitán Héctor Cortés…
Cabe destacar, que Luis Guillermo Fernández Córdoba asegura ser “Capitán” y tener estudios de aviación, cuando se ha comprobado ser una mentira y usurpación de funciones…Es más, cuando le preguntan en qué escuela de Aviación estudió, Luis Guillermo asegura sólo haber sido en la Ciudad de México… Increíble, que los nuevos funcionarios de Cuitláhuac García aprendieron rápido a hacer negocios, igual que en las anteriores administraciones estatales y ser curioso, la aun permanencia y seguir laborando en Aeronáutica Civil, del exdirector Alejandro Morales, quien nadie se explica por qué continúa ahí, de bajo perfil y cobrando mes con mes…
Alguien deberá investigar, que en el honesto Gobierno de Cuitláhuac García, existen funcionarios como Luis Guillermo Fernández Córdoba, quien no asiste a trabajar por semanas, con el pretexto de estar en otras encomiendas en Palacio de Gobierno y lo curioso, es que preguntando, nadie lo conoce, ni existe antecedentes de sus visitas a oficinas del Gobernador o del Secretario de Gobierno. Lo cierto, es que se protege a un enfermo de alcoholismo, por el simple hecho de ser el hijo del Secretario de SEDESOL en Veracruz…
Y las veces que “trabaja” Luis Guillermo Fernández, como Subdirector de Ingeniería y Compras de la Dirección General de Aeronáutica Civil, ha recibido un sin número de regalitos y gratificaciones, por parte de proveedores, siendo las mismas prácticas que realizaba el Ingeniero Alejandro Morales…Entre Luis Guillermo Fernández y Nayeli Cruz León, quien se ostenta como administradora de la Oficina del Gobernador, tomaron la decisión de que ellos manejaban costos de todo trabajo a realizar, manejando montos extremadamente elevados a los reales, como ocurre a cierta empresa que desde la administración de Fidel Herrera Beltrán daba muy buenos moches…
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