Los gobiernos totalitarios, asesinan a los mensajeros. Los déspotas, los segregan. Los dictadores terminan con ellos. Pero los periodistas sobrevivirán a todo, porque registran los sucesos que fincan las historias de los pueblos. Son los jilgueros, que anuncian los acontecimientos. Quienes día a día, arriesgan su vida en la cobertura de desgracias ambientales o en el frente de un combate. Que se mezclan en los ambientes más sórdidos, para extraer historias amargas o felices que acontecen en todos los extractos de la sociedad. Un gremio muy abandonado, que no cuenta- la mayoría- con los fundamentales apoyos para vivienda o salud. Es un espectro de muchos años y suficiente conocido pero no atendido. Cuando se arremete contra las empresas periodísticas responsables, se terminan con fuentes de trabajo de muchas personas. No es permitida la segregación, por no compartir criterios aunque se esté equivocado Es un derecho constitucional, la libertad de expresión. Como cualquier otra profesión, hay vicios y corrupción pero también hay quienes están comprometidos. Los periodistas nacionales son en el mundo, de los más amenazados, señalados y aniquilados. Ojala algún día, se les respete como merecen. *** El gobierno de AMLO, debiera llamar a cuentas a los líderes sindicales. Los que existen en éste país son inmensamente ricos, producto de su corrupción y el manejo del dinero de sus agremiados. También es historia antigua, pero son intocables porque significan un capital electorero. Hay que hacer juicio político a Carlos Romero Deschamps, que ha manejado el sindicato-desde 1996- como su caja chica y permitido todo tipo de abuso. Igual es la cabeza de alguna banda importante de huachicoleros. Todos estos vándalos, repetidas veces son senadores y diputados, protegidos por el fuero. Lo ridículo del dinosaurico líder, con el respaldo a la estrategia contra el robo de combustible es el “colapso de la dignidad”, parodiando al libro de Napoleón Gómez Urrutia otro cínico. Una banda que han robado a la nación, a manos llenas y además lo exhiben. *** Si los veracruzanos no participamos, dejaremos en manos inexpertas el manejo del cuantioso presupuesto destinado, principalmente, a la salud y educación. Urge inyectarle recursos a la salud en el estado, pues es muy lamentable la situación por el saqueo. Los hospitales carecen de lo estricto, en todos sentidos. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.
EL MENSAJERO
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