Mientras miles de mexicanos ondeaban con orgullo la Bandera nacional por el triunfo de Fátima Bosch la imagen de la mancillada el 15N indigna en el recuerdo. El triunfo de la tabasqueña fue una gran satisfacción. La cuarta Miss Universo mexicana dio gran satisfacción en un ambiente festivo. Abatidos a diario por los crímenes atroces del terrorismo que se vive con el narcotráfico fue un paliativo. Volvió el orgullo de ser mexicano que se opaca con esos acontecimientos que nos avergüenzan a nivel mundial. México es más grande que sus gobiernos. El mensaje de Fátima es importante: la mujer debe expresarse con libertad y exigir sus derechos. Las madres de asesinados, desaparecidos, secuestrados, enfermos deben continuar su noble lucha con toda la fuerza que solo las mujeres tienen. Son guerreras y no pueden seguir callando las vilezas de las que son objeto sobre todo las madres. Exigir justicia es un derecho constitucional no una graciosa concesión.