SECTUR: No se debe normalizar el maltrato, ni la violencia verbal en el servicio público.
Cartas a la redacción:
Me permito dirigirme a usted para hacerle de su conocimiento una situación sumamente preocupante que se vive dentro del Centro de Justicia para Mujeres del Estado de Veracruz, relacionada con la fiscal Obdulia Vidal Suárez, quien desde hace tiempo ha incurrido en conductas que considero violentas, arbitrarias y contrarias a la función pública que desempeña.
He decidido compartirle esta información porque temo por mi seguridad e integridad física. Desde que he cumplido con mi trabajo de manera profesional y he logrado que algunos asuntos sigan el curso legal que corresponde, aun cuando eso ha afectado intereses personales o económicos, la fiscal Obdulia Vidal Suárez ha comenzado a violentarme constantemente, utilizando su cargo y sus influencias para intimidarme y hostigarme, utilizando la relación laboral para ejecutarlo.
Incluso, han prevalecido amenazas indirectas hacia mi persona, de las cuales, no sé si el propósito sea únicamente atemorizarme o si realmente pretenden llevarlas a cabo, lo que me mantiene en un estado de preocupación constante. La fiscal acostumbra a utilizar sus influencias para quitar del camino a las personas que le estorban en sus fines personales o profesionales y temo convertirme en una de esas personas.
Además, temo por mi integridad porque incluso me he percatado que ha accedido a mi dispositivo móvil, utilizando herramientas y contactos que pudiera tener a su alcance, con la intención de indagar sobre mi vida personal, lo que incrementa mi sensación de vulnerabilidad y riesgo.
Por esta razón, me encuentro actualmente en riesgo de perder mi trabajo, ya que no se ha hecho caso a la violencia que sufro por parte de la fiscal, a pesar de que he intentado reportar la situación por los canales adecuados. Mi entorno laboral se ha vuelto insostenible y la protección institucional de la que goza la fiscal, ya que se jacta constantemente de que la Coordinadora de las Fiscales, Lic. Roberta Ayala Luna, es su comadre, lo cual, hace que nadie quiera intervenir.
Con base en lo que he vivido y lo que sé por parte de víctimas y compañeros, la fiscal Obdulia Vidal Suárez ha incurrido en diversas prácticas que perjudican tanto a las personas que buscan justicia, así como al personal del Centro. Entre estas conductas se encuentran:
*Maltrato directo a las víctimas, llegando a obligarlas a redactar por sí mismas sus denuncias.
*Aceptar incompetencias cuando hay dinero de por medio o cuando así le conviene.
*Realizar “no ejercicios de la acción penal” en asuntos a su conveniencia, lo que en la práctica significa dar carpetazo a casos que deberían continuar, situación por la cual, comenzó a violentarme, ya que se le dio seguimiento a una carpeta de investigación que era de su interés dar por concluida.
*Citar a defensas y asesores particulares en horarios inusuales, sobre todo de madrugada, rondando alrededor de las 3:00 de la mañana, cuando sabe que no habrá supervisión o personal presente.
*Asistir a laborar bajo los efectos del alcohol.
*Difundir los números personales de los trabajadores sin su autorización.
*“Vender” procedimientos abreviados con el fin de reducir agravantes y obtener la libertad de los acusados.
*No hacer valer las agravantes o limitarse con el ofrecimiento de datos en audiencia, cuando existe beneficio de por medio.
A pesar de que existen múltiples quejas formales en su contra y que es conocida como una de las fiscales con más señalamientos por parte de las víctimas, recientemente fue reconocida como la “mejor fiscal”, algo que genera descontento e indignación entre quienes conocemos su manera de actuar. Ella misma presume tener una relación de compadrazgo con la fiscal coordinadora, lo que según sus propias palabras, le da protección y la hace sentirse intocable.
Además, es conocida por violentar al personal, asumir jerarquías que no le corresponden y delegar funciones fuera de su competencia y de la de otros servidores públicos, que ni la misma legislación en la materia otorgan. Incluso ha iniciado actos de investigación sin la existencia formal de una denuncia previa, lo cual, contraviene los procedimientos establecidos.
Me preocupa profundamente que, a pesar de todas estas situaciones, ninguna autoridad haya tomado medidas. Quienes trabajamos cerca de ella sabemos que goza de protección institucional y eso ha generado un clima de miedo, impunidad y silencio.
Por este medio quiero hacer público mi temor a sufrir represalias o a que algo me suceda. No busco protagonismo ni conflicto, solo quiero que se conozca la verdad y que se actúe conforme a la ley.
Asimismo, solicito atentamente que se invite a las víctimas y a todas las personas que han sufrido violencia por parte de la fiscal Obdulia Vidal Suárez a ejercer acciones legales en su contra, para que la ley la alcance y se le finquen las responsabilidades que correspondan. Pido también que se investiguen a fondo sus antecedentes y las múltiples situaciones en las que ha estado involucrada, pues es urgente que se esclarezca el grado de impunidad con el que ha actuado durante tanto tiempo.
Le pido, por favor, que mantenga la discreción respecto a mi identidad, pues temo que algo me pueda suceder. Mi único interés es que se preste atención a lo que ocurre y que se garantice justicia tanto para las víctimas, como para los trabajadores que hemos sido afectados por sus abusos.
***SECTUR: No se debe normalizar el maltrato, ni la violencia verbal en el servicio público.
Por medio de la presente quiero hacer una denuncia pública sobre la situación que se vive al interior de la Secretaría de Turismo (SECTUR), donde varios trabajadores hemos sido testigos y víctimas de maltrato, prepotencia y falta de liderazgo por parte de algunos funcionarios.
En esta dependencia se respira un ambiente hostil. No hay trabajo en equipo, no hay coordinación, ni dirección clara. El subsecretario, quien debería encabezar los esfuerzos institucionales, se mantiene ausente de las tareas sustantivas y únicamente aparece en eventos y fotografías, sin atender los problemas reales del personal, ni del sector.
Lo más preocupante es el trato que varios directores dan al personal, con actitudes déspotas, violentas y ofensivas. En repetidas ocasiones han utilizado palabras subidas de tono, groserías y expresiones humillantes, dirigidas tanto a mujeres como a hombres, lo que ha generado un ambiente de tensión, miedo y desmotivación.
Además, se ha optado por poner a disposición a personal con experiencia y conocimiento en los temas turísticos, mientras que se favorece a personas sin perfil adecuado o con poca disposición para trabajar en equipo. A esto se suman comentarios pasivo-agresivos y descalificaciones constantes, que deterioran el clima laboral y afectan directamente el desempeño institucional.
Quienes trabajamos en SECTUR queremos cumplir con nuestras responsabilidades y aportar al desarrollo del turismo en el estado, pero es muy difícil hacerlo bajo un ambiente donde predomina el autoritarismo, la falta de respeto y la impunidad interna.
Por esta razón, solicitamos que se visibilice esta situación, pues consideramos que no debe normalizarse el maltrato ni la violencia verbal en el servicio público y menos en una dependencia que debería ser ejemplo de trato digno y profesionalismo.
Dudas y comentarios: claudiaguerreromtz@gmail.com
Visite: www.periodicoveraz.com y www.claudiaguerrero.mx
Facebook: https://www.facebook.com/www.claudiaguerrero.mx
Twitter: @cguerreromtz
Instagram: claudia.guerreromtz
TikTok: @claudia.guerrero53