Una frase pegadora, periodística y de mal agüero

Cuando al final de su informe en Palacio Nacional la presidenta Claudia Sheinbaum dijo: “Vamos bien y vamos a ir mejor”, de inmediato recordé que Fidel Herrera dijo casi lo mismo: “Vamos bien y viene lo mejor”. La diferencia es que la presidenta mencionó la frase en el primer año de su gobierno y con el plausible deseo de darnos a todos para arriba. Y Fidel la soltó al final de su mandato cuando los asesinatos, desmembrados, secuestrados y desaparecidos ya se contaban por docenas en Veracruz.

Y quiérase que no, al volver a escucharla se me erizaron los vellos del espinazo porque lo que vino después de Fidel fue Javier Duarte y con él aumentaron los asesinatos, los desmembrados, los secuestros y desaparecidos y hubo un robo descomunal a las arcas estatales.

Por lo pronto a la doctora le fue muy bien ayer, tan bien como les va a todos los presidentes que informan a la nación por primera vez. Y no podía ser de otra manera cuando economía va para arriba, la violencia va para abajo, aumentó el turismo, disminuyó la pobreza, el peso está fuerte y el abasto de medicamentos es de más del 90 por ciento. Además, hay avances en educación, infraestructura, vivienda, relaciones internacionales y derechos de las mujeres porque “llegamos todas”.

¿Mejor? Imposible para un primer año.

Aunque no faltaron los prietitos en el arroz.

No bien terminó su informe, Claudia fue desmentida por Alejandro Barbosa, presidente de la organización Nariz Roja conocida por apoyar a niños con cáncer que la cuestionó. “El 90 por ciento que refiere usted de medicamentos, que lo refiere a nivel nacional, es mentira. La invito a que vaya al Hospital de la Niñez Oaxaqueña, a los hospitales civiles en Guadalajara, a los hospitales públicos donde se atienden niños con cáncer”.

Pero nada como para opacar el evento; peccata minuta de un “contreras” de esos que nunca faltan. De un fifí enviado seguramente por Carlos Salinas, Felipe Calderón, Claudio X González y otros enemigos de la 4T, que no quieren aceptar que se acabó la época de los privilegios porque ahora el pueblo manda.

La nota de color la dieron Adán Augusto López y Andy López Beltrán, que si estuvieron en primera fila en el discurso que Claudia pronunció el 9 de marzo en el Zócalo, ayer fueron enviados a la cuarta y quinta fila respectivamente en Palacio Nacional.

Por lo demás no hubo nada nuevo para contar porque la presidenta repitió lo que ha dicho en sus mañaneras.

En lo personal lector, me quedo con la frase: “Vamos bien y vamos a ir mejor” por pegadora y periodística. Tanto que seguramente será replicada hoy en gran parte de los medios nacionales, como en tiempos de Fidel la replicaron en todos los diarios estatales.

Pero aguas porque la frasecita resultó una pesadilla para Veracruz, sin contar con que Fidel dejó la entidad regada de cadáveres y con una deuda nunca antes vista de 14 mil millones de pesos (que Javier Duarte triplicó). Claudia Sheinbaum llegó a la presidencia y se encontró con 200 mil asesinatos violentos del sexenio anterior. Además de recibir de herencia 7 billones de pesos de deuda que le dejó su antecesor.

Úchale…

¿Será que en efecto viene lo mejor?

bernagup28@gmail.com

 

 

 

 

 

 

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