La presidenta de México, discretamente, se está abriendo de todo lo que huela a AMLO.
La administración de Donald Trump operó lo que nadie había podido en México: Descarriló a la 4ª Transformación y al Partido Morena, evidenciando a presuntos “honestos y del cambio”, para demostrar con pruebas, ser corruptos y amafiados con cárteles mexicanos, así como comprobar que el Ejército Mexicano y la Marina, Armada de México operan negocios en el robo de combustible y el huachicol fiscal, comandados por altas esferas mexicanas, coludiendo a empresarios y políticos, entre ellos, los hijos del que se ostentaba como “honesto”, el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Este 17 de septiembre, la Fiscalía General de la República reconoció la existencia de una de varias carpetas de investigación en contra de los hijos del expresidente López Obrador por huachicol fiscal, tras el aseguramiento de un buque tanque con 10 millones de litros de diésel ilegal en Tampico, Tamaulipas. Y era combustible para los campos de siembra, en la elaboración de drogas, por parte de cárteles mexicanos, quienes fueron protegidos en anteriores gobiernos federales y en abierto, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Y este expediente fue investigado por la DEA y Estados Unidos. Y fue entregado al gobierno de Claudia Sheinbaum y la presidenta de México, por su cercanía con López Obrador, sabía a detalle sobre el enorme robo de combustible y ella no había movido un sólo dedo para impedir este robo millonario a favor de grupos criminales, porque cumplía las órdenes de su mentor y de su partido político MORENA.
Con base al huachicol fiscal, surge el testigo protegido de la FGR, el capitán Alejandro Torres Joaquín, exdirector aduanal, con distintivo “Santo”, quien reveló una red de protección desde lo más alto del poder del gobierno de Morena, bajo la operatividad del expresidente López Obrador. Y luego, la petición de amparo interpuesto por los hijos de AMLO, “Andy” y “Boby” López Beltrán para tener acceso a la carpeta de investigación en curso, bajo las órdenes de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Y fue Carlos Loret de Mola, en su Portal Latinus, quien reveló que en una de las declaraciones del testigo protegido “Santo” reveló que “Andy” López Beltrán, como representante del Gabinete de su padre, Andrés Manuel López Obrador, es quien protegía la red de huachicol fiscal, como lo dio a conocer con la liga: https://x.com/CarlosLoret/status/1966879956937699801 donde el periodista expone: “Un hijo de AMLO protegía la red de huachicol de los sobrinos del exsecretario de Marina. Así lo implicó un testigo en el expediente de la FGR”.
Y esta colusión con grupos criminales de muy alto nivel, no se sabría, si no fuese por los testimonios de Ismael “El Mayo” Zambada, Joaquín Guzmán Loera, así como sus hijos Ovidio y Joaquín Jr., quienes detallaron toda la red de corrupción y que pagaron millones de dólares para funcionarios de altas esferas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y recordemos que este expresidente y fundador de Morena siempre se ostentó como honesto, cuando en la realidad era un pillo, ladrón y corrupto, junto con sus cercanos colaboradores.
Después de evidenciar el Cártel de La Barredora, vinculado con el Cártel Jalisco Nueva Generación, comandado por Adán Augusto López, actual líder del Senado de la República y su exsecretario de Seguridad Pública de Tabasco, cuando el hoy líder de la JUCOPO en el Senado era gobernador de ese Estado, luego del escándalo de la Barredora, Paraguay detuvo a Hernán Bermúdez Requena por solicitud del Gobierno de México y este 17 de septiembre fue expulsado del país, para que viaje a México y se cumpla con su detención por varios delitos, entre ellos, colusión con grupos criminales y huachicol fiscal, como se da a conocer con la liga: https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/2025/09/17/paraguay-expulsa-a-hernan-bermudez-llegara-a-mexico-para-cumplir-su-orden-de-aprehension/
Y en el análisis político, toda esta investigación de la Barredora y el huachicol fiscal fue bajo las órdenes de la propia presidenta Claudia Sheinbaum y así desligarse de operadores de López Obrador, como Adán Augusto López, los parásitos hijos de AMLO, altos mandos del Ejército y Marina, así como los compromisos con los grupos criminales, para así llevar una nueva administración federal, sin lastres, ni incondicionales del ladrón López Obrador.
Si ustedes se preguntarán si Claudia Sheinbaum quiere quitarse la vigilancia y órdenes de López Obrador, la respuesta es sí. Y si a Claudia Sheinbaum le importa lo que le pase a López Obrador, a sus hijos, a Adán Augusto o a sus operadores, la respuesta es NO y con mayúsculas. Y se confirma que la presidenta le da un poder amplio a Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, quien ya se postula como el candidato natural de Morena y Estados Unidos lo ve con buenos ojos, pues está cumpliendo cada uno de los compromisos y además, limpiar el lastre que secuestra a México, llamado la 4ª Transformación.
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