“El presidente que lo sabía todo”

“Si me engañas una vez, tuya es la culpa. Si me engañas dos, la culpa es mía”. – Anaxágoras.

 

El 28 de septiembre de 2019, en un evento público, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador soltó una frase que, en su momento, parecía un ejercicio de transparencia y contundencia política: “el presidente de México se entera de todo, no hay un negocio jugoso que no se haga sin el permiso del presidente”.

Sus palabras quedaron grabadas en video y hoy, a la luz de los acontecimientos recientes, cobran un matiz distinto: más que una advertencia, parecen una confesión anticipada. El presidente que lo sabía todo. https://www.facebook.com/share/v/15S5TwNQq9/

La puesta en marcha del llamado Operativo Enjambre por parte del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha destapado la cloaca del denominado “huachicol fiscal”: redes empresariales, operadores políticos y servidores públicos implicados en un presunto mega fraude al erario mediante la simulación de facturas y desvíos millonarios. Los números hablan solos: más de 14 detenidos, 200 órdenes de aprehensión liberadas y una madeja que apunta a una red de proporciones inimaginables.

Ante este escenario, la pregunta es inevitable: si López Obrador aseguraba que nada pasaba sin que el presidente estuviera enterado, ¿cómo explicar que durante su sexenio floreciera un esquema de defraudación tan sofisticado y a tan gran escala? La duda es si fue omisión, permisividad o complicidad.

La narrativa oficial busca instalar la idea de que se trata de un golpe quirúrgico contra la corrupción, un parteaguas que marca la firmeza de la actual presidenta frente a los grupos que medraron en el pasado inmediato.

Pero hay quienes leen detrás un movimiento más profundo: un deslinde político con el propio mentor. Sheinbaum, con esta operación, no solo ataca a la red criminal, también envía un mensaje de autonomía, marcando distancia con quien en su momento aseguró que todo lo sabía.

Sin embargo, hay otra dimensión que no se puede ignorar. Las presiones del gobierno de Estados Unidos sobre México para combatir las estructuras de lavado de dinero y crimen organizado han sido claras y constantes.

No es casual que la desarticulación de estas redes coincida con las exigencias de cooperación bilateral en materia financiera y de seguridad. En otras palabras, Operativo Enjambre puede ser tanto un acto de soberanía como una respuesta a la agenda de Washington.

Lo cierto es que la declaración de 2019 ha regresado como un bumerán. López Obrador dijo que el presidente lo sabe todo. Y si sabía, ¿por qué no actuó? Hoy el costo de ese silencio lo paga la credibilidad del propio proyecto político que él impulsó y que ahora, paradójicamente, parece empezar a desprenderse de su sombra.

 

Al tiempo.

 

astrolabiopoliticomx@gmail.com

“X” antes Twitter: @LuisBaqueiro_mx

Related posts

“Mesa Directiva: El circo legislativo de la incongruencia”

“Veracruz: estabilidad y confianza con rostro femenino”

“La UV, botín político y no proyecto académico”