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Dos Garcías al futurismo presidencial

by Ángel Álvaro Peña

El futurismo es cosa del presente en la política mexicana, han empezado a destapar a personajes de la vida pública que pertenecen a Morena, porque se considera que la oposición carece de candidatos y la fuerza del partido en el poder apenas empieza, a pesar de sus errores y críticas que no siempre son reales, pero sí constantes.

En este momento hay dos personajes en la política mexicana que pueden cubrir a satisfacción una candidatura ganadora para 2030, respetando los lineamientos que otorgan a los fundadores de Morena un lugar privilegiado en candidaturas, estaría al frente la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García.

La necesidad de rupturas y puntos de quiebre que deben evitar que el movimiento se haga viejo, da espacio a un joven candidato, que se unió al proyecto político recientemente, Omar García Harfuch, quien pertenece a Morena desde 2019, año en el que se integra como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.

Ambos, desde hace años tienen muchos enemigos, la primera fue blanco de una guerra sucia sin precedente, que intentaba hacerla perder las elecciones en Veracruz; el segundo, tuvo un atentado contra su vida a escasos 9 meses de haber llegado al cargo, en el ataque murieron tres personas, dos de los escoltas del jefe de la policía capitalina y una mujer que circulaba en la zona.

Las sospechas de corrupción que rodean a Rocío Nahle, se centran en tres áreas: enriquecimiento ilícito, vínculos con redes de huachicol y presunta intervención electoral.

Aunque no hay procesos judiciales concluidos, existen denuncias formales, reportes de inteligencia y señalamientos públicos que han generado controversia, desde su gestión como secretaria de Energía, desde donde construyó la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco.

Los factores que integran la guerra sucia para descarrilar la campaña de Nahle fueron enriquecimiento ilícito y propiedades de alto valor.

La cabeza visible de esa guerra fue el empresario Arturo Castagné Couturier, quien presentó una denuncia ante la FGR contra Nahle y su esposo, José Luis Peña Peña, por la adquisición de al menos siete propiedades en Veracruz, Tabasco, Nuevo León y Estados Unidos, valuadas en más de 100 millones de pesos, algunos de esos inmuebles fueron presentados con documentos falsos, según investigaciones.

La gobernadora denunció penalmente a Arturo Castagné, quien debió pagarle 14 millones de pesos por concepto de daño moral, difamación y violencia política de género, según fallo inapelable del juez, dinero que Rocío Nahle destina a un proyecto social.

Además, se le culpa principalmente, desde algunos medios, de permitir la práctica de huachicol, en complicidad con redes criminales en refinerías.

En Coatzacoalcos, una “mini refinería” que Nahle describió como “mezcladora de aceite” fue usada por el grupo La Barredora para refinar huachicol desde 2020, según reportes de Mexicanos Contra la Corrupción, que encabeza Claudio X. González.

Durante la construcción de la refinería Olmeca de Dos Bocas, se documentó el robo de combustible por parte de huachicoleros desde 2022, según El Universal.

Más recientemente Movimiento Ciudadano, principalmente su líder nacional Jorge Álvarez Máynez, responsabilizó a la gobernadora de intervenir electoralmente en Poza Rica, al dar órdenes al Tribunal Electoral de Veracruz de regalarle el triunfo a Morena, cuando ya se había declarado ganador en Poza Rica su candidato, Emilio Olvera.

Todo hace suponer que la guerra sucia continúa y cada vez con mayor fuerza y utilizando a los medios como medios para dar a conocer las presuntas irregularidades de Rocío Nahle, quien, hasta septiembre de este año, se han presentado al menos 35 denuncias penales en su contra, ante la Fiscalía General de la República.

La mayoría de las denuncias fueron presentadas por miembros ligados a la oposición, principalmente del PAN, en casos como las irregularidades durante su gestión en la Sener, relacionadas con contratos, sobrecostos y presunta corrupción durante la construcción.

La mayoría de esas denuncias están en etapa de investigación; no se ha judicializado ninguna. Nahle niega todas las acusaciones.

Quien presentó la mayoría de las denuncias penales fue, entre otros, la diputada federal del PAN, María Elena Pérez-Jaén Zermeño. El monto observado asciende a 533.1 millones de pesos, relacionados con la construcción de la refinería Olmeca, por pagos duplicados, diferencias entre volúmenes ejecutados y pagados, incumplimientos contractuales, excesos en pagos a distribuidores, falta de pago de anticipos, deficiencias en Pemex Corporativo y Pemex Logística.

Contratos bajo sospecha en la refinería Dos Bocas, donde se involucra al esposo José Luis Peña Peña, quien también es acusado de utilizar prestanombre para trabajar con empresas como Grupo Huerta Madre, S.A.P.I. de C.V., y una red de 21 empresas factureras, registradas en casas particulares, locales comerciales y colonias populares de Veracruz y Tabasco, según la acusación, las empresas fueron constituidas ex profeso para recibir contratos millonarios sin licitación pública.

En el caso de Omar García Harfuch, al parecer no ha tenido tiempo de causar agravio al erario, y es muy posible que ni siquiera tenga la intención de hacerlo.

Su pasado es tan glorioso como cuestionable en la historia reciente. México debe a su abuelo, — García Barragán, ex gobernador de Jalisco–, que el 3 de octubre de 1968, no hubiera habido un golpe de estado militar, apoyado por Estados Unidos y ejecutado por él, quien era, en ese momento, secretario de la Defensa Nacional.

El embajador de Estados Unidos, Fulton Freeman, lo invitó a encabeza la asonada militar para despojar el poder al entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, a lo que el general colgó el teléfono, y acompañado por algunos generales fue a visitarlo en la madrugada a Los Pinos, para dar el parte militar y reiterar su lealtad al mando constitucional civil.

Fue uno de los detractores del triunfo electoral de Adolfo Ruiz Cortines y aliado de su contrincante en las elecciones, Miguel Henríquez Guzmán, quien reclamó fraude electoral.

Omar Harfuch, también apodado Batman, por su rapidez y eficacia en la lucha contra la delincuencia, es hijo de Javier García Paniagua, quien se inscribió en el PRI a los 20 años, fue un fuerte precandidato a la Presidencia de la República, en 1982, cuando era presidente del CEN del PRI, desde donde impulsamos su candidatura hacia la Presidencia de la República, no sólo trabajamos con él en ese proyecto, sino coincidíamos con su visión de país, que apoyamos por su nacionalismo.

Fue, además, senador, comandante de la Dirección Federal de Seguridad, secretario de la Reforma Agraria, secretario del Trabajo, encabezó la Secretaría General de Protección y Vialidad, del entonces Departamento del Distrito Federal, cuando era regente Manuel Camacho Solís y el presidente Carlos Salinas de Gortari, cargo que despeñó hasta el 7 de marzo de 1991, cuando fue nombrado director general de la Lotería Nacional, en este periodo tuve la oportunidad de contribuir con la institución y, directamente, manejar su imagen.

Tanto Rocío Nahle como Omar Harfuch han realizado su trabajo con eficacia, han roto récord en muchos de sus proyectos y obras, asombrado hasta a sus propios contrincantes y esto confirma que pueden estar en la plataforma de despegue hacia el cargo político más importante de México.

PEGA Y CORRE.- El supuesto país de las libertades, Estados Unidos, ha censurado más medios y periodistas que Cuba, Nicaragua o Venezuela. Presentó en Florida una demanda por difamación contra el medio The New York Times, cuatro de sus reporteros y la editorial Penguin Random House por 15 mil millones de dólares…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

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