Una de las elecciones más cuestionadas por Morena en el pasado proceso electoral fue la de Poza Rica, donde el candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía, Emilio Olvera, ganó cómodamente a la aspirante del guinda, Adanely Rodríguez. El cómputo arrojó que Emilio obtuvo 15 mil 384 votos por 13 mil 756 sufragios de Adanely. Una diferencia de 1,628 votos que Morena objetó esa misma noche.
Los fraudulentos gritaron “¡fraude!” y exigieron reconteo de votos. El OPLE de Poza Rica dijo que no existían condiciones para hacerlo en esa ciudad por lo que se trasladaron a Xalapa 158 paquetes electorales de 51 casillas. Y en el trayecto se hizo la alquimia.
Unos votos se rasuraron, otros fueron declarados nulos, pero al final Emilio Olvera volvió a ganar, aunque esta vez con una diferencia de 670 sufragios, más que suficiente para que le entregaran su constancia de mayoría.
¿Y ya?
No.
Con esa diferencia Morena exigió otro conteo que se hará mañana miércoles en las oficinas del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV), que tiene de imparcial y autónomo, lo que este tu servidor lector, tiene de parecido con Brad Pitt.
Si piensas que esto parece consigna te corrijo; es una consigna.
Este fin de semana alguien cercano a Palacio Nacional me dijo que la orden “de allá arriba” es que Morena gane Poza Rica “a como dé lugar”. Y el reconteo que realizará el TEV será para darle validez al cochinero.
Si es así, futa…
Emilio Olvera ganó sin discusión por tres razones: porque como delegado de la Sedesol en Poza Rica, recorrió cada una de sus colonias y comunidades repartiendo personalmente los apoyos y la gente lo conoce; porque como candidato prometió dos cosas que le urgen a esa ciudad: agua y seguridad. Y porque ahora sí que sin querer queriendo, el alcalde morenista Fernando Remes le dio decenas de votos con su mal gobierno.
Emilio fue moreno de toda la vida hasta que le jugaron chueco y se pasó a Movimiento Ciudadano. Fernando fue un dedazo de López Obrador que llevó a Poza Rica al peor de los mundos. Quiso dejar como su sucesor a su hijo del mismo nombre, pero como le dijeron que no se podía se decantó por su ahijada Adanely Rodríguez, una agraciada joven que no tiene ni idea de dónde la quiere poner su padrino.
Fernando sí lo sabe. Le urge tener de sucesor a alguien que le cuide las espaldas y lo proteja de posibles acusaciones judiciales.
Lo que no se entiende es la obcecación “de allá arriba” porque aparte de que Fernando Remes ha sido el peor alcalde de Poza Rica, ¿qué le ha dado a Morena como para que quieran imponer a su ahijada en la alcaldía?
Hace unas semanas platiqué con el líder estatal de Movimiento Ciudadano, Luis Carbonell de la Hoz, y cuando le pregunté si Poza Rica era negociable me contestó de inmediato: “Por supuesto que no, claro que no es negociable. Ganamos en buena lid y ellos (los de Morena) lo saben. Negociar Poza Rica sería defraudar a quienes votaron por nuestro partido y perderíamos la credibilidad que con mucho esfuerzo hemos ganado. Ni Poza Rica ni ningún municipio donde nos alzamos con el triunfo es negociable”.
Carbonell (que es un excelente abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho) agregó que lucharán con todos los medios legales para que les reconozcan el triunfo y que ante un fallo desfavorable no se quedarán cruzados de brazos.
Por lo pronto mañana se llevará a cabo un nuevo conteo y si Emilio Olvera vuelve a ganar no pasará nada. Pero si el TEV le levanta la mano a Janeth Adanely Rodríguez, la autoridad electoral del estado habrá convalidado un robo descarado al partido naranja y a la sociedad pozarricense.
Y nadie nadie nadie creerá que eso fue un triunfo legal, sino una asquerosa cochinada.