Inicio ColumnasViernes Contemporáneo Llamar miserables a los que, en uso de su libertad de expresión, opinaron sobre algo que les pareció “miserable”, pues es muy de miserables

Llamar miserables a los que, en uso de su libertad de expresión, opinaron sobre algo que les pareció “miserable”, pues es muy de miserables

by Armando Ortiz

Llamar miserables a los que, en uso de su libertad de expresión, opinaron sobre algo que les pareció “miserable”, pues es muy de miserables

Miserable es una persona digna de compasión. Miserable es una persona caída en desgracia, que pasa por una situación lamentable. Pero miserable también se usa cuando uno se refiere a cierta persona mezquina, tacaña. Claro, el sentido en que la gobernadora Nahle utilizó esta palabra es peyorativo. Para la gobernadora, los medios locales o nacionales que dieron su opinión sobre el presunto intento de minimizar la muerte de una maestra secuestrada por un grupo criminal, son miserables en el sentido de perversos, abyectos. ¿Pero qué es más miserable? ¿Quién es más digno de lástima y compasión? Por cierto, los periodistas deberíamos agradecer a la gobernadora que al menos no nos acusara de “violencia política de género” y nos obligara a pedir disculpas a “Dato protegido” diariamente durante 30 días. Habría que recordarle a la gobernadora que la libertad de expresión es un derecho que comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas y dar nuestra opinión sobre el actuar de nuestros gobernantes. Entonces qué caso tiene que a la hora de jurar digan, ”que el estado me lo demande”. Incluso, si la gobernadora piensa que las ideas u opiniones expresadas son falsas o están equivocadas, el individuo está en su derecho de expresarse. Por supuesto, en caso de que la gobernadora no esté de acuerdo, tiene derecho de réplica. Pero llamar miserables a los que dieron su opinión, en uso pleno de su libertad de expresión, sobre algo que les pareció “miserable”, pues es muy de miserables.

La incongruencia entre el discurso de austeridad de López Obrador y las compras en Prada de su hijo Andy en Tokio. AMLO sólo sacó de la pobreza a su familia

El expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, construyó su carrera política sobre un discurso de austeridad, simplicidad y rechazo al consumismo ostentoso. En mayo de 2020, durante una de sus conferencias matutinas, afirmó: “No consumir de manera enfermiza. Si ya tenemos zapatos, ¿para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, solo eso”. Estas palabras resonaron como un llamado a la “pobreza franciscana” y a la coherencia entre los valores de la Cuarta Transformación y las acciones de sus representantes. Este lunes 28 de julio, el periodista Claudio Ochoa Huerta difundió imágenes y un video en el programa Latinus Diario y en redes sociales, mostrando a Andrés Manuel López Beltrán, conocido como Andy, actual secretario de Organización de Morena, saliendo de una tienda Prada en el exclusivo barrio de Aoyama, Tokio. Acompañado por dos personas, una de las cuales cargaba bolsas de compras de la marca, López Beltrán fue captado en un contexto de lujo que contrasta con el discurso de austeridad de su padre. Estas imágenes de Andy saliendo de una tienda Prada muestran que en realidad López Obrador era un hablador, manipulador, que buscaba adoctrinar a sus chairos para que se conformarán con la pobreza. Hoy esos pobres que llevaron al poder a una familia que se enriqueció de manera ostentosa se tienen que conformar con las dádivas que les otorga el gobierno, dádivas que sólo les alcanza para comprar una muda de ropa y un par de zapatos.

“Veracruz se desangra y Nahle suaviza las muertes”, dice Salvador García Soto. ¿Quién le estará hablando al oído a la gobernadora?

De Cuitláhuac García lo entendíamos, el vecino de la colonia Progreso Macuiltépec padecía de arranques de estulticia que lo obligaban a declarar una sarta de estupideces a las que nos terminó acostumbrando. Pero Rocío Nahle no es así. Ella sí pasó por la primaria, cursó la secundaria  y hasta ingeniera es. Sin embargo, a ratos parece que la señora carece de sentido común, de esa sensibilidad que debe tener todo buen gobernante. De no corregir eso, la gobernadora de Veracruz será cuestionada una y otra vez por los medios locales y nacionales. El periodista Salvador García Soto anota en su columna de El Universal: “En medio de la ola de violencia homicida que golpea al estado de Veracruz, donde el 98.9% de los asesinatos violentos queda en la impunidad, a la gobernadora morenista, Rocío Nahle, la ha rebasado completamente el crimen organizado, mientras ella pretende minimizar el tamaño del problema con declaraciones tan torpes e insensibles, como decir que la muerte de la maestra jubilada, Irma Hernández Cruz, cuya ejecución fue grabada por sicarios armados para ponerla como ejemplo por negarse a pagar el derecho de piso de los dos taxis que se compró para sobrevivir en su jubilación, no fue porque la hayan asesinado los criminales, sino porque ‘la maestra fue violentada, nos indican los forenses, al parecer a raíz de esta violencia le dio un infarto’”. Hay alguien que le pasa datos a la gobernadora, alguien que le susurra al oído datos, respuestas y, por lo que vemos, ocurrencias. ¿Quién es esa persona que le susurra al oído a la gobernadora esas sandeces?

Armando Ortiz                        Twitter: @aortiz52                  @lbajopalabra

 

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