MICROPLÁSTICOS: ENEMIGO INVISIBLE EN NUESTRO CUERPO

Por Ing. Fernando Padilla Farfán

Los microplásticos, partículas de plástico de menos de 5 milímetros, han invadido nuestro entorno y, preocupantemente, también nuestro organismo. Su presencia en el aire, el agua y los alimentos ha generado inquietudes sobre sus efectos en la salud humana y el medio ambiente.

 

¿Cómo entran los microplásticos a nuestro cuerpo?

Los microplásticos pueden ingresar a nuestro organismo de diversas maneras:

Ingestión: A través de alimentos y bebidas contaminadas, como mariscos, agua embotellada y productos procesados.

Inhalación: Respiramos partículas suspendidas en el aire, especialmente en áreas urbanas con alta contaminación.

Absorción cutánea: Algunos productos cosméticos y textiles pueden permitir la absorción de microplásticos a través de la piel.

 

¿Cómo penetran en nuestro cerebro?

Investigaciones recientes han demostrado que los microplásticos pueden atravesar la barrera hematoencefálica, una protección natural del cerebro. Se ha encontrado que estas partículas pueden acumularse en el tejido cerebral, lo que podría estar relacionado con trastornos neurológicos como la depresión y la ansiedad. Estudios han revelado que los cerebros de personas con demencia contienen niveles significativamente más altos de microplásticos.

 

Gobiernos de todo el mundo han implementado estrategias para reducir la contaminación plástica:

México: Ha desarrollado el Plan Nacional de Acción sobre Residuos Marinos y Contaminación Plástica, que busca mitigar los efectos ambientales de los residuos plásticos.

Internacional: Organismos como la ONU han promovido acuerdos para reducir el uso de plásticos de un solo uso y fomentar el reciclaje.

La Universidad de Nuevo México ha liderado estudios sobre la acumulación de microplásticos en el cuerpo humano. Un estudio reciente encontró que los cerebros humanos analizados en 2024 contenían casi un 50% más de microplásticos que los de 2016. Además, se ha identificado su presencia en testículos, placentas y otros órganos vitales. Otras universidades, como la UNAM, han investigado la presencia de microplásticos en el agua potable y los alimentos.

 

Los plásticos afectan gravemente a la naturaleza:

Océanos: Se estima que entre 8 y 12 millones de toneladas de plástico llegan al mar cada año, dañando la vida marina.

Suelo y aire: Los microplásticos han sido detectados en el aire que respiramos y en el suelo, afectando la calidad del aire y la fertilidad de los ecosistemas.

Fauna: Más de un millón de aves marinas y 100,000 mamíferos mueren anualmente debido a la contaminación plástica.

 

Algunos investigadores han sido clave en el estudio de los plásticos y su impacto:

Matthew Campen (Universidad de Nuevo México): Ha liderado estudios sobre la acumulación de microplásticos en el cerebro humano.

Richard Thompson (Universidad de Plymouth): Acuñó el término “microplásticos” y ha investigado su impacto en los ecosistemas.

Alfredo Martínez Jiménez (UNAM): Ha desarrollado biopolímeros biodegradables como alternativa a los plásticos convencionales.

 

Los microplásticos representan una amenaza silenciosa para la salud humana y el medio ambiente. Aunque las investigaciones han avanzado en la identificación de sus efectos, aún queda mucho por descubrir sobre su impacto a largo plazo. La regulación gubernamental y la conciencia social serán clave para reducir su presencia en nuestro entorno.

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