Ernesto Zedillo pertenece a una generación de administradores públicos que no dan espacios al diálogo y que desconocen el debate. Así lo muestra su evidente desesperación en los mensajes dirigidos a la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Egocéntrico, autoritario, adicto a su voz, son incapaces de encontrar ideas diferentes a las suyas, y, cuando sucede, muestran enojo, reaccionan en lugar de responder y prefieren el denuesto a la discusión, no tienen argumentos para defender sus ideas, porque no tienen ideas.
Fue lo que sucedió en 1968, con mandatarios, alejados de todo debate, acostumbrados sólo a mandar, chocó con ideas diferentes e impuso la fuerza sobre la razón, por no saber dialogar ocasionó una masacre, muriendo asesinados un número desconocido de estudiantes.
Por eso se muestra Zedillo cada vez más angustiado en sus puntos de vista. Desde que dejó la presidencia se fue de aviador a Union Pacific, luego a Procter & Gamble y a Alcoa. Ni siquiera tenía necesidad de establecer diálogo con nadie.
Estas empresas tenían un empleado obediente con mucha experiencia y vocación de siervo ante los mandatos de los poderosos. Hacía lo mismo cuando era presidente de México.
Para Zedillo quien no obedece es autoritario, la Presidencia de la República era un cargo de sumisión ante las órdenes de Estados Unidos, no es gratuito que haya habido mandatarios quienes trabajaron para la CIA. Y Zedillo acató órdenes de la Casa Blanca para dejarle su puesto a un empleado, de inteligencia corta, de una refresquera transnacional. Obedecer era lo correcto, humillarse la rutina diaria.
Cada vez es más notorio su incapacidad de debate para defender sus ideas por el simple hecho de que carece de ellas. Las acciones de Zedillo durante su mandato son indefendibles.
La exhibición pública de la vulnerabilidad de un ex presidente mexicano nunca había sido tan deprimente. Hasta el momento, desde 2018, la 4T había respetado la investidura de quienes fueron Ejecutivos federales.
La historia lo tenía en el banquillo de los acusados y al regresar al tribunal de la historia la 4T lo colocó en el cadalso.
La Presidenta recordó las matanzas del acusado como parte del debate con el ex presidente, quien anunció la muerte de la democracia mexicana por darle a la población el derecho a escoger a sus jueces, ministros y magistrados.
El autoritarismo es una práctica de los conservadores y así lo enunció Claudia Sheinbaum en un mensaje a Zedillo, quien olvida que la Presidenta de México creció políticamente y brilló a través del debate, práctica que nunca realizó el ex presidente acostumbrado a acatar órdenes.
“Esto es solamente para que los jóvenes, de nuevo, conozcan el ambiente que se vivía en aquella época. Porque el debate hoy es el autoritarismo, así lo quiso poner la oposición”, señaló Sheinbaum.
Uno de los actos imperdonables y de lesa humanidad sucedió en Aguas Blancas en diciembre de 1995, donde 17 integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur fueron asesinados, y otros 23 heridos por judiciales y policías cuando se dirigían a protestar por la desaparición de uno de sus compañeros. Los delitos de lesa humanidad no prescriben.
En 1997 en Acteal, municipio de Chenalhó, Altos de Chiapas, “en el contexto del levantamiento zapatista en el que las desapariciones y homicidios eran la norma, el 22 de diciembre de 1997 un grupo paramilitar disparó armas de uso exclusivo del Ejército contra la organización ‘Las Abejas’ mientras el grupo de indígenas tzotziles se encontraba orando. La masacre se prolongó por más de 8 horas y dejó 45 muertos”:
La masacre del 7 de junio de 1998 en el municipio de Ayutla de los Libres, en Guerrero, cuando en una escuela de El Charco, 10 indígenas y un estudiante que acudieron para participar en una consulta popular, fueron asesinados por elementos del Ejército.
El 10 de junio de 1998, en El Bosque, en Chiapas, más de mil elementos del Ejército y de las fuerzas policíacas, acompañados por helicópteros y vehículos artillados, atacaron a tres comunidades, dejando un saldo de ocho pobladores muertos, 53 detenidos y decenas de casas saqueadas.
La anécdota del general Jesús Gutiérrez Rebollo es esencial en este debate, donde nunca antes se había mostrado la pobreza y fragilidad de un ex presidente de México.
Cuando el entonces presidente Zedillo nombró al general Jesús Gutiérrez Rebollo, el zar antidrogas, éste recabó información sobre la familia de la primera dama, Nilda Patricia Velasco, que mantenía relación directa con los hermanos Adán y Jesús, y Amezcua Contreras, quienes comercializaban metanfetamina.
Al recibir la noticia el entonces Presidente encarceló al general y detuvo a su familia, con sus hijos, algunos de ellos menores de edad para torturarlos.
Ahora, uno de los hijos del general César Gutiérrez Priego, entrega a los medios 11 grabaciones asentadas en denuncias judiciales desde 1996. Las grabaciones tenían otras tres copias, una la guardó el Ejército, otra la PGR y otra más, la Presidencia de la República, todas desaparecidas, menos la del general Rebollo, que entregó las grabaciones a su hermano y éste al hijo del general, quien a su vez entregó al periodista Manuel Pedrero para su difusión.
En este momento la difusión de los audios es un hecho, aunque no falta quienes aseguran que son falsos, los incondicionales de Zedillo se dieron a la tarea, como es su costumbre de realizar un nado sincronizado para negar que la voz que aparece en las grabaciones sea la de la esposa del ex presidente. Hay un expediente judicial que avala que la voz es de ella.
Pero hay mucho más que hablar de la administración de esta persona. El 31 de diciembre de 1994, destituyó a los 26 ministros, envió al Senado terna con un total de 18 personas, se escogieron 11, a las que impuso en ese lugar desechando a 15 ministros de manera definitiva y sustituyendo a todos los anteriores.
Para quienes ahora rechazaron, hasta con la vida la reforma al Poder judicial se le informa algo que no recuerdan, Zedillo no sólo sacrificó a los ministros sino que redujo el tiempo de gestión de 20 a 15 años, algunos, como Olga Sánchez Cordero, duraron 20 años.
El caso de la isla Berdeja no es un mito sino una realidad, este pedazo de tierra fue desaparecida oficialmente durante el sexenio de Zedillo, con dos fines: ambos en beneficio de Estados Unidos, el primero ampliar la plataforma de aguas territoriales, ya que sin la isla el macizo continental de México reducía su propiedad de agua territoriales; la otra es que en ese sitio se encuentran grandes reservas de hidrocarburos y minerales.
De haberse encontrado, hubiera permitido a México desplazar hacia el norte el límite de sus aguas territoriales y reclamar la soberanía de cuatro de las cinco partes de una zona conocida como “Hoyo de Dona”
De acuerdo con un punto de acuerdo del 21 de octubre de 2008, firmado por el Senado para exigir al Ejecutivo que informara sobre la isla en el Golfo de México, latitud 22° 33′ Norte y longitud 91° 22′ Oeste, pero la administración de Calderón nunca respondió la petición.
Estas son algunas de las muestras de autoritarismo de Zedillo, de su vocación delictiva, de su obediencia a gobierno extranjero, de su traición a la patria y su gran ambición personal.
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