María Lilia Viveros, de patrocinadora de porros a presidenta del Poder Judicial

Al ser rechazada en sus aspiraciones por alcanzar la titularidad de la Facultad de Derecho y la propia Rectoría de la UV, la magistrada María Lilia Viveros Ramírez busca ahora arrebatar la titularidad del Poder Judicial de Veracruz a la magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre.
Para la Magistrada Presidenta el caso Lilia Viveros se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza no porque la quiera tumbar su ilusa par, sino porque no asiste a laborar al Tribunal Superior de Justicia por estar en la grilla en la UV donde da clases en la Facultad de Derecho y en el área de Humanidades y cuando asiste es solo para sembrar discordia.
Esta despierta magistrada María Lilia es la misma que semanas atrás cilindreó al porro  Brayan Hernández Gayosso, quien semanas atrás exigió su inmediata e ilegal titulación y al reconvenirlo a guardar los tiempos y trámites escolares –ya que no hubo quórum y sí se le avisó que un miembro del jurado no había dado su voto aprobatorio y había observaciones pendientes-, por respuesta tomó por asalto la oficina de la directora de la Facultad, doctora Araceli Reyes López, a quien tomó como rehén por cinco horas.
Y no solo eso acusó presencia policiaca, lo cual fue rechazado por la Rectoría de la UV.
Atrás de todo este desmadre estaba la mano de “Marili” como le dicen sus íntimos, quien esconde el gato y muestra la cola ya que ella era la asesora de tesis del arrebatado Bryan.
Hace unos días la magistrada y académica se reunió con acreditadores reporteros y columnistas de la más importante organización de este género -ACOVER- ante quienes dijo que de llegar a ser Presidenta del Poder judicial en Veracruz “habré de combatir los actos de corrupción por Jueces, Magistrados y todo el personal que presta el servicio al pueblo veracruzano”.
Olvidó que ella es Magistrada y que llegó por dedazo de Cuitláhuac García desplazando a otro de sus pares a quien se le expulsó arbitrariamente vía jubilación forzada.
El pasado, sin embargo, para “Marili” es eso, cosa juzgada, porque ahora sí está dispuesta a esgrimir la espada de la justicia para acabar “con los múltiples problemas y la mala imagen que tiene el Poder judicial en Veracruz”, un Poder Judicial del cual forma parte.
La moderna Juana de Arco, la segunda Juana de Arco porque el primer sitio lo ocupa Gina Domínguez de infausta memoria, asegura que no dejará títere con cabeza cuando sea la mera-mera y se asome a su propia oficina donde en materia de rezago judicial ocupa el primer lugar, en chismes de vecindad en la UV el primer lugar y en agresiones verbales -en aras de un feminismo recalcitrante- el primer lugar.
Un primer lugar en todo, también en esconder esa realidad que los mata desde 2018 cuando Morena empezó con la misma cantaleta al no poder arrodillar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante López Obrador.
Y para colmo esta magistrada largamente beneficiada por el gobierno moreno grita voz en cuello que ¡No conozco a Nahle y juro que tampoco hay favoritismo en la elección en el poder judicial!
¿No la conoce? ¿No hay favoritismo?
¡Ah, chinga!
¿Entonces cómo pretende tal barbaridad cuando históricamente es bien sabido que él o la titular del Poder Judicial debe llevar la bendición del ejecutivo?
El punto es que está dama está desatada.
Ya escribía en días pasados la valiente columnista Claudia Guerrero los excesos de la magistrada llamando al mismo tiempo a las autoridades electorales para que procedan legalmente ante las acciones irregulares de la actual magistrada y candidata para ser ratificada en las próximas elecciones como integrante del TSJ, María Lilia Viveros Ramírez, “quien ha hecho todo lo que el INE y el OPLE prohíben en el presente proceso electoral: Como las concentraciones y eventos públicos; contratación de grupos musicales, como “Los CumbiosoMX”; contratación de sonido y perifoneo, uniformar a su equipo de campaña y contratación de personas para la entrega de publicidad a su nombre, así como a terceras personas que también distribuyen propaganda en su representación”.
Y remata:
“Es así como violenta la Ley Electoral y es de resaltar, que cada una de estas faltas es motivo suficiente para la cancelación de su candidatura”.
Dicen quienes han visto a esta hipercinética aspirante que lo que en realidad busca es ser la próxima gobernadora en 2030 ¡Ja!
Tiempo al tiempo.
 
*Premio Nacional de Periodismo

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