Inicio del pontificado de Su Santidad León XIV, 18 de mayo de 2025

Durante casi un mes, la Ciudad del Vaticano y la Iglesia Católica Apostólica Romana han sido el centro de atención de la prensa mundial y de los aproximadamente 1,400 millones de fieles que profesamos esta religión. Todo comenzó con el fallecimiento del Sucesor de Pedro, el Papa número 266, seguido por sus exequias, el anuncio del cónclave, las congregaciones generales, el inicio del cónclave y la señal de la fumata blanca, que anunció que el colegio cardenalicio había logrado la elección de un nuevo Sumo Pontífice, gracias a la acción del Espíritu Santo. En el cónclave de 2025, que duró dos días, 133 cardenales reunidos desde el 7 de mayo, procedentes de 70 naciones del mundo, eligieron a su sucesor, el nuevo Pontífice.

 

Los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, hicieron todo tipo de pronósticos para señalar qué candidato tenía todas las preferencias entre los cardenales; muchos de ellos erraron en sus predicciones. Algunos intentaron comparar el proceso con las elecciones de los institutos políticos del mundo, pero la Iglesia Católica, al igual que la familia, es una institución sólida que, tras más de dos mil años, ha llegado al siglo XXI con prestigio, a pesar de las cuestionadas últimas décadas.

 

El retorno a la casa del Padre de Su Santidad Francisco, el pasado lunes 21 de abril de 2025, se inscribe en la mayor celebración de la cristiandad: la cincuentenaria pascua, un período de 50 días que transcurren entre el domingo de Resurrección y la venida del Espíritu Santo.

 

El anuncio del fallecimiento del Papa fue una noticia inesperada, pues horas antes había participado en la Plaza de San Pedro en su mensaje Urbi et Orbi. Además, en su agenda, había recibido en audiencia privada al vicepresidente de Estados Unidos, James David Vance (nacido en 1984). No hay que olvidar que estuvo internado en la Policlínica Gemelli por más de 66 días. La edad tampoco ayudaba: tenía 89 años, toda una vida dedicada al ministerio sacerdotal.

 

El cónclave comenzó el miércoles 7 de mayo, con una eucaristía previa en la Basílica de San Pedro. Posteriormente, los cardenales se trasladaron a la Capilla Sixtina para el juramento del cónclave, y luego se cerró la capilla para iniciar las votaciones. Debido al histórico número de 133 cardenales y a la diversidad de nacionalidades presentes —los delegados más numerosos eran 17 italianos y 10 estadounidenses—, el proceso resultaba bastante complejo. México, por cuestiones de edad, participó con solo dos cardenales. La tarde del 8 de mayo, la fumata blanca anunció que se había logrado la elección en menos de cinco días, algo que no ocurría desde hacía 47 años en un cónclave.

 

Desde la elección de Juan Pablo I en 1978, el último Papa de nacionalidad italiana, se han producido sucesivos papas de diferentes nacionalidades: un polaco, un alemán, un argentino y, en la última elección, un cardenal estadounidense nacionalizado peruano.

 

El 8 de mayo, el cardenal protodiácono Dominique François Joseph Mamberti (nacido en 1952) fue el encargado de anunciar “Habemus Papam”. Este anuncio sorprendió al mundo, pues el elegido fue el cardenal Prevost Martínez, miembro de la Orden de los Agustinos, obispo en Perú y general de su orden. Durante estos días, tanto en medios religiosos como seculares, se buscó información sobre su persona. Tiene sangre francesa, italiana y española. Nacido en Chicago, Estados Unidos, adquirió la ciudadanía peruana en 2015 en homenaje a su país, donde ha ejercido su ministerio sacerdotal, misionero y episcopal.

 

El perfil del Papa León XIV responde sin duda a las necesidades de la Iglesia Católica en el siglo XXI. Es un religioso agustiniano, sacerdote con sólida formación académica en matemáticas y doctrinas religiosas, con maestría y doctorado. Es políglota, domina varias lenguas, incluyendo una indígena, el quechua. En 2023, Su Santidad Francisco lo designó como Perfecto del Dicasterio de los Obispos y también para América Latina. Es un pastor con aroma de oveja, que ha trabajado en favor de la evangelización en todos los continentes. En particular, ha visitado nuestro país en 15 ocasiones.

 

Estos dones y capacidades reflejan claramente la acción del Espíritu Santo, uno de los tres personajes de la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Este es, sin duda, uno de los grandes misterios de nuestra fe.

 

En la ceremonia de inicio del pontificado de León XIV, participaron 150 delegaciones de todo el mundo, comenzando con representantes del gobierno italiano: Sergio Mattarella, presidente de la República; Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros. De Perú, asistió Dina Ercilia Boluarte Zegarra, presidenta de la República. De Estados Unidos, James David Vance, vicepresidente, y Marco Antonio Rubio, secretario de Estado, el presidente de Ucrania, Polonia, Israel, Libano. También estuvieron presentes monarcas y reyes: el rey Joan-Enric Vives i Sicilia, copríncipe episcopal de Andorra; el rey Felipe y la reina Matilde de Bélgica; los reyes Felipe VI y Letizia de España, quienes desde finales del siglo XV conforman los Reyes Católicos; Sheikh Saud bin Saqr al Qasimi, gobernante de Ras al Khaimah, Emiratos Árabes Unidos. El gobierno de México, por motivos electorales, no asistió ni el presidente ni la ceremonia de las exequias del Papa anterior.

 

La ceremonia de inicio del pontificado del Papa número 267 de la Iglesia Católica Apostólica Romana se realizó en la Plaza de San Pedro, en la Basílica, el domingo 18 de mayo de 2025, en la quinta semana de Pascua. Esta fecha también conmemora el 105° aniversario del nacimiento de San Juan Pablo II (1920-2005). Además, el 5 de abril pasado se cumplieron 20 años de su fallecimiento y de su retorno a la casa del Padre. En 2025, además, se celebra el Año Jubilar proclamado por Su Santidad Francisco.

 

Cabe destacar que, en 1939, se transmitió por radio la toma de posesión de Su Santidad Pío XII; en 1958, fue la televisión la que transmitió el inicio del pontificado de Juan XXIII. En 1978, año de los cónclaves, fueron electos Juan Pablo I y Juan Pablo II. En 2005, con la elección de Benedicto XVI, la transmisión se realizó por las redes sociales.

 

La misa de inicio del pontificado de León XIV se inició con la solemne profesión en la Basílica de San Pedro, con los acólitos de la Orden de los Agustinos, y con la presencia de los cardenales, bajando a la tumba de San Pedro, el primer apóstol. Participaron también representantes de los cuatro ritos de la Iglesia Católica. La procesión del Palio y la imposición del anillo del pescador se realizaron en la Plaza de San Pedro. La ceremonia incluyó la letanía de los santos, cantada en latín. La ceremonia comenzó a las 10 de la mañana, hora de Roma, y a las 2 de la mañana, hora de México. La procesión salió hacia la Plaza de San Pedro.

 

Durante la celebración de la Palabra, se leyó una primera lectura del Nuevo Testamento (Hch 4, 8-12), en la que Pedro anuncia que Cristo es “la piedra rechazada por los constructores”. El salmo responsorial, en italiano (Sal 117), y la segunda lectura, tomada de la primera Carta de Pedro (1 Pe 5, 1-5. 10-11), resaltan el vínculo entre Pedro, la Iglesia de Roma y el ministerio de su sucesor. El Evangelio, un pasaje de Juan (Jn 21, 15-19), proclamado en latín y en griego, relata la triple pregunta de Jesús a Pedro sobre apacentar sus ovejas y corderos, fundamentando la tarea especial que se le confiere a Pedro dentro de los doce apóstoles. El evangelio fue leído en latín y en griego.

 

Posteriormente, se realizó la imposición de las insignias del trono petrino: tres cardenales, uno de cada orden (diáconos, presbíteros y obispos) y de diferentes continentes, se acercaron a León XIV. La imposición del Palio, que representa al buen pastor, fue realizada por el Cardenal Protodiácono, Dominique François Joseph Mamberti, con una breve oración. La imposición del anillo del pescador fue realizada por el Cardenal de Filipinas, Luis Antonio Tagle (1957). El Santo Padre dio la bendición en el Evangelio. Luego, siguieron otros cardenales, obispos, sacerdotes y laicos, quienes juraron obediencia y besaron el anillo del pescador.

 

El Santo Padre leyó su homilía: “Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una sola familia.” https://youtu.be/jlieWcosXlw?si=ON_vPoMNeAVfd9fn

 

Después de esta solemne ceremonia de inicio de su pontificado, dirigió la oración del Regina Caeli: “En la alegría de la fe y de la comunión, no podemos olvidarnos de los hermanos y hermanas que sufren a causa de las guerras. En Gaza, los niños, las familias y los ancianos supervivientes están pasando hambre. En Myanmar, nuevas hostilidades han destruido vidas inocentes. La atormentada Ucrania espera, por fin, negociaciones para una paz justa y duradera.”

 

El mexicano más cercano a Su Santidad León XIV es el doctor Rodrigo Guerra López, como secretario de la Pontificia comisión para America Latina, al mando del cardenal Prevost Martinez.

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