“El gobierno es bueno cuando hace felices a los gobernados
y atrae a los que viven lejos.” – Confucio.
Este miércoles una vez más se evidenció y dejó muestra de que en Veracruz hay Gobierno, que se tiene una primera gobernadora, Rocío Nahle García con altos niveles de aceptación, pero, sobre todo, con evidentes dotes y muestras de ejercer el poder que le detentaron los veracruzanos, con sus más de dos millones 124 mil votos.
Algo impensable para los opositores al régimen en su momento, pero que quedó de manifiesto aquel 2 de junio de 2024, a pesar de haber sido presa de la peor de las campañas negras que la política mexicana tuviera registro.
A pesar de ello, Nahle García ha evidenciado tener apertura, escucha todas las voces y gobierna para todos por igual sin importar siglas, ni colores, algo que evidencia la madurez política que todo buen estadista debe tener, para servir a su estado.
Pocos recuerdan que a Veracruz le hizo falta al menos en los últimos años de esa mano firme y decidida que aborde los temas sin cortapisas, sin rodeos y siempre de frente informándole a la sociedad.
Muchos afirman que a la gobernadora sus secretarios le tienen miedo, que no los deja hablar o emitir opiniones o declaraciones, pero lo que tal vez algunos no han percibido aún es qué en Veracruz hay una gobernanza seria y firme.
Se acabaron los tiempos de los excesos y los abusos del poder, en donde aquellos convidados a la tarea de hacer gobierno, simplemente se sirvieron de la oportunidad para servirse del cargo, sin mirar que primero es cumplir con el encargo, de cara a una sociedad que evalúa, juzga, premia o castiga dependiendo los tiempos electorales.
Hoy nombramientos, candidaturas, designación de encargados en delegaciones y ahora la más reciente elección del nuevo magistrado electoral del Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) realizada por el Senado de la República, todos, absolutamente todos, han sido seleccionados y aprobados por la gobernadora Nahle García.
Hasta donde llega su fuerza y temple político, que hasta la negación a la afiliación del senador por minoría Miguel Ángel Yunes Márquez a las filas de Morena se ha realizado y logrado conducir por el adecuado tacto político que ha venido ejerciendo la misma mandataria estatal.
El reciente nombramiento del nuevo magistrado del TEV, Gilberto Constituyente Salazar Ceballos aprobado por el Senado fue totalmente impulsado y contó con la venia de la misma gobernadora Rocío Nahle, porque desde su designación el trabajo de territorio más que de escritorio le ha dado el pulso y el peso suficiente para atender todo cuanto requiere la observancia de quien Gobierna la entidad.
Que quede claro en Veracruz se acabó el tiempo que el amigo del amigo se trepaba a las barbas de quien mandata y hace lo que quiere desde la más efímera y aparente insignificante posición, a la entidad se viene a servir, y no a servirse, algo que permite concluir que en la entidad hay gobernanza seria y firme por lo menos hasta el 2030.
Al tiempo.
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