“El Quijote de Alonso Fernández de Avellaneda.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
Cuando salió el Quijote apócrifo no pocos estudiosos sostuvieron que el verdadero autor había sido el gran Lope de Vega Carpio. Como señalamos, de manera fehaciente nunca se supo quién fue el legítimo autor, pero al momento de leer la obra se nota que no tan sólo está bien escrita, además, el autor al igual que Miguel de Cervantes es un hombre culto, erudito, de hecho, Lope de Vega es nombrado tres veces en el libro, un ejemplo puntual se da cuando don Quijote, Sancho y compañía se encuentran con los comediantes. Don Quijote pensó que se estaba topando con enemigos con los que se enfrentaría, suceden algunas diferencias, más al final los personajes conviven y realizan la representación de una obra de Lope de Vega titulada: “El testimonio vengado.” En la historia contada en este Quijote, aquí un hijo que es el heredero al trono, al quedar huérfano junto a su madre, el hijo la difama señalando que tiene un nuevo amante, este suceso enloquece a don Quijote y reta a muerte al comediante que representaba el papel del hijo difamador. Lo interesante estriba en que se detecta de manera clara la presencia preponderante de Lope de Vega en las diferentes historias que surgen en la novela.
Continuando con la historia, los protagonistas siguen en su largo andar, yendo camino a Madrid forzosamente tienen que pasar por Alcalá de Henares, pueblo donde radica Bárbara, quien para don Quijote es la reina Cenobia. El caballero desamorado para evitar que los pobladores vean a Bárbara, decide cubrirle su rostro y así ella pasa como si fuera una princesa bella, única, especial. Los estudiantes que acompañan a don Quijote se alejan de él porque no quieren que los vean junto a un viejo loco que causa risas. El lector debe tener claro que en cada pueblo que arriban los personajes viven un sinfín de aventuras donde no siempre salen bien librados, eso sí, su fama cada día es más grande y podría decirse que universal. Lo anterior se ha logrado primero porque el mundo completo sigue leyendo la primera parte escrita por Cervantes y, segundo, porque ahora los propios personajes saben que son famosos e importantes.
Créanme que resulta imposible narrarles todas las vivencias de los protagonistas. En todo este mes se ha intentado ir contando los hechos fundamentales, esto incluye presentar a los personajes más importantes e imprescindibles en toda la trama. Asimismo, al estarnos acercando al final de la historia, debemos recordar que don Quijote viaja con Sancho y Cenobia rumbo a Madrid. Allí tendrá que enfrentarse a un gigante de quien don Quijote cree que es el rey de Chipre. Algo más, no debemos de perder de vista que varios personajes que se encuentran con el caballero loco, utilizan su locura para divertirse, esto hace que el caballero crea que es real lo que no es a costa del circo que le arman los burlones que lo secundan. Don Álvaro Tarfe, don Carlos, y otros “nobles caballeros” organizan todo tipo de eventos que hacen que la locura del fantasioso personaje crezca cada vez más. Así es como se comprende porque don Quijote va rumbo a Madrid a luchar a muerte contra el gigante llamado Bramidán de Tajayunque, rey de Chipre. Otro ejemplo lo podemos ubicar en la relación con los comediantes, estos se hacen pasar por moros y amenazan a Sancho de que, si no se convierte en moro, lo asarán y se lo comerán como a un puerco. El pobre Sancho desesperado ruega piedad y reniega de su fe con tal de salvar la vida. El mismo método después emplearon con don Quijote, empero, éste se mantuvo firme en su fe y en sus ideales.
El momento cumbre que espera conocer todo lector es cuando don Quijote se enfrente a ese gigante inventado por don Álvaro y don Carlos. Quien escribe, antes de conocer el desenlace creía que en esta batalla don Quijote sería derrotado y ahí cambiaría el curso de la historia, tal como si lo hace Cervantes en la segunda parte que escribirá un año después de este Quijote apócrifo. No obstante, aquí no pasó nada de eso. El encuentro entre los dos personajes se dio, pero de pronto el gigante frente a don Quijote cambió su personalidad y se quitó la vestimenta quedando ahora como una princesa llamada la infanta Burlerina, esta le manifestó que había estado encantada y requería de su valiente apoyo para salvar su futuro reino. El lector podría cuestionar cómo de golpe don Quijote aceptaba esos cambios exabruptos, el mismo lector debe rememorar que estamos ante un hombre loco que cree vivir como se vivía en el siglo XI de nuestra era lleno de magia, brujerías, misterios que nos parecen inverosímiles, mas, en el universo de las novelas de caballerías ese mundo es posible y esencial en los relatos.
Así que este Quijote de Avellaneda, aunque tiene un final, pareciera que el autor no quería cerrar la historia y, de hecho, no la cerró por completo, les platicaré el desenlace de los personajes para que se comprenda mejor lo que afirmo. Don Álvaro y don Carlos, junto a otros amigos ricos que se burlaron y jugaron por bastante tiempo con la locura de don Quijote, al final se arrepienten un poco, o, les remuerde la consciencia si usted prefiere verlo así, y decidieron ponerles fin a las locuras del personaje y ayudarlo para que lo trataran y pudiera curarse. Lo primero que resolvieron fue que a la pobre Bárbara había que enviarla a un centro de mujeres donde se estableciera y dejara de vivir en la pobreza. Así que esta mujer que don Quijote creía era una princesa, ni siquiera se despidió de él y fue internada en un tipo asilo de mujeres.
En cuanto a Sancho, un noble caballero llamado Archipámpano quiso ayudarlo. Todos coincidieron que Sancho no estaba loco, que seguía a don Quijote por la simpleza de su espíritu, por su enorme ignorancia, y también por lealtad. Sin olvidar que creía en las locuras de su amo y amigo. Aun así, estos “nobles” hombres le ofrecieron trabajo a Sancho y le pidieron mandara a traer a su mujer Mari-Gutiérrez. Sancho al inicio se opuso, los argumentos de Sancho nos muestran que en el fondo no era tan simple, aquí hay una crítica puntual a esa sociedad materialista, insensible e inhumana: “…y adiós que me mudo; que yo sé que mi Mari-Gutiérrez y todos los de mi lugar me estarán aguardando; que me quieren como la lumbre de sus ojos. ¿Quién me mete a mí con pajes, que no me dejan en todo el día sin otros demonios de caballeros, que no hacen sino molerme con Sancho acá, Sancho acullá? Y aunque aquí se come lindamente, si no siempre con la boca, a los menos siempre con los ojos, todavía lo que son salarios se paga muy mal, y muchas veces veo que se fingen culpas en los criados para negárselos o quitarles la relación o despedirlos mal pagados; y cuando no suceda en salud, es cierto que en enfermedad no hay señor que mande ni mayordomo que ejecute obra de caridad con los pobres criados; en fin, bien dicen los pícaros de la cocina que la vida de palacio es vida bestial, do se vive de esperanzas y se muere en algún hospital…”
A pesar de su resistencia, los “nobles” caballeros le ofrecieron a Sancho todo lo que él pedía con tal de ayudarlo, lo que nos enseña que ya en 1614, por lo menos en esta historia ficcionada, un trabajador como Sancho adquirió derechos y prebendas laborales contra sus rapaces patrones. Finalmente, Sancho se quedó trabajando con su mujer Mari-Gutiérrez en la hacienda de don Archipámpano. En cuanto a Don Quijote, éste partió con don Álvaro a la ciudad de Toledo, le dijeron que ahí lo estaría esperando la bella princesa Burlerina. Don quijote preguntó por Sancho, don Álvaro le dijo que atrás vendría, el lector ya sabe que amo y escudero se separarían por siempre. Cervantes en la segunda parte de su Quijote le dará un mejor final a la inigualable historia de amistad de estos emblemáticos personajes.
Don Quijote llegó a Toledo con la ilusión y pretensión de rescatar a la princesa Burlerina. Don Álvaro y compañía lo introducen a un “loquero”. En este lugar el caballero desamorado será internado, sin embargo, al pasar el tiempo creyeron que se había recuperado de su enfermedad mental y fue liberado. De regreso a su tierra pasó saludando a Sancho, quien ya estaba establecido trabajando, el caballero se despidió para siempre de Sancho y siguió su camino, dice este autor llamado Alonso Fernández de Avellaneda que la locura estaba escondida, porque con nuevo escudero y un nuevo caballo debido a que rocinante había muerto, ahora el llamado caballero de los trabajos, emprendía su nuevo cabalgar por Salamanca, Valladolid, Ávila, por cierto, este viaje lo hizo sólo, porque el escudero nuevo resultó que era una mujer vestida de hombre y un día para sorpresa de don Quijote la mujer procreó un hijo y él tuvo que seguir sólo en este andar luchando por la justicia en el mundo. ¿Qué sucedió en esta nueva salida? Dice Avellaneda que no faltará mejor pluma que los celebre…esa mejor pluma aparecerá un año después de este Quijote apócrifo, es la pluma de Miguel de Cervantes Saavedra, misma que desconoce a este Quijote tratándolo de falso y para que nadie más intente robarle a su inmortal personaje, en la segunda parte cervantina don Quijote morirá y Sancho llorará su muerte…fin a la historia de este Quijote apócrifo que se negaba a sucumbir.
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