Ya nomás faltan los Chapitos, los Mayitos, el Mencho, Rocha y un sujeto que vive en Palenque

El jueves anterior, cuando trascendió que serían extraditados a Estados Unidos varios pesos pesados de la delincuencia organizada, el abogado de uno de ellos dijo en el noticiero de Ciro Gómez Leyva que eso era “imposible” y explicó por qué.

Pero horas después el gobierno norteamericano (y no el mexicano que se tardó en informar), confirmó que 29 delincuentes entre los que se encontraban Rafael Caro Quintero, los hermanos Miguel Ángel y Oscar Treviño Morales (Z-40 y Z-42) y Alejandro Oceguera (Tony Montana) habían sido extraditados a aquel país.

Como la palabra extradición levantó ámpula y provocó comezón, de inmediato la cambiaron por el verbo entregar. “El gobierno mexicano ‘entregó’ al de Estados Unidos a 29 delincuentes que bla bla bla”.

Pero tecnicismos aparte, lo que hizo el gobierno de Claudia Sheinbaum fue obedecer una orden tajante. Y una versión dice que la cosa estuvo así:

Un enviado de Trump llegó a Palacio Nacional con una lista de 30 delincuentes, 29 de los cuales estaban detenidos en cárceles mexicanas, y le habría dicho a la mandataria mexicana: “El presidente los quiere en Estados Unidos a la brevedad posible”.

Lo demás ya te lo sabes, lector.

Que si se violaron los tratados internacionales y los derechos humanos de estos sujetos; que si sus abogados agotarán todas las instancias para regresarlos, esas son patadas de ahogado. Ya podrán decir misa sus defensores que ninguno de los 29 regresará vivo a suelo mexicano. Allá morirán de viejos o serán ejecutados.

Sobre el delincuente número 30 casi todo mundo coincide en que se trata de Nemesio “El Mencho” Oceguera, líder del CJNG y único que no estaba en prisión. Lo mismo que Los Chapitos y Los Mayitos que aunque no estén en la lista, también son prioridad para el gobierno de aquel país.

Pero hay más en el horizonte de Trump.

En entrevista con la revista británica “The Spectator”, dijo que encomendará a la Fiscal General, Pam Bondi, abrir una investigación a políticos mexicanos para indagar sobre sus posibles nexos con el tráfico de fentanilo y de personas. Pero eso no será necesario.

Desde la presidencia de Obama existe una lista de sujetos y sujetas que amparados en un puesto en el gabinete, en una diputación, senaduría o gubernatura, tuvieron o tienen nexos con los malosos.

Esa lista, que se ha ido engrosando con el tiempo, la tuvo el propio Trump y la guardó en su escritorio. También Joe Biden que no la quiso utilizar “para no afectar las relaciones con México” y ahora vuelve a estar en manos de Trump.

¿Cuántos están en ella? Quién sabe, pero puedes aportar lector a que la mayoría de los gobernadores de Morena, principalmente los del llamado Corredor del Pacífico, que gracias a los delincuentes arrasaron en las elecciones del año anterior, están ahí y quien la encabeza es Rubén Rocha Moya, el gobernador de Sinaloa.

Puedes apostar también a que el gobierno de Trump no quedará contento con señalar a esos tipos. Exigirá que los lleven ante un juez de preferencia norteamericano.

Hay quienes dicen que si esas investigaciones son derechas, tienen que pasar forzosamente por Palenque, por el rancho de un sujeto que nos dejó un país más violento y como nunca ensangrentado. Un sujeto que volteó para otro lado mientras los malosos inundaban Estados Unidos con fentanilo y que con su política de abrazos les entregó casi dos tercios del territorio nacional.

Un sujeto que en sus delirios de grandeza quiso estar a la altura de Juárez, Madero y Cárdenas, pero que pasará a la historia como protector, tapadera, alcahuete y beneficiario de los delincuentes a los que les debe, entre otras cosas, que su partido siga en el poder.

bernardogup@hotmail.com

 

 

Related posts

Ni café ni galletitas

Si estás bien con Dios, ¿a qué vas a pedirle favores al diablo?

Vividores del USMEV algo más que alacranes en los zapatos