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Son las secretarías de Salud, Educación, Seguridad Pública y la responsable de la Infraestructura y obra pública de Veracruz, el Talón de Aquiles del nuevo gobierno que cumple sus primeros 100 días.
En Coatzacoalcos -lugar donde vivió Roció Nahle- habrá fiesta este fin de semana.
Será en el mismo lugar donde hace unos días se registró una masacre, una repetida masacre ya que Coatzacoalcos hace años se convirtió en tierra de nadie.
Es el Veracruz que nos heredó el atarantado Cuitláhuac García, hoy responsable del gas, mismo que se la pasa subiendo fotografías donde se muestra cuan diestro es para tocar guitarra -aparte de chapear y bailar salsa-.
Habrá fiesta por los 100 días en donde difícilmente habrá de considerarse la señalada crisis que vive Veracruz en materia educativa en la que Claudia Tello se ha visto desbordada por el reclamo magisterial y las corruptelas del pasado reciente.
Inocultables en esa dependencia los aviadores, contratos millonarios a sus favoritos y un localizado afán por esconder las rapacerías del anterior secretario Zenyazen Escobar y su Oficial Mayor, la exótica Ariadna Selene Aguilar Amaya cómplices en presuntos desvíos multimillonarios.
La de este fin de semana será a no dudar una fiesta política -remedo de las que hacía periódicamente López Obrador- en donde muy seguramente no se tocará el tema de las 200 empresas fantasma que quebraron al sistema educativo.
La mejor intención de la gobernadora, una mujer que se muestra muy echada para adelante y con deseos de servir a una tierra que no es de ella, chocó con pared ante la escalada criminal de los carteles en poder de más de la tercera parte del territorio y centro de operaciones en la zona de las altas montañas, el norte hasta la frontera con Tamaulipas y en el sur, desde las llanuras del Sotavento hasta Minatitlán y Coatzacoalcos.
Las alianzas criminales con las fuerzas de seguridad pública han llevado incluso a los habitantes de Fortín a exigir la expulsión de toda la policía y el “Colectivo Solecito Veracruz” reclamar un alto a la desaparición forzada gestada en el corredor Veracruz-Boca del Río por la propia policía estatal.
Asimismo, la opinión pública veracruzana ha exigido no dar por legal que la policía entre a los domicilios so pretexto de que “lo que buscan es protegerte”.
Son seis los Cárteles que asuelan a Veracruz y no se observan visos de combatir este cáncer.
El mal se extiende al sector salud donde aún rondan las 227 empresas fantasma que provocaron un quebranto de 3 mil 617 millones de pesos mismas que fueron denunciadas por ORFIS que después se echó para atrás, no así la Auditoria Superior de la Federación, de corte federal que insiste en no solapar a los corruptos del gobierno de Cuitláhuac García que hasta vendió las ambulancias de SESVER de manera clandestina.
¿Y la falta de medicinas? ¿Y el carrito de medicinas que recorre los 212 municipios, acaso se desvíelo?
Con bombo y platillo se anuncia el fin de la era de los baches con un programa denominado “Bachetón” que más parece de maquillaje ya que solo ha servido para cuando vienen las visitas de la ciudad de México y observen por donde transita la comitiva en calles y carreteras que parecen mesas de billar.
En realidad, en SIOP, organismo responsable de la obra pública e infraestructura, siguen en la misma, con los emisarios del pasado otorgando el 98 por ciento de la obra por adjudicación directa a los amigos.
No se observa ningún avance, aunque habrá que reconocer que hay mucha pintura para señalización, blanquear puentes viejos y el Palacio de Gobierno.
Mas que avocar los primeros 100 días habría que aplicarse en resultados tangibles ya que pueblo bueno y sabio que nos legó el primer piso de la transformación ya no se chupa el dedo.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo