Javier Herrera Borunda, el gran ausente en los nombramientos de los candidatos

Algo que ha llamado la atención, o al menos al columnista le ha llamado la atención, es que en los primeros destapes de los candidatos a alcaldes de la coalición Morena-Partido Verde, para nada ha estado presente el diputado federal Javier Herrera Borunda.

 

El cosamaloapeño tendría suficientes motivos para hacer acto de presencia y aparecer en las fotos al lado de la dirigente nacional morenista Luisa María Alcalde, a partir de que es el secretario de Organización del CEN de su partido, el PVEM.

 

Pero otro motivo más es que aparte de su representación partidista es veracruzano y como tal tiene derecho, se supone, a saber qué ha dispuesto su aliado mayor con el destino político local (municipal) de su estado, del que incluso su padre fue gobernador.

 

En las primeras fotos que se conocen, del Verde solo han estado Arturo Escobar y Vega, secretario técnico del Consejo Político Nacional, el dirigente estatal en Veracruz, Édgar Herrera Lendechy, y el diputado local Marcelo Ruiz, como invitado.

 

Aparte de Herrera Borunda, tampoco ha estado la dirigente nacional, Karen Castrejón Trujillo, y ni por asomo el considerado dueño de ese partido, Manuel Velasco Coello. ¿No resulta extraño, por no decir que muy sospechoso?

 

Tiene que decirse que los verdes son muy herméticos y poco mediáticos, de ahí que es el columnista quien se atreve a considerar una hipótesis: Javier ha estado ausente porque no está de acuerdo con la imposición de algunos candidatos, a los que además están vistiendo de verdes sin serlo.

 

Aparte de eso, como una forma de protesta porque Morena les ha quitado municipios que consideraban suyos y donde han demostrado fuerza, como es el caso de Alvarado, donde para saldar un compromiso con la gobernadora Rocío Nahle impusieron al neomorenista Leopoldo Polo Deschamps.

 

Verdes locales no tienen ninguna duda de que quien tiene la fuerza política en ese municipio es la alcaldesa verde, Lizzette Álvarez Vera, quien venía impulsando a su hermana Rosario para que la sustituyera, con el argumento de que con ellas su partido lleva dos periodos consecutivos en el poder.

 

En este espacio comenté que los verdes decidieron acatar la decisión de su aliado, Morena, de evitar casos de nepotismo en el relevo del próximo 1º de junio, con excepción de seis casos en los que ellos están seguros que sus candidatos ganarían, y Alvarado sería uno de ellos.

 

Hoy, al menos quienes tienen acceso a la dirigencia estatal, ya no están seguros que Lizzette se va a disciplinar y va a apoyar a Polo Deschamps, y en forma abierta o bajo el agua la ven jalando con el candidato del PAN, Octavio Tavo Ruiz Barroso, exalcalde y quien está bastante identificado con sus paisanos y por lo mismo no es mal visto entre los alvaradeños, además de que está cabildeando con todos.

 

Para el columnista, pues, Javier Herrera Borunda estaría tomando distancia a propósito para salvar cualquier responsabilidad como veracruzano si los resultados les fueran adversos donde les están imponiendo candidatos y donde les están quitando municipios que aún tienen bajo su control.

 

Javier es joven, pero tiene la gran escuela de su padre y de los amigos de su padre, en la que ha aprendido que si en una fiesta hay un grandulón que se apropia de ella, hace y deshace a su antojo y de paso no le da bebida y hasta le quita una buena parte de la rebanada del pastel que le toca, entonces mejor debe hacerse a un lado.

 

Los usan para acusarlos que ellos frenan reforma antinepotismo

 

En otro tema, pero relacionado con los verdes, algunos destacados militantes dijeron al columnista, a condición de que se guardara su identidad, que el Partido Verde no fue el responsable de retrasar la entrada en vigor de la reforma contra el nepotismo de la presidenta Claudia Sheinbaum.

 

“¿Usted lo cree? No tiene lógica. Ellos tienen todo el poder. No nos podemos comparar con ellos ni podemos imponerles decisiones. Fue un acuerdo. López Obrador sigue tomando decisiones, él fue quien lo ordenó y lo operó Adán Augusto (López), pero nos usaron para decir que fue por iniciativa nuestra”.

 

Rocío no quita el dedo del renglón vs. Chiquiyunes

 

Quien, por lo que declaró ayer, no desconfía de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de su partido es la gobernadora Rocío Nahle, respecto al tema de la afiliación a Morena del senador Miguel Ángel Yunes Márquez. Dijo que está en espera del resolutivo sobre su petición de que no se le admita.

 

Se supone que su partido no la puede hacer quedar mal, no en pleno proceso electoral local, pues si la decisión es en su contra la dejará muy mal para con los veracruzanos y con los militantes de su partido cuando se está en la antevíspera de ir a las urnas.

 

Pero, además, si a Yunes Márquez le hace la acusación de Rocío lo que el viento a Juárez, entonces desde la cúpula nacional estarán dando bandera a la oposición para que acuse a Morena de ser un partido que admite y sostiene a una persona impresentable, al que acusan de traidor y Nahle hasta de lavado de dinero.

 

¿Llevarán Eleazar y Zenyazen a sus acarreados al Zócalo?

 

Luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum invitó para el próximo domingo a una “asamblea” en el Zócalo de la Ciudad de México en la que “presentará” las “acciones” contra el aumento de 25 a los aranceles de las exportaciones de México a Estados Unidos, la gran pregunta es si los ahora diputados Eleazar Guerrero Pérez y Zenyazen Escobar García, los reyes del acarreo en el sexenio pasado, llevarán de acarreados a los miles de sus supuestos simpatizantes.

 

Cual dueños de la administración pública, no solo obligaban a los empleados del gobierno y de la SEV a ir, incluso forzándolos a pagar ellos mismos sus propios gastos, sino que violaban la normatividad laboral pues hacían el acarreo en días y horarios laborales, y a quien se negaba lo condenaban incluso a perder su trabajo.

 

Hubo casos, denunciados por los propios trabajadores, en los que llegaron a pedirles dinero en efectivo para dizque pagar los autobuses, y entonces, obligados, prácticamente nadie se negó con la esperanza de que conservarían su trabajo al cambio de gobierno, pero, ya se vio, los terminaron despidiendo.

 

Con sus membretes Unidos Todos (UT) y Maestros con Morena (MCM), el par de vivillos, en realidad lo que buscaban era quedar bien con la iba a ser nueva gobernadora, y por la posición que tienen, se ve que lo lograron.

 

Ahora ya no tienen a su disposición el control sobre miles de necesitados de su trabajo y sometidos por ellos, como tampoco los cajones llenos de billetes del gobierno, pero, ¿alguien duda que su gran amor por “la causa” no los motivará a reunir y a llevar a esos miles de acarreados de que tanto hicieron gala?

 

 

 

 

 

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