García Harfuch y el “síndrome de la Chimoltrufia”, “mataban y torturaban gente, pero no por eso era un campo de exterminio”. “Como dice una cosa, dice otra”
Alejandro Gertz Manero, Fiscal de la República, a pregunta expresa de los reporteros reconoció que en el Rancho Izaguirre se encontraron restos óseos, incluso cráneos. Estaba por definirse si esos restos habían sido incinerados o si se había ocupado ácido para disolver los cuerpos. Gregorio Lastra, acusado de ser el reclutador de jóvenes para el Caŕtel Jalisco Nueva Generación, declaró que a los jóvenes que reclutaba a la fuerza los llevaban al rancho de Teuchitlán, donde los entrenaban. Pero además declaró que a los jóvenes que se resistían o que querían escapar los torturaban y mataban. Por cierto, de ello nos enteró el mismo García Harfuch. Sin embargo, ya metido en el embrollo, el secretario de Seguridad ahora sale a decir que “no porque mataran y torturaran jóvenes en el Rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, eso quiere decir que el lugar sea un campo de exterminio”. En este momento le hacemos una pregunta al lector: ¿Qué entiende usted como campo de exterminio? ¿Acaso no es un lugar en el que se tortura y se mata a la gente? Como si fuera “la Chimoltrufia”, García Harfuch declara: “Es una cosa totalmente distinta que en un inmueble se haya cometido algún tipo de homicidio, tortura, a que sea un campo de exterminio”. No pues el señor, “como dice una cosa dice otra”.
Cuauhtémoc Blanco es acusado de ser el autor intelectual del crimen del organizador de la Feria de Cuernavaca; lo implica el asesino material
El gobierno de la Cuarta Transformación, por el sólo dicho de un testigo protegido, toma preso a cualquier adversario sin investigar más. A Rogelio Franco Castán lo detuvieron por supuestamente resistirse a un arresto, aunque el señor tenía un amparo vigente. A Jorge Winckler lo siguen persiguiendo, a pesar de estar preso, por supuestamente haber torturado con música a un homicida. Sin embargo, Cuauhtémoc Blanco, acusado por su propia hermana de abuso sexual, es cobijado por lam impunidad. Pero hay más. Imagen Noticias presentó el video en el que José Fierro Escobar, confesó haber asesinado a Juan Manuel García Bejarano, organizador de la Feria de Cuernavaca, ocurrido en 2017. El asesino material acusa en su confesión a las personas que le pidieron llevar a cabo ese homicidio. En el video de su confesión dice: “Me visitó una persona, un amigo, y me dijo: ¿Sabes qué? Hay un jale… Entre nueve y diez de la mañana, sonó el timbre de la casa, entraron tres personas. Una persona alta, gorda, güera, pelo cano, con un acento español, con un folder en mano, con él iba con una persona conocida como Cuauhtémoc Blanco. Es más, él es, él era y otra persona más”. Pero por supuesto no le van a hacer nada, no sólo porque es diputado, sino porque forma parte de la cofradía de la 4T, esa que goza de plena impunidad.
La sororidad de las diputadas de Morena. le dicen a Cuauhtémoc Blanco, “no estás solo”. ¿Quién de ellas se quedaría con él a solas?
Los mexicanos conocen bien a Cuauhtémoc Blanco, el señor no es “una blanca palomita”. Como jugador de fútbol siempre fue gandalla, atacaba a mansalva, a traición, y si no que le pregunten a David Faitelson que sufrió un ataque por la espalda de parte de ese tipo. La esposa brasileña de Cuauhtémoc Blanco lo acusa de violento, de golpearla enfrente de sus hijas. Para colmo su hermana carnal lo acusa de intento de violación Pues a pesar de eso el señor dice que es un buen cristiano, buen samaritano, buen ciudadano: “Soy incapaz de violar a una mujer, tengo principios, tengo educación, esa educación me la dio mi madre, somos seis hermanos. No soy un asesino, ni un ratero, ni un violador, estoy cansado de esto”. ¿Tiene madre? Sí tiene, una señora que por cierto armaba escándalos en los palcos durante los partidos de México en el Mundial de Fútbol. Pues a este sujeto las diputadas de Morena los arroparon como si fuera una de ellas. Las diputadas de Morena distorsionan el concepto de sororidad, pues en lugar de ponerse del lado de las víctimas, le dicen al “jorobadito” a su llegada al pleno de la Cámara de Diputados: “No estás solo, no estás solo”. Al final, las mujeres de Morena, las que dicen defender a las mujeres del país, las que inventaron el delito de “violencia política en calidad de género”, terminaron tapándose con la misma cobija de Cuauhtémoc Blanco.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra