De entenado político de Nahle a candidato

 Pedro Miguel Rosaldo va por Coatza  * Un burócrata montado en Morena  * No emerge de la lucha social sino de la entraña de la gobernadora  * La cargada, en horario laboral  * A la mayoría ni los conoce  * Gersaín Hidalgo se apanicó y se abrió del PT  * Cabeza de cerdo y amenaza en la Tesorería de Coatzacoalcos

 

MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO

 

Publicada en mussiocardenas.com

6 de marzo de 2025

 

De su entraña política, algo raquítica, saca Rocío Nahle a Pedro Miguel Rosaldo García para convertirlo en alcalde de Coatzacoalcos. Qué más da que sea tecnócrata, fifí, invisible, sin roce con los pobres ni cargo de elección popular.

Su pupilo, invento político al más puro estilo Nahle, surge de una encuesta inexistente que lo catapultó en las preferencias de un público, también inexistente, que votó por un personaje, Pacho Rosaldo, del que sólo su familia y sus amigos saben quién es.

Rosaldo García es producto de un parto prematuro, extraído con forceps en el doloroso y accidentado proceso interno de Morena, apurando los destapes, contragolpeando la cúpula del obradorismo a Rocío Nahle y rasurándole algunos de sus candidatos como precio y castigo por la revuelta que armó por el caso Yunes, una afiliación que la desquició.

La zacatecana se puso la soga al cuello y de paso se la puso a sus candidatos. A Pedro Miguel lo tuvo a un tris de bajarlo de la nube en que lo trepó.

Originalmente, los destapes serían el 13 de marzo pero Morena aceleró el paso. Y Nahle, creyendo que podía patear a sus líderes, Andy López Beltrán incluido, nada pasaría y que le respetarían los espacios que suelen reservarse para un gobernador.

Nahle se quedó sin candidatos en Acayucan, San Andrés Tuxtla y Emiliano Zapata, pero a su hijo político, Pedro Miguel Rosaldo García, lo enfila a la alcaldía de Coatzacoalcos, la tierra que no la vio nacer, pues es zacatecana, y donde ya ha impuesto, para desgracia de los coatzacoalquenses a dos bodrios que acabaron con el presupuesto y se fueron sin hacer nada, célebres por dejar una estela de abuso y corrupción.

Víctor Manuel Carranza Rosaldo, tío de Pacho, llegó con la bendición de José Luis Peña Peña, el marido incómodo de la gobernadora de Veracruz, y en cuatro años sólo a dos cosas se dedicó: andar revolcándose con el baile de la iguana, y hacerse el muerto mientras el clan de los Nahle-Peña acaparaban las obras y los millones de pesos que se pagaron por ellas.

El sucesor, Amado Cruz Malpica, fue igual o peor. A la güeva que lo caracteriza se agregó una red de corrupción, encabezada por el ex director de Obras, Onésimo Mendoza, que solía simular licitaciones y luego apretar a los contratistas ganadores para que dejaran las obras y el funcionario las realizara con sus compañías de confianza.

Súmese al bandidaje, el desvío de recursos, dejando que la clínica y los médicos donde se realizó la cirugía de rodilla de la esposa del alcalde, Esther Mortera Zetina, fueran facturados al ayuntamiento de Coatzacoalcos.

Y al aquelarre político se agrega la ruptura en el cabildo cuando la mitad de los ediles se negaron a firmar el avance de obras de 2024, pues la síndica, Ana Bertha Hernandez Aguilar, investigó y halló que se dieron por concluidas obras que se hallaban en proceso o que ni siquiera habían iniciado, o que la calidad no correspondía a lo pagado. La denuncia precipitó la renuncia de la tesorera municipal, Grace del Carmen Mendoza Chesty, a la que el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz le documentó millones de pesos en inconsistencias.

Rocío Nahle, que es un fiasco en la toma de decisiones y, peor, en la selección de sus alfiles, o en la postulación de candidatos. Cree en su gente y su gente le muerde la mano.

Pedro Miguel no es sólo el juguete de cuerda de Rocío Nahle. Tiene a su favor una sólida formación universitaria, y en contra que habla un español tan tecnócrata que no hay quien le entienda.

Cuando se pone a hablar de trazabilidad, hace reír.

Y tiene en contra, también, que no lo conocen en las colonias.

Y en contra, que se mueve sólo entre los de clase media alta y alta.

Y en contra, que se le percibe atado a las faldas de la gobernadora.

A su favor, dos licenciaturas, una en Derecho por la Universidad Tecnológica de Xalapa y otra, en Mercadotecnia, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Monterrey (ITESM) campus Querétaro.

Los posgrados abonan al futuro alcalde: una maestría en Finanzas por la Universidad Autónoma de Barcelona, una especialidad en Dirección Financiera por la Universidad de Chicago y otra más en Alta Dirección AD-2 en el Instituto Panamericano de Alta Dirección Empresarial (IPADE) Business School.

Cuenta con cursos y diplomados en la Secretaría de la Función Pública relacionados a temas presupuestarios y geopolíticos, así como un doctorado en Administración Pública en el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP).

Todo bien si no fuera por el desarraigo y la madrina. Nahle es cáustica, dominante, volada, políticamente limitada, ocurrente, necia, caprichosa y berrinchuda. Y el casting siempre es un desastre.

Encumbra bodrios, abusivos, ratas y malintencionados. Dos Bocas es una muestra; Veracruz, otra; el ayuntamiento de Coatzacoalcos, un nido de corrupción.

Su nueva oferta es Pacho Rosaldo. Pero Pacho es repelente a los de abajo. No se mezcla con la broza. No se agacha al proletariado. No dirige la mirada al pueblo bueno y sabio que sufre, calla, se aguanta, aplaude y vuelve a callar. Los programas sociales sirven para aletargar.

Pedro Miguel Rosaldo será alcalde, quizá el más preparado que haya tenido Coatzacoalcos. Pero la política no es sólo formación. Es sensibilidad, lenguaje llano, diálogo y apertura, ser inmune al vértigo y, sobre todo, entender las reglas del poder. En la victoria, humildad.

Pedro Miguel será el cuarto Rosaldo en alcanzar la presidencia municipal. Antes lo fue, en dos ocasiones, su bisabuelo, Pedro Rosaldo Palomino; Rogelio Lemarroy González, hijo del empresario Rogelio Lemarroy Rosaldo, primo de su papá, el doctor y ex diputado federal perredista, Pedro Miguel Rosaldo Salazar, y el morenista Víctor Manuel Carranza Rosaldo, su tío, quien fue alcalde de Coatzacoalcos de 2018 a 2021.

El problema de Pedro Miguel se llama Andrés. Su hermano, quien fuera secretario de Gobierno en el ayuntamiento de Coatzacoalcos, fue sancionado por el Tribunal electoral del Poder Judicial de la Federación por retiro ilegal de propaganda del partido Movimiento Ciudadano, en 2024.

Los desplantes de Andrés Rosaldo son célebres, soberbia pura, las ínfulas de un mediocre que desoye y contradice al alcalde Amado Cruz Malpica, su jefe político, cuando dicta a qué agentes municipales y personal administrativo se le reasigna salario y a quién no. El audio es revelador.

Pedro Miguel Rosaldo no emerge de la lucha social. No se empolva los zapatos en los arenales de las colonias. No se enloda en los pantanos del Coatzacoalcos real.

Nace de la entraña política de Rocío Nahle, que es algo raquítica.

 

METADATO

 

La cargada morenista a favor de Pedrito Miguel Rosaldo, en horario laboral. Unos fueron a conocerlo, otros a lisonjear. Desconocidos para el futuro candidato de Morena y virtual alcalde de Coatzacoalcos, lo rodeaban, se fundían en abrazos, le externaban que es el mejor. Semanas atrás ni idea tenían de quién era él. La bufalada despedía tufo a PRI, las huestes de Joaquín Caballero, Olver Damas, Juan Carrera. Un alcalde que debiera estar despachando en su municipio, Noé Castillo Olvera, de Agua Dulce, mostrando que ser comparsa de carnaval es lo que se le da. Los Prot de Villa Allende que, contra lo que se diga, operan al 100. Y hasta Cutberto Sánchez, director de Alumbrado Público, aquel que decía que el ex diputado federal perredista, Pedro Miguel Rosaldo Salazar, padre de Pedrito Miguel, era un palurdo, un ordinario, un patán. Al único que Pedrito Miguel se le vio abrazar fue al ex secretario del ayuntamiento, Miguel Pintos Guillén, del clan Nahle-Peña, hoy diputado local, aquel que falsificó un acta de cabildo para despojar a las ligas del futbol de los terrenos en que se realizaban sus partidos y convertir el área en el Parque Ecológico Miguel Hidalgo, un elefante banco cuya construcción el clan Nahle-Peña entregó a Oscar Fosado, que no concluyó pero que cobró al 100 por ciento. Tantas caras extrañas, sudores ajenos, sonrisas fingidas, y Pedrito Miguel preguntándose: ¿estos quiénes son?  La mayoría nunca lo había tenido cerca. Nunca habían cruzado palabra con él. Pedrito Miguel no es el caballo negro de Morena; es el candidato desconocido, el entenado político de Rocío Nahle. Otro Rosaldo a la alcaldía, como el experimento fallido llamado Víctor Manuel Carranza Rosaldo. Pedrito Miguel cuenta con buena formación académica, quizá como ningún otro alcalde en la historia de Coatzacoalcos, pero el círculo que lo lleva al poder es voraz, una pandilla significada por la corrupción… Más por las malas que por las buenas, Gersaín Hidalgo Cruz dejó al PT. Sucumbió a una amenaza que llega desde el entorno de Rocío Nahle. Era abrirse de cualquier aspiración, vía el Partido del Trabajo, o enfrentar las denuncias que le han acumulado desde que Víctor Manuel Carranza Rosaldo era alcalde de Coatzacoalcos y Gersaín Hidalgo, líder del Sindicato Único de Empleados Municipales, se daba gusto cerrando accesos a Coatzacoalcos, bloqueando la entrada al túnel sumergido, marchando en las calles y amenazando con quemar el palacio municipal. Esas y otras denuncias sobre el líder sindical, hoy regidor priista que le aplaude y le aprueba todo al alcalde morenista Amado Cruz Malpica, espantaron a Gersaín y en cuanto pudo se alejó de la sucesión. Ni candidato por el PT ni la regiduría que pudiera corresponderle al SUEM si logran un mínimo de votación. ¿Quién cuenta la historia? El alto mando del PT en Veracruz. El miedo –a Nahle– no anda en burro… ¿Quién es ese funcionario que hizo llegar una cabeza de cerdo con una amenaza al director de Ingresos de la Tesorería de Coatzacoalcos, Sidronio Alfaro, con la célebre frase de que “en mis negocios no te metas”? La cabeza de cerdo yacía en el interior de una caja de cartón. Fue entregada por un sujeto que no se cubría el rostro; no usaba gorra ni sombrero. Durante la mañana del miércoles 5, dejó el “regalo”. Minutos después, el personal de seguridad revisó el contenido. Hallaron la cabeza de cerdo y una cartulina con el mensaje amenazante. ¿A quién le afecta que Sidronio Alfaro, un reconocido profesionista, contador público, haya metido orden en la Dirección de Ingresos?…

 

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