Abstencionismo, becas, dinero a viejitos, compra de votos y una “vaca” para que Morena gane Xalapa

Morena no necesita más, a quien ponga gana.
Ya se vio con Ana Miriam Ferraez y ya se verá con Daniela Griego. Los chairos ganarían incluso, como dicen los clásicos, “sí postulan a una vaca”.
Con una oposición disminuida y sin alianza, sin dinero para comprar votos y una estrategia propagandística muy repetida y poco convincente difícilmente el PAN, Movimiento Ciudadano o el PRI podrán ganar a la apática Xalapa.
Morena está lista para no hacer campaña, pero sí presta para poner en marcha la maquinaria que tan buenos resultados le ha dado.
Su fórmula es simple.
Para que de nuevo entre en acción el abstencionismo, el acarreo de seguidores el primero de junio a quienes tiene becados, se dé la compra de votos el día de la elección hasta por tres mil pesos y garantice a los beneficiarios la ratificación de los programas sociales y dinero bimensual para la tercera edad que incluso van a tener un adelanto, solo les basta ajustarse a los tiempos.
Y también al manejo de la numeralia.
Los números electorales son fundamentales y muy particulares en el caso de la ciudad capital.
Con un abstencionismo histórico que alcanza el 60% y una votación promedio por elección de 120 a 130 mil votos para ganar la plaza -una plaza que tiene cerca de dos millones de capitalinos en 280 colonias- Morena no tiene preocupación alguna.
Simplemente se declara lista para un nuevo combate electoral ficticio en Xalapa y pone en acción los dos mil promotores del voto, ante se llamaban Siervos de la Nación que recorran barrios y colonias de la capital recordando a la ciudadanía su obligación de votar por Morena porque si no es así “pues ya saben”.
No habrá propaganda, ni spots o capsulas de televisión, simplemente se cubrirá el requisito de hacer acto de presencia en dos que tres actos de campaña y no más.
Opcional que acudan a los debates a donde declinan ir para evitar el ridículo y con la prensa, pues simplemente no la pelan. No existe. Que si los critican no acusan recibo, que si la elogian tampoco.
Hoy, a vistas, solo un milagro podría salvar a Xalapa de las garras morenas que se aprestan a la preservación del poder al lado del poder estatal.
Sería un milagro en donde ni con la ayuda de Ahued -parafraseando a Manuel Huerta- la oposición partidaria ganaría.
Lo único real y no predecible es que la sociedad civil despierte, cosas que se ve punto más que imposible; que la burocracia se ponga la pila cosa que tampoco sucederá; que la UV deje de ser Morena y que la clase media deje la apatía y salga a votar.
A la par y como parte del montaje sobrevendrán las definiciones de los órganos electorales en torno a que habrá una elección limpia, histórica, en donde no habrá Operación Carrusel, ni embarazo de urnas y menos alteración de actas, sábanas o sustitución de paquetes electorales en donde hasta los muertos votan.
Vendrá la precisión de que no habrá “algoritmos” que alteren los resultados preelectorales y todo será limpio y transparente.
Todo será tan claro como el chapopote.
Todo a fin de que la oposición se confíe o que de plano no se organice a pie de urna ya que su poder de convocatoria es reducido y que a la hora de la hora no tenga mas que reconocer la derrota.
Esa es la triste realidad impuesta por Morena desde que llegó al poder.
Tiempo al tiempo.  
 
*Premio Nacional de Periodismo

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