Marcha de la Lealtad. Claudia Sheinbaum no invita al Poder Judicial, pero sí a Salvador Cienfuegos, acusado de narcotráfico por el gobierno de EU

Marcha de la Lealtad. Claudia Sheinbaum no invita al Poder Judicial, pero sí a Salvador Cienfuegos, acusado de narcotráfico por el gobierno de EU

Donald Trump concedió al gobierno de México un mes de gracia antes de aplicar aranceles del 25 por ciento a los productos mexicanos. Concedió esa gracia, pero no se desdijo ni se disculpó por haber dicho que el gobierno mexicano estaba protegiendo a los cárteles de la droga. Y no se desdijo porque en México siguen presentándose evidencias de esa connivencia entre el crimen organizado y el gobierno federal. Este 9 de febrero se conmemoró el Día de la Lealtad. En este día se cumplieron 112 años de que Francisco I. Madero marchó por el Castillo de Chapultepec con sus soldados leales. En este evento los tres poderes de la Unión son convocados. Sin embargo, la presidenta Sheinbaum, titular del Poder Ejecutivo, invitó al Poder Legislativo, pero no invitó al Poder Judicial. Tampoco lo hizo López Obrador en el último año de su gobierno. Sin embargo, quien sí estuvo invitado fue el general Salvador Cienfuegos. Vale mencionar que Salvador Cienfuegos, quien fuera secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Peña Nieto, fue detenido el 15 de octubre de 2020 en el Aeropuerto de Los Ángeles, California, acusado de narcotráfico y lavado de dinero. López Obrador, en ese entonces presidente de México, amenazó con expulsar a los agentes de la DEA que estuvieran en México, por lo que Cienfuegos tuvo que ser liberado por el gobierno de los EU y más tarde exonerado por el gobierno mexicano. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos tiene pruebas y elementos suficientes para considerar a Cienfuegos como un hombre del narco.

Donald Trump no quedó conforme. Acciones de México para impedir aranceles “no son suficientes”. ¿Quién hace tratos con alguien que no tiene palabra?

Dice el libro de Proverbios que hay tres cosas que nunca se sacian, una de ellas es el sepulcro, otra es la tierra que no recibe agua y una más el fuego, que nunca dice basta. Donald Trump es como esas cosas, nunca se sacia, nunca dice basta. Si la presidenta Sheinbaum creía que ya había cedido demasiado para que el presidente Trump no aplicara aranceles a los productos mexicanos, se equivocó. Donald Trump quiere más. Previo al Super Bowl el presidente Donald Trump fue entrevistado. En la entrevista trataron el tema de las acciones que Canadá y México debían llevar a cabo para que no se les aplicaran aranceles especiales a sus productos. Trump afirmó que hubo “mucha acción”. Sin embargo, el entrevistador le preguntó: “Es suficiente”. Entonces Trump encontró oportunidad para meter más presión: “No, no es lo suficientemente bueno. No es sostenible y voy a cambiar esa situación”. ¿Qué más quiere el presidente de Estados Unidos? Aviones de la Fuerza Aérea de los EU patrullan las costas de Sinaloa, ya se acercan los barcos de guerra a territorio mexicano, ya se mueven 10 mil soldados a la frontera, ya dejó Sheinbaum que calificaran su gobierno como un narcoestado; ¿que más quiere? Para empezar, el acero que México vende a los norteamericanos, tendrá un arancel del 25 por ciento.

Una vez más, el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl no cumple con las expectativas. ¿Se acabaron los Michael Jackson, las Madonnas, los Paul McCartney?

El espectáculo del medio tiempo del Super Bowl ha tenido momentos gloriosos. ¿Cómo olvidar el espectáculo que brindaron artistas de la talla de Michael Jackson, Paul McCartney, Prince, Madonna? Pero el medio tiempo del Super Bowl también ha tenido momentos vomitivos: Gloria Estefan en 1992 durmió a todo el público con su “Winter Magic”. Phil Collins, Enrique Iglesias y Christina Aguilera en el 2000 son dignos de ser olvidados. Bruno Mars en 2014 y The Weeknd en 2021 fueron decepcionantes. Este 2025 correspondió a Kendrick Lamar, ganador de 5 premios Grammy, entretener al público en el medio tiempo del Super Bowl; también fue decepcionante. Sus melodías, por muy profundas que puedan ser consideradas por sus seguidores, no despertaron interés, resultaron demasiado monótonas. Las coreografías no tuvieron mayor realce. Fue un espectáculo soporífero, que por supuesto no alcanzó los niveles de los grandes espectáculos presentados por los más grandes. Kendrick Lamar, en su participación en el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl dejó muy en claro que el rap sigue siendo una música local, casi tribal, para nada universal.

Armando Ortiz                               Twitter: @aortiz52                                       @lbajopalabra

 

 

 

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