La FGE limpia huellas y desaparece carpetas ante la inminente renuncia de la Fiscal

La aun Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadans ordenó la inmediata desaparición de carpetas de investigación comprometedoras y toda huella incriminatoria particularmente aquellas que involucren a funcionarios de la anterior administración.
La orden de la fiscal es determinante, borrar todo indicio de delitos prefabricados, desaparecer carpetas con temas espinosos de corrupción del gobierno de Cuitláhuac García, así como evidencias de la escalada de homicidios, feminicidios y desapariciones forzadas.
La desesperada disposición incluye además las carpetas que llevaron a prisión a más de mil 200 presos políticos y documentos que avalan la detención ilegal de inocentes por años tras las rejas.
En el terreno gubernamental la orden irrestricta es desaparecer todas las carpetas de investigación por actos cometidos por servidores públicos, pruebas contundentes, el no ejercicio de la acción penal, y asuntos no resueltos de manera intencionada.
Desde el pasado lunes desde las oficinas centrales llamaron a todos los fiscales a cerrar filas sobre el tema de denuncias en contra de funcionarios corruptos, pruebas contra empresas fantasma y abusos de autoridad con la instrucción de que no pasen y, si es posible, en tiempo récord, se resuelvan.
Todo sin dejar huellas.
La consigna es desaparecer o destruir todo indicio de ilegalidad gestada por Eric Cisneros, el legendario criminal apodado “Bola 8” quien desde la secretaria de Gobierno cumplió venganzas del jefe, tradujo agravios en cárcel y fue omiso ante la escalada de los Carteles criminales que azotan a Veracruz.
La intención es sepultar toda la ominosa era de criminalidad misma que permita a la nueva administración no “barrer para atrás” y empezar de cero.
La tarea deberá ser cumplida en lo inmediato ante la inminente llegada del nuevo fiscal que habrá de recaer en Diego Castañeda, quien entra al interinato para ser ratificado por el Congreso del estado en fecha próxima.
De acuerdo a la versión del calificado columnista Bernardo Gutiérrez Parra “hace unas horas trascendió que la terna para elegir al nuevo o nueva titular de la Fiscalía General del Estado ya está lista y sólo es cuestión de horas o a más tardar de unos días, para que se dé a conocer el nombre de quien remplace a la nativa de Santiago Tuxtla”.
En la terna apunta a dos abogados muy capaces.
Uno es el diputado local Diego Castañeda Aburto, artífice de la ley que reformó la Constitución de Veracruz para modificar la designación del periodo en el cargo y la remoción de los titulares de la Fiscalía General del Estado.
El otro es David Agustín Jiménez Rojas.
A ese dato habría que agregar que ambos fueron perseguidos por el Bola 8, el primero, Diego, quien estaba en la subsecretaria de gobierno tuvo que migrar a la ciudad de México ante la venganza en ciernes que se gestaba en su contra.
Hay una tercera que se cita en la presunta terna.
Es Leslie Garibo Puga, exfuncionaria de la Secretaría de Energía y Contralora General con Cuitláhuac García Jiménez.
Todo apunta, sin embargo, a que será Diego Castañeda quien habrá de llegar a revisar lo que quedó del cementerio de expedientes que ocultan omisiones a colectivos por desaparecidos y muertos llevados a fosas clandestinas en el panteón de Palo Verde,
Y casos muy localizados como el atropello y cárcel eterna para el exsecretario de gobierno Rogelio Franco Castán, cuyo delito fue rasgarle la playera a un ministerial quien, según la FGE, terminó en el sicólogo para superar el trauma de su vestimenta destruida.
Con Franco no había delito que perseguir, pero además estaba amparado.
En igual sentido se destruye la carpeta que llevó 60 años de prisión a Raquel “N” por el “asesinato de la rectora de la Universidad Valladolid, María Guadalupe Martínez Aguilar, cuya sobrina confesaría meses después que sería su mamá. la hermana de María Guadalupe, quien consumó el homicidio.
Verónica Hernández Giadans fue la mejor amiga de María Guadalupe y su hermana por ello se fabricó a una culpable que nunca había visitado Xalapa.
Raquel vendía birria en Xochimilco que transportaba en un vehículo rentado en donde supuestamente se consumó el atentado a la rectora.
En la suma quedan pues para la historia las ligas de Verónica con los Zetas a través de su prima hermana; la alianza criminal con el Bola 8; sus apariciones armadas en actos públicos vestida de agente ministerial, y los delitos prefabricados a través de su amanuense Marcela Aguilera Landeta, responsable de investigaciones ministeriales, hoy de pelada.
Son muchas las pillerías de Verónica que quiera o no serán del dominio público porque la consigna de la gobernadora Rocío Nahle es barrer la casa de arriba para abajo.
¿Por qué habría de tapar a quien tanto daño hizo a Veracruz?
Tiempo al tiempo.
 
*Premio Nacional de Periodismo

Related posts

Reviven la “Carpeta Azul” de los Yunes a petición de Nahle

¡Lya..!

Peña Peña hasta el cuello por “Dos Bocas”