Son alaridos que taladran el alma. No gritos sino ruidos como de fiera herida ensordecedores: “¡me mataron a mi niño, coño!” mientras abrazaba el inerme cuerpo del adolescente. Un padre enloquecido de dolor que el destino cruel y la fatalidad arrebató. Lamentos desgarradores. Sucedió mientras el joven cenaba en una taquería en Comalcalco. Fueron sujetos armados, quienes dispararon en tres ocasiones y huyeron con rumbo desconocido. “¿Por qué te fuiste, hijo mío?” era el lamento. Escena estremecedora en un video. Diariamente se repiten y crecen las tragedias en las familias mexicanas que pierden a sus hijos en los crueles enfrentamientos de la delincuencia organizada. Parece liquidan solo por ocurrencia en algunos casos. El pueblo desprotegido. *** Es momento que participemos y nos preocupemos por algo que no está en nuestras manos controlar, pero sí hacer conciencia y no esperar a tener una experiencia propia para dolernos. La responsabilidad es del gobierno. Pagamos para un sistema de justicia que dé resultados. Los encargados de la misma parecen impedidos para llevar a cabo con resultados óptimos por falta de voluntad política. No es culpa de la sociedad sino de los del poder. Hay que exigir soluciones. *** No temamos hablar, gritar, exigir. Son nuestros empleados que se pagan con el erario. Los funcionarios viven como millonarios sin cumplir con sus deberes. Salgamos del letargo, encontremos el camino. Se entiende que el robo de 10 millones de votos y la descarada compra de los mismos con programas sociales electorales hayan cimbrado, estatizado, pero es hora de actuar. ***En Febrero en Tabasco se registraron 40 homicidios dolosos y 132 en lo que va del año. *** Cuauhtémoc Blanco desde sus inicios en el América era prepotente y agresivo aseguran quienes lo conocieron. *** Y para las agruras