“La sociedad y la familia se parecen al arco de un palacio;
quitas una piedra y todo se derrumba.” – El Talmud.
Fue Gerardo Fernández Noroña el presidente de la Mesa Directiva del Senado quien confirmó que sí existe una pelea entre miembros de Morena.
El pleito parricida entre Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal Ávila confirma que si algo caracteriza a la izquierda mexicana es su habilidad para la antropofagia política.
Un diferendo que debió arreglarse en casa y lavarse dentro de la misma, trascendió en medios ante la capacidad casi diarreica del tabasqueño para discurrir sus conceptos.
Las acusaciones disparadas por ambos personajes evidenciaron que en eso de pretender ejercer el control de sus grupos políticos y demostrar quién es más poderoso, no importa que sea vean como todos unos trogloditas.
Pero eso no solo pasa en el ámbito nacional, también sucede en la aldea, pues al parecer el diputado local, Esteban Bautista Hernández, actual presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Sexagésima Séptima Legislatura Local pretendió sacar la guadaña y acabar con la posible buena fama pública de su antecesor, hoy delegado federal del Bienestar, Juan Javier Gómez Cazarín reclamando presuntos malos manejos en el Congreso Local, por la supuesta adquisición de unas tabletas –mismas que han generado ahorros importantes en el gasto de papelería y tóners- algo que el mismo Bautista Hernández no ha señalado y que sería importante tener como elemento de referencia, pues la disminución en el gasto de papel y tinta para computadoras fue sustancial.
Así ambos pleitos parecían tener como común denominador el hecho de revelarse ante la mirada atónita de la máxima autoridad, tanto en la persona de la presidente de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y en el caso de Veracruz de la misma Gobernadora, Rocío Nahle García.
La pregunta ahonda en un problema mayor, el machismo aparente de no aceptar las órdenes e instrucciones de las jefas máximas.
Pero aún más, alguien parecía tripular ambos casos.
¿Quién pudiera estar detrás de cada uno de estos dos pleitos casi a muerte?
En uno de los casos -el nacional-, una supuesta injerencia del expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador tendría el origen del diferendo, en ese afán de pretender crear un “Maximato” en el que su operador sería el mismo Adán Augusto López Hernández.
Por su parte, en el caso Veracruz un presunto integrante del Clan Yunes sería el responsable de estar detrás del diferendo.
Ambos temas deberán ser tocados al interior de sus militancias y dirigencias, porque los pleitos de familia se deben resolver en casa, y no andar provocando confusión entre la sociedad y su militancia.
Solo bastaría recordar que al menos en Veracruz, los pleitos aun con el mismo Eric Patrocinio Cisneros Burgos, alías el famoso “Bola 8” de horribles recuerdos, jamás se dirimieron con declaraciones públicas en medios, por parte de los mismos morenos involucrados.
Seguramente no tardarán en darse los manotazos que apacigüen las aguas y pongan orden y respeto a los involucrados, porque el único que pierde es Morena y sus gobiernos.
Al tiempo.