Inicio ColumnasViernes Contemporáneo En Salud una visión más humana. ¿Cómo entender eso del compromiso “basado en la empatía y en una visión de justicia social” del que habla Valentín Herrera?

En Salud una visión más humana. ¿Cómo entender eso del compromiso “basado en la empatía y en una visión de justicia social” del que habla Valentín Herrera?

by Armando Ortiz

En Salud una visión más humana. ¿Cómo entender eso del compromiso “basado en la empatía y en una visión de justicia social” del que habla Valentín Herrera?

La Secretaría de Salud se ha convertido, desde hace varios sexenios en la “cueva de Alí Babá y los 40 ladrones”. Eleazar Guerrero fue el Alí Babá del sexenio que pasó. El señor se sirvió con la cuchara grande. Se valió de empresas fantasma para saquear el presupuesto de salud. Antonio Pola Navarro y Jorge Eduardo Sisniega fueron dos de sus “40 ladrones”. En algún momento uno de los “empresarios” que prestó su nombre para las empresas fantasma nos confesó que a ellos los utilizaban y sólo les daban una parte mínima del recurso saqueado. Una de las promesas de la gobernadora Rocío Nahle está en acabar con la corrupción, pero también con llamar a cuentas a los corruptos. El nombramiento de Valentín Herrera Alarcón como secretario de Salud es un buen augurio, es una señal positiva que indica que hay voluntad para que las cosas cambien. Al momento de tomar el encargo de la Secretaría de Salud, Valentín Herrera declaró: “(Estoy) comprometido con un sistema de salud transformador para las y los veracruzanos, basado en la empatía y en una visión amplia de justicia social”. No pudo elegir mejor sus palabras el nuevo secretario de Salud. En una dependencia tan importante, que velará por la salud de los veracruzanos, lo que se requiere es empatía, ese sentimiento que nos hace más humanos, esa capacidad, que no todos tienen, para sentir el sufrimiento o la alegría del prójimo. Abordar la salud con la premisa de la empatía habla de una convicción humana por parte de Valentín Herrera, que es tan importante para brindar a los pacientes la justicia social que merecen.

Cuitláhuac García, el caquistócrata por excelencia. Caquistocracia es el concepto que categoriza a los peores, donde la ineptitud es gratificada, dice Ciro Gómez Leyva

Sí les platicamos que el nombre “Cuitláhuac” significa “caca seca”. Cuentan que maledicente la Malinche le cambió el nombre al príncipe mexica. Su nombre real era Cuauhtlahuac, que significa “águila sobre el agua”. Pero como el príncipe no era de su agrado, ella lo cambió por “Cuitláhuac” que significa “caca seca” o “señor del excremento”. El periodista Ciro Gómez Leyva le agrega un nuevo calificativo a Cuitláhuac García y a su forma de gobernar. Señala Ciro en su artículo pata Excélsior: “Por curiosidad básica habrá que preguntar qué hizo Cuitláhuac García para que ayer, cuando dejaba el gobierno de Veracruz, la presidenta Sheinbaum le confiriera el privilegio de invitarlo a trabajar con ella. “Luego les platico dónde, pero será en una parte importante, estratégica”, aseguró. ¿Es Veracruz más seguro y menos criminal que seis años atrás, más limpio, más rico, descuella en educación pública, sus servicios de salud son modelo nacional, es una estampa ejemplar contra la corrupción, tiene mejor infraestructura? No, no y no (…) Caquistocracia es el concepto con que la sociología política categoriza a los gobiernos de los peores y donde la ineptitud es gratificada. Suerte a Cuitláhuac, pues, en su cargo importante y estratégico. Sabe bien lo que debe hacer”. De modo que además de ser el “señor de los excrementos”, Cuitláhuac García también es el caquistócrata por excelencia.

Dice Claudia Sheinbaum que los problemas de México no pueden compararse con los de Canadá. ¡Claro que no! Allá los gobernadores no están coludidos con el narco

Le ardió harto al gobierno de México que el presidente Justin Trudeau defendiera la postura de Canadá sobre el tráfico de drogas y de inmigrantes. Trudeau explicó a Donald Trump que su gobierno no tiene los índices de tráfico de droga que hay en México. Más del 98 por ciento de la droga que entra a los Estados Unidos entra por la frontera con México. Asimismo, sólo el 0.06 por ciento de inmigrantes que van a Estados Unidos entran por la frontera de Canadá. Por supuesto que no es lo mismo. Esa realidad indignó a la presidenta Claudia Sheinbaum que se subió a la almena del Castillo de Chapultepec, se envolvió en el lábaro patrio y se lanzó al vacío. En su conferencia mañanera la presidenta de México declaró que los problemas de México no pueden compararse con los de Canadá, “no por ello somos menos, nunca jamás”. Y tratando de encontrarle una espinilla en el rostro a los canadienses dijo: “Las problemáticas son distintas, sí. Recientemente se dio a conocer, no tenía tanta información, pero Canadá también tiene un problema muy grave de consumo de fentanilo y en algunos estados o ciudades donde se liberalizó el consumo, se han generado problemas muy graves”. Por supuesto que los problemas de México no se pueden comparar con los de Canadá. Por ejemplo, allá los gobernadores no están coludidos con el narco, como sucede en muchos estados de México.

Armando Ortiz                        Twitter: @aortiz52                  @lbajopalabra

 

también te podría interesar