El primer gobierno de la 4T, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, le entregó Los Pinos, residencia de los presidentes y sus oficinas en el bosque de Chapultepec, una extensión de más de 60 hectáreas a la población, una inmobiliaria quiere un gran espacio, del bosque para la construcción de departamentos de lujo.
Ahora, una parte de esa tercera sección quieren arrebátasela a la población, que es un paseo tradicional de las familias donde hay museos, juegos, expresiones culturales, aire puro, etc.
Una inmobiliaria exige un cambio en el uso de suelo, de área verde a habitacional con restricciones, algo que no está permitido bajo la normativa actual de protección del bosque.
El inicio de esta batalla por privatizar parte de la tercera sección de Chapultepec inició en 1992, cuando Manuel Camacho Solís, entonces regente de la capital, declaró la zona como suelo de conservación y de valor ambiental. De inmediato, se interpuso un recurso de revisión para reclamar la restitución del terreno, se llevó el caso a los tribunales y, en 2004, durante el sexenio de Vicente Fox, el Poder Judicial emitió una resolución a favor de la empresa, ordenando la devolución del terreno.
La Presidenta de la República conoce muy bien la problemática desde que era secretaria de Medio Ambiente, el jefe de gobierno López Obrador y el presidente Vicente Fox, figura política, ésta, que representó el inicio de la corrupción inmobiliaria, a quien desde entonces no se le permitió afectar las áreas verdes porque se beneficiaba a unos cuantos. Para nadie es un secreto que la gestión del entonces Jefe de Gobierno fue una piedra en el zapato para los planes de gobierno de Fox, motivo principal que lo llevó a desaforarlo, precisamente por un problema inmobiliario.
La Presidenta de la República conoce también, a profundidad, la manera de actuar del cártel inmobiliario, cuyas consecuencias llevaron a la muerte a varias personas.
Esta es una combinación de reto a Claudia Sheinbaum, y un intento más por rescatar los privilegios que se suma a otros que la 4T ha quitado a los poderosos. La oligarquía mexicana pone a prueba la capacidad y congruencia de la Presidenta, que no olvida su experiencia en medio del caos que quieren imponerle algunos.
Cuando era jefa de gobierno, protegió sus áreas en beneficio de la población, señaló sobre el tema: “El Bosque de Chapultepec ha sido motivo de mi trabajo en el sector público desde que fui titular de Medio Ambiente en la Ciudad de México”, añadió que su administración va a proteger y a seguir ampliando las áreas protegidas.
Respecto a este litigio ilegal que quieren revivir dijo: “No va a haber cambio de uso de suelo de zonas naturales, y particularmente de áreas naturales protegidas, a uso de desarrollo urbano”, de tal suerte que será ella misma la que proteja a la población de la voracidad de unos cuantos y con el antecedente de un cartel inmobiliario contra el que luchó intensamente.
Chapultepec se encuentra en la alcaldía miguel hidalgo, en manos del PAN, es un problema político, una provocación, además de ser un conflicto inmobiliario que afecta directamente al pueblo de México. Algunos quieren medir fuerzas con quien los derrotó, con claridad, en las urnas.
PEGA Y CORRE.- La oposición se queja de la violencia, una violencia originada por la lucha contra los cárteles de la droga, a la cual dicen aborrecer, al mismo tiempo, quiere tranquilidad en las calles del país, pero, también rechaza la política de abrazos y no balazos, probablemente quiere que se combata al narcotráfico con pistolas de agua y resorteras… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.