“La serenidad no es estar a salvo de la tormenta, sino encontrar la paz en medio de ella.” – Thomas de Kempis.
Todo está preparado para que Veracruz tenga un proceso de transición del Poder esperemos terso en cuanto a todos sus temas, pero especialmente teniendo énfasis en la seguridad.
La gobernadora Electa, Rocío Nahle García prepara ya la designación del militar de alto rango que vendrá hacerse cargo de dicha tarea en Veracruz.
La tarea es sumamente compleja, Veracruz no es Yucatán y a pesar de tener el esquema más exitoso en la materia sus condiciones orográficas, culturales e idiosincrasia distan mucho de los veracruzanos.
Tener una distancia de extremo a extremo de más de 700 kilómetros, del mar a la montaña con interconexiones naturales con Puebla, Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí, Tabasco, Oaxaca y Chiapas hacen una muy notoria diferencia.
El análisis de la situación evidentemente es más complejo, pero no es imposible, como bien ha referido la ex titular de la Secretaría de Energía se deberá basar todo esto en un gran trabajo de Inteligencia, que permitirá por mucho trazar la estrategia y el plan de acción a seguir.
La dimensión geográfica de la entidad aunado a un esquema en donde los ayuntamientos cuentan con 212 policías municipales incrementa la problemática.
¿Qué autoridad estatal en su sano juicio quiere asumir el costo político que implica una posible homologación de las policías?, sería la pregunta.
La verdad es que la Constitución Federal les otorga en su artículo 115 a los Municipios Libres de Veracruz el control y manejo de dichas facultades, pero en la práctica es complicado poderlo cumplir porque es precisamente en esas corporaciones donde el crimen organizado permea y secuestra sus funciones para sembrar el terror y mantener el control de las regiones.
No cabe la menor duda que entre Cuitláhuac García y Rocío Nahle existen diferencias sustanciales, para empezar el carácter y formas de hacer política son diametralmente opuestas, lo que será un gran alivio para la sociedad, pues mientras uno prefiere andar danzando para concursar en el Festival de Día de Muertos, la otra prefiere sostener reuniones de trabajo de alto nivel con el Gabinete de Seguridad de la Presidenta Claudia Sheinbaum y determinar cuál será la mejor opción para titular de la SSP.
Basta recordar que ese costo político ya lo asumió en otro momento el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa –y como le pagaron todos los que le acompañaron en dicha misión- y concentró el mando policial bajo tres ejes rectores:
- Inteligencia policial;
- Mando único confiable; y
- Retenes en las zonas más estratégicas
Con estos 3 pasos se logra tener el control del estado afirman los conocedores, ahora habrá que ver si esto realmente funciona con una gobernadora como Nahle García que viene verdaderamente a servir a Veracruz.
Por cierto, desde el altiplano se prepara ya una iniciativa de Ley que pretende modificar la Constitución Federal con el objeto de facultar al Secretario de Seguridad Ciudadana en la tarea de asignar a los mandos o secretarios estatales de seguridad pública y así alinear la estrategia nacional con capital humano formado y entrenado en las más altas escuelas de seguridad pública del mundo, se dice que todos estos sería egresados del Mossad el mismo Servicio de Inteligencia del Estado de Israel, en donde los combates contra las huestes de Hamas y Hezbollah están a la orden del día.
¿Será?
Al tiempo.
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