Un ligero norte, junto con la corrupción de Sergio Rodríguez, derribaron la construcción de la ampliación del Acuario. No dejen que se vaya hasta que pague los platos rotos
El gobierno de Cuitláhuac García extinguió el Patronato del Acuario de Veracruz para entregar el recinto a Sergio Rodríguez, titular de la Procuraduría del Medio Ambiente. El “Gordo” Rodríguez, socio de transas del gobernador Cuitláhuac García, ideó construir una ampliación del Acuario de Veracruz, no tanto para beneficio de los veracruzanos, sino para sacar provecho de los moches con las constructoras que se encargarían de esta ampliación. Todos sabemos que los porcentajes que piden los del gobierno a algunas constructoras rebasa el 20 por ciento, en efectivo y por adelantado. Eso obliga a los constructores a bajar costos, abaratar materiales para la construcción, incluso planificar al “ahí se va”. ¿Cuáles son las consecuencias? Pues resulta que un ligero norte azotó el puerto y ese ligero viento bastó para que se viniera abajo la construcción de la ampliación del Acuario de Veracruz, obra que es responsabilidad del “Gordo” Sergio Rodríguez. Sobre este hecho, José González, ambientalista de Veracruz, declaró: “El hecho de que la estructura no resistiera un leve norte indica problemas en la planificación y la ejecución del proyecto. Esto pone en riesgo no sólo a los animales, sino también a los visitantes y al entorno natural. Un proyecto que no está adecuadamente diseñado y construido debería ser reconsiderado. La premura en la construcción puede ser un síntoma de corrupción y falta de transparencia en el uso de recursos públicos. Invertir en un proyecto mal planificado refleja una mala gestión de los fondos y desdibuja la verdadera intención de conservación, desviando recursos que podrían utilizarse para proyectos más sostenibles y éticos”. La verdad es mejor que se caiga ahora y no cuando esté lleno de turistas. Por cierto, no dejen escapar al “Gordo” Sergio Rodríguez hasta que pague los platos rotos.
Cuitláhuac García, “payaso de rodeo”. Las carreteras están deshechas, los muertos y secuestrados se acumulan en el norte y sur de Veracruz, pero el gobernador baile y baile
Varias veces se le vio en Barlovento, mostrando sus mejores pasos de salsa. Porque eso sí, hay que reconocerlo, Cuitláhuac García es un buen bailador, se mueve con ritmo, pone el alma en el baile, como buen “payaso de rodeo”. Pero como gobernador resultó un fiasco. Nunca supo tratar los problemas con la debida seriedad, siempre quiso hacer de su gobierno un gran chiste, como buen “payaso de rodeo”. Cuitláhuac García siempre supo que López Obrador lo puso en el gobierno de Veracruz para tener un pelele al que siempre manejo a su antojo, como muñeco de ventrílocuo, metiéndole la mano por detrás y dándole una buenas palmaditas en el lomo, como se le hace a los perros que se portan bien. Al final de su sexenio, hasta los que le lanzaban loas en redes sociales le reprochan el estado en que se encuentran las carreteras de Veracruz. A uno de esos alabadores a conveniencia se le ponchó, en un bache por Cerro Gordo, la Michelin de su Mercedes, por lo que tuvo que reconocer el abandono en que se encuentran las carreteras del estado. En Tuxpan y Poza Rica los muertos se acumulan, los secuestros abundan. En el sur de Veracruz se llevan a familias enteras, a otras las asesinan. Pero eso al gobernador de Veracruz no le importa, ni siquiera le pasa por la mente. A unos días de que empiecen las fiestas de Todos Santos el gobernador ya se puso a ensayar los bailables, ya hizo del Palacio de Gobierno el Salón Bazar, el “palacio de la chunchaca” y sin ningún pudor se mueve como se mueven las huastecas en las fiestas de Xantolo. ¡Y ni vergüenza le da! Porque piensa, “vergüenza es robar, y que te caigan”. Y él cree que Rocío Nahle no le va a caer.
El Mayo Zambada dijo la verdad. El gobierno de Sinaloa quiso inventar una mentira. FGR afirma que Héctor Cuén murió en el mismo lugar donde secuestraron al Mayo
Sobre la muerte de Héctor Cuén, Ismael “Mayo” Zambada escribió una carta en la que aclaraba algunos puntos. En su misiva el Mayo decía: “Sé que la versión oficial que dan las autoridades del Estado de Sinaloa es que Héctor Cuén fue tiroteado la noche del 25 de julio en una gasolinera por dos hombres que querían robar su camioneta. Eso no es lo que ocurrió. Lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar donde me secuestraron”. El gobierno de Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa, armó todo un montaje, un teatro con el que pretendió exculparse de la muerte de Héctor Cuén. Sin embargo, la Fiscalía General de la República confirmó que en el rancho Huertos del Pedregal, en Culiacán, encontraron huellas hemáticas que corresponden al ex rector de la UAS. Por lo mismo la FGR determinó que Héctor Cuén fue asesinado en el mismo lugar en el que Ismael “Mayo” Zambada fue secuestrado. Lo que agrava la situación es que, tanto el gobernador Rocha Moya, así como el mismo López Obrador, divulgaban la versión de que Héctor Cuén había muerto en una gasolinería; López Obrador exculpó a su amigo, el gobernador de Sinaloa, asegurando que había suido muy valiente al dar la cara y asegurar que cuando ocurrió el asesinato de Cuén y el secuestro del Mayo, Rocha se encontraba de viaje en Los Ángeles, California. Viaje del que no hay registro en las aduanas americanas.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra