La mañanera fue una carpa de tercera. Payasos, imitadores, enanos, animales se conjuntaron en un programa televisivo cómico musical donde se utilizó la pista para la propaganda de gobierno. Con un sentido del humor negro y sarcástico el titular llevó la batuta durante su sexenio que se apaga. Se podría escuchar y ver a Chico Che y Juan Gabriel, en imágenes grabadas. El encargado del show pretendía no se ofendiera la investidura presidencial cuando él mismo atentó cada momento en ella. El pésimo manejó de su imagen lo exhibió en su decir, actuar, vestir. Careció de un verdadero director de comunicación social que le ayudase. La ignorancia en el manejo de esa importante y carísima área- que habría de auditarse- le sumió y ridiculizó. El circo se cierra hasta nueva orden. *** Los programas cómicos televisivos nacionales son una vergüenza. Dirigidos al parecer para discapacitados que los aclaman, se suman, intervienen en violación a sus derechos humanos. La Casa de los Famosos, Divina Comida, 40 y 20, Me caigo de Risa, Noche de Buenas y la Mañanera -entre otros- que tienen mínimo respeto a la inteligencia. Son patrocinados por sus propias televisoras menos La Mañanera que se paga con el erario. También se destinó un pago a seudo periodistas que sin dignidad-llamados influencers- se prestaron a festejar, alabar, engrandecer a un delirante megalómano. Aun así, amenazan con su continuidad. *** Difícil tarea para la próxima Ejecutiva que no tiene el bis cómico del que se va. *** “El poder de la ciencia descubre la verdad” y eso es el periodismo: una sabiduría. *** Los gobernantes no deben estar en los reflectores sino en el trabajo de campo atendiendo a todo el país. López pensaba que no tenía gran ciencia gobernar porque no tenia estudios, cultura, preparación y lo hizo de manera silvestre. Deja problemas graves. ***Y para las agruras.
LA CARPA
159
artículo anterior