“Aunque sea lo último que haga en la vida se lo cobraré a todas y a todos los agresores, no tengan duda, nada es para siempre, tampoco el poder”
Yo no soy amigo íntimo de Yunes Linares. Lo digo porque algunos se han animado a preguntarme por qué tomó la decisión que tomó él o su hijo en el Senado de la República. El exgobernador me tiene cierta deferencia por mi trabajo literario, por el taller Libertad bajo Palabra que desde hace 16 años llevo a cabo en la Quinta de las Rosas. Algunas veces hemos platicado de libros, de autores. Un día se sorprendió de que estuviera tan versado sobre el escritor Haruki Murakami y la influencia de Raymond Carver en su libro “De que hablamos cuando hablamos de correr”. Algunas veces me ha mandado mensajes de WhatsApp, una de esas veces para lamentar la muerte de nuestro amigo Manuel Munguía. Por lo que conozco de él, lo respeto. Por supuesto, como periodista y escritor intento hacerme una idea de qué fue lo que motivó al padre e hijo a dar ese voto necesario para que se aprobara la reforma judicial. Sé que el gobierno de Cuitláhuac García se ha ensañado con el exgobernador, con sus hijos y parientes. Jorge Winckler está en la cárcel desde hace años de manera injusta por capricho de Cuitláhuac y del Bola 8, otros de sus colaboradores también han sido perseguidos. El agravio en contra de los Yunes por parte de Cuitláhuac García, un pelele cualquiera, no un enemigo digno, debe doler en el orgullo. El agravio de una fiscal espuria como Verónica Hernández Giadáns debe ser una espina en el pie que molesta al caminar. Los agravios de Éric Cisneros Burgos, Bola 8, quien ahora se esconde en Yucatán, no se olvidan. Esos, y otros agravios, siguen presentes. Cuando recuerdo todos los agravios que esa clase política estulta ha cometido en contra de los Yunes sólo me viene a la mente una frase que, en resumen, lo explicaría todo: “Aunque sea lo último que haga en la vida se lo cobraré a todas y a todos los agresores, no tengan duda, nada es para siempre, tampoco el poder”.
Claudia Sheinbaum hace 11 nuevos nombramientos. ¿Apareció por ahí Cuitláhuac García? No lo quiso ni de cartero
La tarde de este miércoles 11 de septiembre la presidenta electa Claudia Sheinbaum hizo 11 nuevos nombramientos. Entre los que más destacan está el nombramiento de Romel Pacheco para la Comisión Nacional del Deporte, Octavio Romero para el Infonavit y César Iván Escalante para la Profeco. Con estos 11 nombramientos la presidenta electa ya suma 33 personas en su equipo. Los primeros nombramientos fueron para los secretarios de estado, los siguientes del gabinete ampliado que incluye directores y estos 11 podrían ser de menos relevancia, pero no dejan de ser importantes. Pero el caso es que en estos 11 nombramientos tampoco apareció el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, quien hace unas semanas ya tenía las maletas listas para irse al gabinete de la próxima presidenta. Al final tuvo que deshacer las maletas porque la señora no lo quiere ni de cartero. Y es que la dirección del Servicio Postal Mexicano (Sepomex), hubiera sido una salida digna para el gobernador de Veracruz. Pero no, el encargo recaerá en Violeta Abreu González, que por cierto no fue gobernadora de ningún estado, ni fue a las que López Obrador iba a dar apapachos para decir que el apapachado era una bendición para Veracruz. Cuitláhuac García está cosechando lo que sembró; y lo que falta.
Las ocurrencias de la señora Müller. Dice que con la elección de Claudia Sheinbaum México está preparado para un presidente homosexual. ¿No hubo ya?
Un día a Beatriz Gutiérrez Müller, a quien nos la quisieron vender como escritora, se le ocurrió que era una buena idea escribir una carta al rey de España para exigirle disculpas por las atrocidades que vinieran a hacer sus antepasados en los tiempos de la Conquista. Por supuesto, no hubo tal disculpa, pero sí una respuesta precisa de lo que ha sido la corona española en la actualidad, con lo que fue la corona española en el siglo XVI. Ese tipo de ocurrencias sólo pueden salir de una mente ociosa, que no quiso prestarse a ser la presidenta honoraria del Sistema DIF nacional. Ahora la señora, quien supuestamente había guardado silencia para manifestar protesta vaya usted a saber de qué, abre la boca para decir que con la elección de Claudia Sheinbaum, México está preparado para tener un presidente de cualquier género, incluso homosexual: “Qué bueno que México ya no se tenga votar por alguien que esta bonita, feo, si esta gordo, si esta delgado y parece `Barbie´, eso ya es secundario, y si es Claudia u otra mujer, vamos a suponer un escenario distinto, se votó por las habilidades, por las capacidades, por las propuestas sin tomar en cuenta el sexo, o la orientación sexual, porque incluso en México bueno pues a como vamos ya puede existir ya un presidente en el futuro que sea homosexual. ¿Por qué no? Porque lo importante no es lo que hace en las noches el señor o la señora, lo que importa es qué compromisos adquiere con el pueblo de México y que lo cumpla y eso es lo importante”. Por cierto, según el contenido de algunos de los libros de Rafel Loret de Mola, en México ya hubo presidentes homosexuales; pero de clóset.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra