“Donde reina la justicia está demás la fuerza.” – Enrique IV.
¿Venganza o urgente depuración al Sistema de Justicia?
El presidente Andrés Manuel López Obrador cierra su administración con la nación incendiada, la denominada Reforma al Poder Judicial parece ser la última pieza de un entramado político que confirma el cambio de régimen.
La sociedad mexicana si demanda una urgente revisión al modelo de impartición de justicia, ese al que han padecido, en donde nada avanza si no es con dinero y la corrupción es pieza clave del mismo.
Hoy jueces, magistrados y ministros salen a las calles a gritar que se violentaron sus derechos laborales ganados por la implementación de un modelo que francamente nunca quisieron mejorar, siempre instalados en el pedestal de la opulencia, los juzgadores eran la casta inalcanzable.
Dentro del sistema judicial una serie de canonjías y componendas hicieron que los circuitos judiciales se llenarán de parientes y familiares quienes hoy le hacen segunda a los juzgadores ante el temor de ver fenecido su tiempo para continuar usufructuando la justicia a conveniencia.
Nadie niega que la justicia federal es el último reducto de la legalidad y la democracia, garante del estado de derecho y del pleno respeto a la constitución, ¿pero porque debió llegarse hasta el extremo para que prestaran atención al grito de la sociedad que desesperada demanda justicia pronta y expedita? ¿por qué nunca pusieron un alto a la procuración de justicia sesgada y a conveniencia de los Ejecutivos Estatales? ¿Por qué nunca detuvieron el pésimo actuar de las Procuradurías y Fiscalías cunas de todos los vicios y fallos en las integraciones de las carpetas de investigación?
Hoy que el país arde en llamas, levantan el grito y piden la comprensión de la sociedad, esa que estadísticamente no denuncia o no confía en el modelo de justicia, esa que de cada 100 delitos sólo termina presentando 8 denuncias de las cuales solo menos del uno por ciento llegan a una sentencia condenatoria.
¿Dónde quedaron las familias de las víctimas, esas a las que han vejado, re victimizado, insultado e incluso humillado cada vez que solicitan apoyo?
Hoy México arde, su sociedad o parte de ella, se convulsiona ante el inminente exorcismo que el régimen aplicará a la justicia, ¿vómito negro es el primer síntoma de esa posibilidad arcaica para los actuales miembros del sistema el intento de democratizar la elección de juzgadores?
Una especie de maldición egipcia es la que los jueces, magistrados y ministros pretenden imponer con su paro nacional, una especie de venganza a la limón entre quienes fueron responsables de que la sociedad se hartará de la indiferencia y la falta de respuesta a su demanda de justicia pronta y expedita.
Vendrá ahora el análisis de las y los senadores, 128 mexicanos que habrán de cargar con los pesos de la historia, quienes serán los responsables de la satanización a la que los poderes fácticos están responsabilizando, a capricho de una oposición que sigue apendejada tras el golpe de realidad que le aplicó el pueblo de México.
Hasta hoy, con excepción de Acción Nacional no se sabe, no se conoce una propuesta que pudiera al menos ser atractiva y que convenza a la sociedad de que del otro lado de las mayorías hay materia gris y se trabaja en presentar alternativas razonadas, equilibradas y valientes para la solución de este pequeño problema.
Hoy la suerte está echada en conocer quién habrá de ser el senador(a) que valide la mayoría de Morena y aliados, quién será el guapo o la guapa que dará esos 86 votos o dejará pasar a los 85 legisladores con que cuenta para hacer factible el nuevo modelo judicial.
¿Será del PAN, será del PRI o pudiera llegar de MC?
La apuesta está en el aire ¿solo pregúntese quién gana más con todo este escenario?
Al tiempo.
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“X” antes Twitter: @LuisBaqueiro_mx