Los hijos de López Obrador creen que con decir que no son corruptos dejan de ser corruptos. Es como querer tapar el sol con un dedo, como cerrar los ojos a la realidad
Cuando niños, jugando a las escondidas, a veces, cuando estaban a punto de dar con nuestro escondite, cerrábamos los ojos creyendo que nuestra oscuridad interior nos hacía invisibles. Pero no, seguíamos siendo visibles, aunque cerráramos los ojos. No obstante la edad, los hijos de López Obrador siguen creyendo que cerrar los ojos los hace invisibles, creen que basta con negar algo para que ese algo desaparezca. Las evidencias y pruebas que demuestran que ellos se han valido del tráfico de influencias para enriquecerse a manos llenas son demasiadas. Hay grabaciones de audio, hay documentos que emite el mismo gobierno, hay vínculos que son innegables, hay parientes que han reconocido esos vínculos, hay contratos irregulares; hay mucho material. Por supuesto, siendo su padre el presidente, lo que no hay son investigaciones. Los hijos de López Obrador, Gonzalo y Andy en una carta enviada a los medios, descalifican a los que han mostrado esas pruebas, “podríamos desestimarlos por su origen y tomarlos como un timbre de orgullo ya que provienen de quienes se han enriquecido con base al mal ejercicio del presupuesto público, el influyentísimo y los chayotes”. Supongamos que eso fuera cierto, que no lo es, el caso es que las pruebas existen. En adelante, sólo se limitan a negar, no aportan pruebas, sólo niegan vínculos, sólo desvían la atención, sólo cierran los ojos, sólo intentan tapar el sol con un dedo. Ahora, cada que alguien los acuse de corruptos, dirán que esa carta escrita por ellos mismos, los exculpa.
Trump dice que México está controlado por los cárteles, “pueden quitar a un presidente en 2 minutos”. Lo cárteles responden, “vamos con todo”
La estrategia de seguridad de López Obrador, “abrazos, no balazos”, ha tenido como consecuencia que los cárteles de la droga tomen el control de gran parte del territorio mexicano. Eso lo saben millones de mexicanos que pagan extorsión a estos cárteles, pero también lo saben en los Estados Unidos; lo sabe Donald Trump. En una entrevista para Fox News, el candidato republicano a la presidencia de México declaró: “México está petrificado de sus cárteles, porque pueden quitar a un presidente en 2 minutos”. Donald Trump expuso al público norteamericano que los cárteles tienen el control de México. En este mismo contexto, desde Nueva Morelia, Chiapas, integrantes del Cártel de Chiapas y Guatemala (CCyG) mandaron un mensaje al Cártel de Sinaloa, un mensaje que es para todo México: “Ya estamos en Nueva Morelia, no que no se podía correlones sinaloas […] vamos pa´ delante y no nos pensamos detener, vamos con todo (sic)”. Es decir, los cárteles de la droga no consideran que el Ejército o la policía de Chiapas sean los enemigos a enfrentar. Para ellos el enemigo es el Cártel de Sinaloa, quien les puede disputar el territorio en el sur de la frontera. Como dijo Trump, todo indica que los cárteles tienen el control del país.
El mayor problema de Claudia Sheinbaum podría ser Donald Trump. Éste insiste en bombardear a los cárteles de la droga en territorio mexicano
El periodista de Fox News le hizo la pregunta directa a Donald Trump: “México. ¿Siguen sobre la mesa los bombardeos sobre los cárteles?”. Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, sin chistar respondió: “Por supuesto. México va a tener que sr más duro con eso o la respuesta será por supuesto. Los cárteles nos matan a 300 mil personas al año con el fentanilo que entra. Sobre la estrategia fronteriza el presidente fue hasta insultante con México, pues Trump amenazó con tomar el control de la frontera de México en caso de llegar a la presidencia: “A México le vamos a dar muy poco tiempo para patrullar su frontera. Estoy seguro de que no lo harán bien y entonces entraremos en acción”. En este momento en México la presidenta electa está impulsando la reforma judicial, una reforma que podría incluso beneficiar a los capos de la droga, quienes podrían pagar campañas para colocar a sus alfiles como jueces o magistrados. Eso lo debería pensar Claudia Sheinbaum, porque lo que se perfila como su mayor problema no es el Poder Judicial, sino la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. ¿Se dejará sobajar Claudia Sheinbaum como se dejó López Obrador? ¡Al tiempo!
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra