¿A quién conviene la persecución política en contra de Yunes Márquez? A Cuitláhuac, a la fiscal espuria, al juez; a todos menos a Rocío Nahle

¿A quién conviene la persecución política en contra de Yunes Márquez? A Cuitláhuac, a la fiscal espuria, al juez; a todos menos a Rocío Nahle

¿Será ajena Rocío Nahle, gobernadora electa de Veracruz, de la persecución política en contra de Miguel Ángel Yunes Márquez? Yunes Márquez sería como un trofeo para Cuitláhuac García, pero para Rocío Nahle sería un estigma. ¿Iniciar su gobierno con una persecución política? No es eso lo que los veracruzanos esperan de ella. ¿A quién le conviene entonces la persecución en contra de Yunes Márquez? Le conviene a Cuitláhuac García, quien busca venganza en contra de un grupo político que ha expuesto una y otra vez su ineficacia, su corrupción, su deshonestidad. Le conviene a la fiscal espuria, Verónica Hernández Giadáns, quien con esta persecución busca nublar todos los atropellos e ineficacias que ha cometido en la Fiscalía de Veracruz. Con esta persecución política la fiscal espuria quiere que Rocío Nahle olvide que ella es propiedad intelectual de Éric Cisneros Burgos, el siniestro Bola 8. Pero también conviene al juez que dictó orden de aprehensión en contra de Yunes Márquez, quien con ese trofeo espera llegar a magistrado. Por su parte Yunes Márquez, entrevistado por Ciro Gómez Leyva declaró: “Me voy a defender y estoy totalmente convencido que les voy a ganar porque no tienen la razón, y que seré representante de los veracruzanos en el Senado de la República porque los veracruzanos así lo quisieron. Vamos a ganarles jurídicamente”.

Emilio Lozoya reconoce que mintió sólo para evitar la cárcel. Inculpó a 16 personas sólo para seguirle el juego al gobierno de López Obrador

Este es el gobierno que busca reformar el Poder Judicial, un gobierno que busca “chivos expiatorios”, que realiza detenciones a modo y que ofrece a sus imputados el criterio de oportunidad, es decir, la oferta de inculpar a enemigos políticos, con tal de no pisar la cárcel. Eso fue lo que ocurrió en el caso de Emilio Lozoya, quien, para librarse de la cárcel estuvo dispuesto a inculpar a 16 personas, entre esas personas a una periodista. Esa misma periodista, Lourdes Mendoza, es la que reporta el caso: “Ante el MP del fuero común de la fiscalía de la CDMX, Emilio Lozoya confesó que su declaración en la cual imputó a 16 exfuncionarios públicos y a mí, siendo la única mujer y la única periodista, es nula. Que la hizo con el único propósito de obtener el criterio de oportunidad. Entonces, no sólo engañó a la Fiscalía General de la República, sino al presidente López Obrador y a todos los mexicanos”. Pero las cosas no le salieron a Emilio Lozoya como esperaba, no le salieron porque precisamente la periodista buscó que se resarciera su nombre, que le reconocieran el daño moral, pues Emilio Lozoya la estaba difamando cuando afirmaba que la periodista gustaba de recibir regalos caros a cambio de su pluma. Sobre ese daño moral las victorias han sido para la periodista: “Por el daño moral, le gané la primera instancia, la segunda y la tercera, pues le negaron el amparo, y como se niega a acatar la sentencia del juez y estar 3-0, estamos en la cuarta instancia en la SCJN en la Primera Sala”.

Así les pagan que los hayan ayudado a ganar las elecciones. En Jalisco despiden a más de 100 Servidores de la Nación. ¿Se lo merecen?

En las pasadas elecciones presidenciales los Servidores de la Nación, funcionarios públicos pagados con el dinero de nuestros impuestos, operaron a favor del partido en el gobierno, Morena. Desde meses antes de las elecciones los Servidores de la Nación estuvieron amagando y aleccionando a los beneficiarios de los programas sociales, asegurando que, de ganar otro candidato que no fuera el del presidente López Obrador, los apoyos iban a desaparecer. Eso preparó a los beneficiarios para que entregaran su voto a favor de los candidatos de Morena. Pues como pago por ese infame servicio los Servidores de la Nación de Jalisco protestaron contra el despido injustificado de más de 100 personas. Tanto es el coraje que hasta formaron el Sindicato Nacional de Servidores de la Nación liderado por Marcela Martínez Sandoval, quien se ostenta como secretaria general del sindicato. Marcela Martínez declara: “Nos corrieron por exigir derechos laborales y un trato digno”. La lideresa de este sindicato denunció que los Servidores de la Nación “trabajaron en condiciones extremas, incluyendo jornadas largas sin apoyo adecuado y traslado forzado a Guerrero sin viáticos, bajo amenaza de perder su empleo”. Ya no sabe uno si lamentar lo que les ocurre, o alegrarse por el pago que reciben ante el daño que le causaron al país.

Armando Ortiz                                    Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra

 

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